Este cuadro de Zurbarán, "Defensa de Cádiz", ilustra perfectamente el objetivo y prioridad de nuestra asociación.

jueves, 19 de septiembre de 2013

LA HISTORIA MÁS TRISTE

Rafael Sánchez Saus, publicado en el Diario de Cádiz el jueves 19 de Septiembre de 2013
   
OIGO en la radio a Josep Piqué, ejemplo caudal de ejecutivo siempre a la sombra del poder, de político sin otro afán que la gestión de intereses, que los catalanes deberían saber que España es un buen negocio. Desde hace años todo lo que nos viene de Cataluña es tan deprimente que incluso un discurso como ese puede parecer guiado por la buena intención, al menos por la excelente intención de seguir haciendo negocios.

Evidentemente Josep Piqué no es un niño independentista y feliz, de esos de los que TV3 usa y abusa sin delito, ni siquiera es un jovenzano crecido bajo la estelada, privado por decreto del aprecio y conocimiento de la historia y la lengua común de los españoles, educado en el desprecio de lo ajeno y en la autosuficiencia ignara. Es un señor maduro, criado con otros referentes en los ominosos tiempos en que España era la patria por antonomasia, ministro del Reino y no sé cuantas cosas más que se suponen importantes en este atribulado país, pero todo lo que se le ocurre decir a sus paisanos en trance de dejarnos en paz de una puñetera vez es que no se precipiten, que esto sigue siendo un buen negocio. Si eso, traducido a la hermosa lengua catalana, significa que todavía somos ordeñables o que fuera hace frío, quede para los oídos que pueden oír esas razones sin que la náusea llegue. Ahí corté.

Debo ser un bicho raro, rarísimo, pero no deja de asombrarme que ante la terrible, aunque deseable en estas circunstancias, hipótesis de la independencia catalana y consiguiente liberación de España, apenas se esgriman, desde el lado de acá, otros argumentos que los económicos. Tras casi novecientos años ininterrumpidos de vida catalana junto a otros territorios españoles, los grandes motivos que, según nuestros políticos y sus mariachis mediáticos, deberían convertir su desafecto en burguesa conformidad no son más que el previsible descenso temporal de su PIB y la no menos temporal salida de la UE. En la calle, por su parte, el noble pueblo español muestra su perplejidad: ¿qué hará el Barça en una liga sólo catalana, qué el Madrid sin el Barça? "De todas las historias de la Historia/ la más triste sin duda es la de España/ porque termina mal", escribió proféticamente el barcelonés Jaime Gil de Biedma. Para él, como para muchos catalanes hoy, el mayor problema de España es que era pobre. Qué le vamos a hacer.

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