Este cuadro de Zurbarán, "Defensa de Cádiz", ilustra perfectamente el objetivo y prioridad de nuestra asociación.

jueves, 31 de marzo de 2011

Discurso presentación Declaración de Cádiz 2012

Por Ignacio Moreno Aparicio


DECLARACION DE CADIZ 2012. (29 de Marzo de 2011)


Buenas tardes, Sras y Sres: Ilustres Concejales; Miembros del Ateneo y del Foro, muchas gracias a todos por su presencia. Queridos Fernando y Andrés: Permítanme que exprese una opinión personal, pero, muy posiblemente, esta Declaración de Cádiz que hoy presentamos públicamente liderada por el Foro de Debate 2012, la Asociación de la Prensa de Cádiz y el Ateneo gaditano que me honro en presidir, sea desde la Transición política a mediados de los años 70, la primera vez que diferentes Instituciones de la Sociedad Civil gaditana, damos un toque de atención a todos los políticos para que tengan en cuenta que hay otras prioridades en los proyectos de futuro para nuestra Ciudad y su Bahía.


Esta Declaración no va dirigida contra nadie, sino que es una muestra de nuestro deseo de colaborar o ofrecer alternativas para engrandecer todos los fastos previstos para celebrar el Bicentenario, pero evidentemente, lo que más nos preocupa es la competitividad de Cádiz y su Bahía y el futuro que le dejaremos a nuestros hijos y nietos.


Es cierto que los tiempos que corren no invitan al optimismo, más bien al contrario, pero como gestores de Instituciones imbricadas en el tejido social, estamos obligados moralmente a intentar dar un mensaje positivo en clave de consenso democrático y de sana gaditanía.


Es de justicia reconocer que algunas infraestructuras concretas vienen ultimando nuestras autoridades, pero sinceramente constatamos que no son suficientes para resolver el futuro inmediato.


Desde que tuve el honor de conocer a diferentes miembros del Foro de Debate Cádiz 2012 y sus osadas propuestas de futuro para nuestra Ciudad allá por el año 2007, sentí un halo de aire fresco y pensé, menos mal que en Cádiz, además de ser la “Ciudad que sonríe”, con toda la autocomplacencia de nuestra sociedad, hay gente reconocida profesionalmente, que se preocupan de hacer propuestas para su Ciudad para que esta esté en el mapa de la competitividad y miren al futuro pensando al igual que Adam Smith pensó al escribir “La riqueza de las naciones”.


Desde el Ateneo hemos apoyado al Foro de Debate Cádiz 2012 en casi todas las propuestas que han presentado y de hecho, en el año 2008 le concedimos el Premio Gaditano del Año como una muestra de nuestro apoyo y colaboración, contando desde entonces con varios de los dirigentes del Foro como socios del Ateneo.


Desde el civismo, no entendemos y por eso lo criticamos, que se haya perdido tanto tiempo en enfrentamientos políticos estériles entre los dos partidos que controlan las instituciones oficiales, léase Bicentenario, Junta de Andalucía, Diputación o Ayuntamiento. Pónganle el cascabel de la discordia cada uno a quien crea que le corresponda.


Desde el año 1998 en que empezamos en el Ateneo a trabajar a favor de la celebración del Bicentenario, hasta finales del año 2009, han sido años de desencuentro y de reproches mutuos entre dichos representantes políticos, que a la sazón, son los responsables últimos de que no lleguemos a tenerlo casi todo preparado según las previsiones y deseos que se plantearon en su momento. Aparentemente, ha existido un consenso totalmente ficticio, sólo visto como real hasta hace poco menos de un año y medio.


En su día tuve el honor de proponer en nombre del Ateneo tanto a la Comisión Local del Bicentenario del Ayuntamiento, como a la Comisión de la Junta de Andalucía, la creación de una Casa de America en Cádiz. Desde entonces, tanto Ayuntamiento como Junta de Andalucía, han trabajado para crear dos Casas de America en Cádiz. ¿consideran ustedes lógico perder tantas energías por separado para perseguir un mismo fin?. Para mi esta es una de las muestras disparatadas del enfrentamiento solapado y a veces descarnado entre intereses partidistas. ¿Y que me dicen que tengamos tres Comisiones diferentes del Bicentenario trabajando para teóricos objetivos comunes?. ¿No sería más lógico que todos trabajásemos en consenso y coordinados para obtener unos objetivos comunes para el interés general?


En nuestro ánimo venimos elevando diferentes propuestas desde la ciudadanía civil para que los representantes políticos las lleven a la práctica y ya que siempre hemos defendido que el Bicentenario era la ocasión perfecta para haber puesto a Cádiz y a su Bahía en el mapa de la competitividad, esta declaración de Cádiz puede ser el trampolín moral necesario para que nuestras autoridades inicien de una vez los trámites administrativos para el desarrollo formal y legal de la declaración y reconocimiento del Área Metropolitana de la Bahía de Cádiz, instrumento político administrativo que debe liderar Cádiz y servirle de inicio de una nueva visión y futuro de nuestra Ciudad.


España tiene todavía pendiente una deuda histórica desde hace 200 años con Cádiz y no debemos de escandalizarnos si pedimos cosas que a priori resultan muy difíciles de conseguir.


Desde la ciudadanía, algunos opinamos que el puerto sigue dando la espalda a la Ciudad y no fomentando en parte de sus terrenos el debido y oportuno desarrollo de la actividad económica. Las leyes portuarias y de la Unión Europea impiden y limitan el progreso de Cádiz. Intentemos unirnos entre todos y hagamos fuerza para modificar consensuadamente aquellas leyes que frenan dicho desarrollo.


Remodelemos toda la Zona Franca y adecuémosla competitivamente a los nuevos tiempos. Hagamos de la Zona Franca el futuro pulmón económico de Cádiz junto a su puerto y hágase de una vez por todas correctamente y conforme a derecho el Polígono de las Aletas. Hagamos un esfuerzo titánico en los campos de la educación y de la formación profesional y universitaria que dé a nuestra juventud la preparación idonea para ser competitivos y podamos ofrecerles un futuro profesional y económico adecuado a sus necesidades.


Por cierto, anoche tuve la oportunidad de ver y oir actuar a la Orquesta Joven del Bicentenario de Cádiz. Quedé sorprendido y maravillado de la profesionalidad de estos jóvenes músicos. Adelante con este tipo de apuestas de futuro.


No entendemos como una propuesta de futuro como la Gran Plaza del Mar que se presentó hace dos años y que a priori significaba todo un revulsivo para los negocios portuarios puede ser causa de enfrentamiento y ruptura total en nuestro municipio por la falta de generosidad de algunos. Nos felicitamos que el Congreso de los Diputados haya aprobado que los Parlamentos de Estados Unidos, Francia y España, apoyen una Declaración de Cádiz en defensa de la Libertad y del Constitucionalismo.


Y por último, recuperemos entre todos “el espíritu de Cádiz”, termino que representa el espíritu liberal y progresista a la vez de las sociedades modernas, acompañado de un sincero y saludable consenso político y ciudadano para defender entre todos los intereses generales de la bahía de Cádiz. Si no vamos todos unidos, no será fácil acceder a esos objetivos que nos puede ofrecer el futuro. Intuyo todas las dificultades del mundo para conseguir lo que nos hemos propuesto, pero no les quepa duda, que algún día tendremos políticos con intuición y libertad de movimientos que sepan leer el futuro y tarde o temprano, muchas de las ideas que planteamos, serán llevadas a la práctica. La lastima es que muchos de los que estamos aquí, posiblemente no las veamos.


Muchas gracias.


Ignacio Moreno Aparicio


Presidente del Ateneo.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Las cajas de ahorro y el Estado

Por Manuel Muela Publicado en El Confidencial (30/03/2011) Las idas y venidas de la reestructuración del sistema financiero español parecen desembocar en lo que unos pocos pensábamos desde el principio de la crisis: que la utilización de recursos públicos debería implicar la presencia del Estado en la administración y gestión de las entidades que los recibieran. Sin embargo, este principio, que parece acorde con la defensa del interés público, es presentado en España como algo peyorativo, probablemente por el descrédito que sufre todo lo público y también por la creencia en la bondad absoluta de lo privado que, como estamos viendo, carece de capacidad para ayudar a superar los problemas del sistema crediticio. Creo que, en estas circunstancias, el Estado podría pasar de ser el mal menor para algunos a convertirse en la garantía de la ordenación y del saneamiento eficaz de un sector tan importante para España como es el de las cajas de ahorros. Es un hecho aceptado que el estallido financiero de agosto de 2007 y su prolongación en otoño de 2008 con la quiebra de Lehmans Brothers alteró profundamente los mercados financieros y causó la parálisis de la economía real. Ello puso de manifiesto que los poderes públicos, llevados de un entendimiento erróneo de la libertad de mercado, hicieron dejación de su obligación de velar por los equilibrios fundamentales tanto sociales como económicos; lo que fue aprovechado por la codicia de algunos agentes financieros: el discurso de la globalización, muy influenciado por el del capitalismo financiero, ha anegado durante los últimos quince años las posiciones públicas de los diferentes gobiernos, incluidos los nuestros, sin distinción ideológica alguna, hasta el punto de hacernos pensar que el Estado era algo residual y poco adecuado para los nuevos tiempos. Pero la cadena de decisiones adoptadas desde entonces, siguiendo la iniciativa de los Estados Unidos, nos obligan a considerar el papel central de los Estados en la ordenación de la crisis, incluida la del crédito. Tanto para los fundamentalistas del liberalismo como para los múltiples conversos procedentes de la socialdemocracia, las iniciativas públicas adoptadas han resultado extrañas y chocantes, sin pararse a pensar que los gobiernos tienen la obligación de defender el interés público y de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, algo a lo que los liberales genuinos nunca renunciaron. Y en esa línea es en la que creo que conviene situar el proceso de nacionalización de algunas cajas de ahorros españolas, ante la imposibilidad manifiesta de las ilusorias opciones privadas. Aunque sea tardío y poco vigoroso, puede ser el principio de un recorrido más sólido y eficiente para estas cajas y otras que pueden llegar después. Es importante que el camino que ahora se inicia quede despejado de reservas y de prejuicios. Lo señalo, porque la corriente imperante, incluso entre los gobernantes, es que la nacionalización es un mal necesario del que hay que pasar cuanto antes. Y eso podría estimular actuaciones guiadas más por un sentido liquidador que por un propósito constructivo y conservador de instituciones necesarias, que lo que requieren son políticas profesionales de gestión y saneamiento, orientadas a devolver el dinamismo a un sector vilipendiado, por causa de una simplificación muy frecuente en España: confundir a los gestores negligentes con las entidades que gestionan. Como nunca es tarde para encontrar un buen gobierno, en el caso de las cajas de ahorros puede que la presencia del Estado en las mismas, aunque éste la haya rehuido expresamente, obligue a separar el grano de la paja y a aplicar los principios y las políticas que demandan los problemas que tiene el sector, con transparencia y con exigencia, lejos de los intereses particulares. Precisamente en España, que vivió en los años 70 y 80 la crisis bancaria más importante de la época en Europa, no falta experiencia. Y, al fin y al cabo, es lo mínimo que se puede esperar de quienes tienen la responsabilidad del poder público. Porque debajo de la hojarasca de propaganda y de las versiones interesadas acerca del porvenir de las cajas de ahorros españolas conviene subrayar que, aun con los ingentes problemas que las atenazan, representan unos de los activos más sólidos de nuestro sistema crediticio: su presencia en el país, su implicación en la economía real y su grado de eficiencia en el mercado minorista son valores que, gestionados adecuadamente por el Estado, pueden permitir que, en plazo breve, se reanude el caudal del crédito, cuya ausencia esta condenando a la economía española a una larga postración.

¿Intervención humanitaria? Occidente oculta por qué apoya a los rebeldes libios

Ignacio Gutiérrez de Terán Gómez-Benita es Profesor de Estudios Árabes e Islámicos, Universidad Autónoma de Madrid Publicado en El Confidencial (30/03/2011) Doce días después de iniciada la campaña de bombardeos aéreos occidentales sobre Libia, la situación (militar) sobre el terreno ha cambiado de forma drástica: las fuerzas del dictador Muammar Gadafi se baten en retirada desde el este, acosadas por los militares disidentes y las milicias rebeldes, cuyo avance han contenido en Bin Yauad, población próxima a la estratégica Sirte, la patria natal del coronel. El objetivo de los insurgentes es, primero, asegurarse el control de Sirte, feudo la tribu de los Gadádifa y reserva moral del régimen y, desde ahí, dirigirse a Trípoli. De esta forma, si no lo evitan escisiones de calado en los círculos civiles y militares más cercanos al clan de los Gadafi o no median presiones firmes por parte de los líderes tribales de Tripolitania, se ha de librar la última batalla. Será cruenta sin duda, porque la aviación de la OTAN no podrá intervenir de forma decisiva a favor de los rebeldes. No al menos si desea reducir al máximo las bajas civiles. No hay duda de que el futuro inmediato de Sirte ha de definir de forma drástica el curso del conflicto: si, como afirman algunas fuentes locales, los prohombres y líderes tribales de la ciudad y sus alrededores han retirado su apoyo a los Gadafi y están dispuestos a negociar con los rebeldes, aquéllos pueden despedirse ya de su última baza, a saber, la resistencia numantina de las regiones occidentales de Libia. El gran interrogante es saber si los de la Cirenaica están dispuestos a obviar la afinidad secular mostrada por determinados sectores de los Gadádifa, los Warfalla y los Magáriha, tres de las tribus más relevantes en Tripolitania, con el régimen de la Yamahiriyya (“Estado de las masas”, el nombre oficial de Libia). La tarea no resulta sencilla, por supuesto, sobre todo en lo referente a los Gadádifa (los Warfalla pueden alegar al menos que en 1993 un grupo de oficiales miembros de la tribu dirigieron un fallido golpe de estado y que, al fin y al cabo, jeques relevantes de la comunidad se han adherido a la revuelta desde el inicio), pero si la necesidad apremia, unos y otros sabrán poner en relieve las injusticias y desprecios sufridos a manos de los esbirros del arbitrario sistema gadafista, el cual ha erosionado las relaciones tribales y clánicas en Libia con el objeto de crear una especie de equilibrio regional que ahora se ha vuelto contra él. También habrá que preguntarse si los habitantes de Tripolitania y Fezzán (la tercera gran región libia, en el sur) se pueden fiar de las proclamas unionistas de los de Cirenaica, quienes afirman por activa y por pasiva que la capitalidad de Trípoli es irrenunciable y que, en ningún caso, pretenden una república independiente en Bengazi. De las garantías y poder de convicción de todos ellos dependerá que la dictadura más longeva de África caiga en cuestión de días, semanas o meses. Las fuerzas de Gadafi se desintegran Así pues, los insurrectos aglutinados en torno al Consejo Transitorio de Bengazi han pasado en poco más de una semana de tener la soga al cuello a disponer de todas las ventajas a su favor. No ya sólo han expulsado a las brigadas de los Gadafi de toda la Cirenaica (región oriental) sino que continúan controlando la ciudad de Misrata (la tercera del país), entre Trípoli y Sirte, incluido el puerto, y se están haciendo fuertes en el llamado Monte Occidental (al-Yabal al-Garbi), a pesar de que la artillería libia ha bombardeado la zona con la saña y arbitrariedad acostumbradas desde que se iniciara la contraofensiva del régimen, hará poco menos de un mes. Estamos inmersos en el inevitable pandemonio de la propaganda, los rumores y las hipótesis convertidas en datos irrefutables, pero el vuelco de los acontecimientos, penosos para la banda gadafista, invita a pensar que sus cuerpos armados se están desintegrando y que las tensiones entre las unidades especiales comandadas por los hijos y familiares del ·Comandante Combatiente· y el resto de formaciones están convirtiéndose en norma, todo ello ante la mirada de miles de mercenarios que han comenzado a sospechar que nadie les va a pagar sus emolumentos. Por el contrario, los mandos miltares de Bengazi han logrado, mal que bien, imponer el orden en el seno de las milicias civiles y, lo que resulta más perjudicial para Gadafi y su grey, les están diciendo a los aviones y barcos estadounidenses y europeos qué deben bombardear. Por ello, no debe extrañarnos que las incursiones aéreas de éstos hayan destruido objetivos estratégicos en lugares donde no se han registrado hasta ahora enfrentamientos armados, caso de Sebha, centro neurálgico militar en el sur y punto de intersección de los aprovisionamientos de armas y mercenarios. O que los cazas occidentales hayan castigado el frente de combate oficialista en torno a las ciudades cercadas en la costa, sobre todo Misrata y Zintán, ambas en poder de los insurrectos. ¿Una intervención humanitaria? Lo anterior debe conducir a plantearse una vez más la sustancia y licitud de las resoluciones internacionales que desde 1991 han servido de doctrina para las intervenciones militares occidentales en el mundo árabe e islámico. El texto de la resolución 1973, del 17 de marzo de 2011, que ha dado cobertura a los bombardeos en Libia y garantiza la zona de exclusión aérea, explicita que el objeto de los mismos es ·proteger a la población civil·. El problema viene suscitado por el añadido de ·por todos los medios posibles·, lo cual deja a discreción del comando militar -y no de las propias Naciones Unidas- determinar si atacar un depósito de armas en Trípoli o un convoy militar entre dos puntos distantes en el sur entra dentro de esta categoría. En realidad, esta intervención, supuestamente humanitaria, se está llevando a cabo para apoyar la campaña militar de los insurrectos, lo cual, con independencia de lo que pensemos sobre cada una de las partes enfrentadas y quién ha originado este ciclo violento, no se corresponde con el espíritu de la resolución. En este sentido, el documento ·oculta· un objetivo principal -derrocar a los Gadafi por medios interpuestos, esto es, una ofensiva terrestre local y un apoyo aéreo extranjero-, objetivo que determinados portavoces civiles europeos y estadounidenses han expuesto con mayor nitidez. El principal problema, pues, radica a nuestro entender en que los países occidentales siguen utilizando los mecanismos de la legalidad internacional para justificar sus estrategias particulares. Lo peor, y lo que nos hace sospechar que la cristalización de un verdadero recambio basado en la ética, la transparencia y la sinceridad está muy lejos aún, es que los estados que se abstuvieron en aquella votación, en especial China y Rusia, hacen gala de un cinismo y una desvergüenza sin límites. Ya nos hemos acostumbrado a que Pekín y Moscú se muestren reticentes, cuando comienzan las deliberaciones en torno a sanciones contra quien sea, para luego terminar dando su brazo a torcer de mala gana. Cumplen quizás el cometido del ·policía bueno·, pero terminan irritando a todo el mundo: a unos porque a pesar de sus proclamas no hacen nada por encauzar la Organización de las Naciones Unidas hacia una senda más ecuánime y efectiva; a los otros, porque en reuniones a puerta cerrada permiten la inclusión de cláusulas como ·con todos los medios necesarios·, sabiendo a qué equivale todo eso, y luego, ante las cámaras, horas después de iniciados los ataques, se limitan a ·exigir· el fin de los bombardeos, como si carecieran de potestad e influencia para forzar una reunión, o la menos intentarlo, del Consejo de Seguridad. Se equivoca quien piense que la intervención, ya de la OTAN tras asumir el mando de las operaciones, va a resultar con estas premisas un espaldarazo para el proyecto de liberación y democracia en Libia. Al contrario, el proyecto en cuestión va a resultar rehén de toda esta operación y, dependiendo de cómo se desarrollen las operaciones militares, deberá dedicar parte de sus energías a justificar el porqué del apoyo prestado por los opositores. Por supuesto, comprendemos que millones de libios -y buena parte de la opinión pública árabe- hayan recibido los ataques aéreos contra las fuerzas oficialistas como una bendición caída del cielo -si nos hubiese tocado vivir en Bengazi el 16 de marzo habríamos hecho lo mismo, seguro- y sólo nos cabe esperar que, dentro de lo malo, la contienda se decida cuanto antes posible y con el menor coste de vidas. La estupidez criminal de Gadafi, confiado en la supuesta comprensión de sus nuevos amigos occidentales, ha hecho que muchos consideren la intervención armada externa un mal menor. Y todo ello porque los intereses oscuros de determinadas potencias regionales e internacionales, amigas, enemigas y neutrales -y aquí debe incluirse también la postura vergonzante de dirigentes como Hugo Chávez y su doble rasero ·revolucionario·- y ese tic convertido en hábito ya con el que Occidente procesa las revueltas árabes, estudiando la forma de reconducir la crisis a su favor en lugar de apoyar las reclamaciones populares de manera sincera y eficaz, han diferido demasiado una decisión firme sobre la agresión feroz de un régimen contra un pueblo que, en un inicio, se manifestaba de manera pacífica en demanda de libertad y derechos. Habría bastado, como muy tarde una semana después del estallido popular, un embargo aéreo y marítimo y una imposición de un alto el fuego innegociable. Y en el caso de no haberse cumplido éste, tras una inspección in situ de comisionados de la ONU, cosa más que probable conociendo la mentalidad de Gadafi, una intervención militar con comando multinacional y participación del mayor número posible de naciones para inutilizar las brigadas y cuerpos de elite y romper el bloqueo impuesto a las ciudades y pueblos díscolos, así como asegurar el suministro de comida y medicinas y promover la salida negociada de los Gadafi. Pero hablamos por hablar, pues hemos comprobado ya en tantas ocasiones la inoperancia de la llamada comunidad internacional como para mantener la esperanza en acciones globales, consensuadas y coherentes. Un plan de acción que permita pensar que el mundo no está regido por una única potencia que tiene que participar de forma activa en cualquier empresa colectiva -si Estados Unidos no interviene, malo, y cuando lo hace, peor, ¿en qué quedamos?-. Y que todos nosotros, venciendo nuestra apatía, estulticia y desinterés, seamos capaces de forzar una comunidad internacional que diga “no” y, además, ponga coto a las barbaries cometidas por regímenes violentos e inhumanos contra su pueblo, ya sea en Libia o, por poner el contraste más sangrante, en Palestina, a manos aquí de un sistema político racista y falsamente democrático.

martes, 29 de marzo de 2011

El paripé de Moncloa y el caramelo envenenado de Botín a ZP

Por Alberto Artero Publicado en Cotizalia (28/03/2011) Puede que sea un tipo algo rarito pero he de confesar que estas reuniones entre el Gobierno y directivos de las mayores empresas de este país me parecen no sólo un ejercicio fútil de vanidad colectiva sino una pérdida absoluta y miserable de tiempo. Ni ayudan a la imagen de España en el exterior, donde se entiende mal esta connivencia entre sector público y privado, ni marcan una agenda que permita augurar un cambio de ritmo en la política económica o social nacional. Así: 1-. El Ejecutivo seguirá dando prioridad táctica a su agenda política de acuerdo, no con la opinión de estos señores, sino con el ritmo que marque el marcapasos del diferencial de nuestra deuda con la alemana que no solo depende de factores directamente controlables por nuestros gobernantes. Zapatero lo pudo decir más alto pero no más claro, para asombro de alguno de los presentes que debió pensar que qué pintaba él ahí: mandan los mercados, no vosotros. Por fin se ha caído del guindo. 2-. Las compañías asistentes, por su parte, intentarán como hasta ahora maximizar su beneficio, lo que pasa necesariamente, para buena parte de ellas, por reducir el peso del negocio español en su cuenta de resultados en busca de nuevas oportunidades más allá de nuestras fronteras. Hasta ahora no les ha ido mal. Lo cual lleva inevitablemente a la cuestión de dónde estaban los representantes los que más sufren con la crisis, aquellos que son parte sustancial del tejido industrial y de servicios de España y, por tanto, de los que depende la creación final de empleo: las pymes, la empresa familiar o los autónomos. Ah, que no dan el perfil. Vaya. Más. Cualquiera con dos dedos de cabeza sabe lo productiva que puede ser juntar en una sala a 45 interlocutores distintos, cada uno de los cuales con un libro particular y diferente del que hablar bajo el brazo. Y lo que se ha filtrado de la reunión pone de manifiesto que se trató de un paripé sin pies ni cabeza de finalidad difusa, desarrollo extraño, conclusión incierta y proyección perversa. Una joyita, vaya. El intento por parte del Gobierno de convertirlo en estructural por la vía de la recurrencia da casi miedo. 1-. La convocatoria formal giraba alrededor de la nueva batería de reformas que el Ejecutivo había presentado el día anterior al resto de los socios comunitarios al objeto de cumplir con el calendario de ajuste con ellos acordado. Como iniciativa estrella, la regularización laboral del empleo sumergido. Pues bien, de todas las declaraciones de unos y otros filtradas a la prensa, ni una sola palabra sobre el particular. ¿Entonces? Finalidad difusa. 2-. Se trató más bien de una serie de intervenciones inconexas en las que cada uno de los intervinientes fue arrimando el ascua a su sardina: energía, turismo, infraestructuras... Si es cierto eso que cuentan los medios de los Vicepresidentes, tan aplicados ellos, tomando notas mientras los directivos -que no empresarios en la mayoría de los casos- hablaban, es de escopeta nacional. Como si la piedra filosofal se escondiera en el discurso de cinco minutos de cada uno de estos prohombres. De verdad. Desarrollo extraño. 3-. Y ahora, ¿qué? Estaría bien que tanto unos como otros hicieran el favor de responder a esta pregunta. ¿Cuál es la utilidad de esto? Si se trata de recabar opiniones, por qué no se hace individualmente, sin luces y cámaras de por medio. Si se les considera las voces más autorizadas de sus respectivos sectores, por qué no trabajar en equipo con cada uno de ellos de forma separada. No sabe, no contesta. Ni un manifiesto conjunto, ni un documento conclusivo. Una foto para el recuerdo parece ser la única conclusión cierta. Mucho ruido y pocas nueces. La irresistible seducción de la imagen. Mención aparte merece la utilización política que se ha hecho del encuentro, su perversa proyección que pone de manifiesto qué era para el Ejecutivo lo verdaderamente importante de la reunión: reforzar el papel de un Presidente en horas bajas y mandar un recado a aquellos que piensan que la suerte está echada. Lo sorprendente es que haya sido Botín el adalid de esta causa perdida. Aunque ZP saboree su apoyo como el mejor de los manjares, su defensa por parte del banquero es caramelo envenenado. Le está pidiendo que se inmole, no que se salve. No hay nada que hacer, sacrifícate. Ahí te las den todas.Todos los que estamos aquí sabemos que España contigo no va a ninguna parte. Pero cambios electorales en Grecia, Irlanda y ¿Portugal? precedieron a sus intervenciones. Cómete el marrón y deja esto todo lo limpio que puedas. No querrás pero te van a obligar los de siempre, esos a los que acabas de apelar, los mercados. Y cuando llegue otro, que todo pinta que llegará, que se encuentre cuanto menos polvo mejor debajo de la alfombra. Será la hora del despegue. Visto así, va a ser qué le importa España. A años luz de su banco, eso sí. Buena semana a todos.

sábado, 26 de marzo de 2011

El 11 M de Zapatero por Manuel Molares do Val

(Crónicas Barbaras, publicado en Periodista Digital el 25 de marzo de 2011)
Crónicas Bárbaras




Buena parte de los medios informativos españoles han presentado como filoterrorista a Abdennur Prado, de 44 años, converso al islam y fundador y presidente de la influyente Junta Islámica Catalana, por haber anunciado que Zapatero tendrá su 11M en esta vida o en la otra, aunque “Dios no lo quiera”.


Su escrito, “Tendrán su 11M”, apareció en su blog personal y seguidamente en Webislam, la página más importante de los musulmanes españoles supuestamente moderados, aunque no puede ocultar la vigencia de leyes como la sharia, cuyos terribles castigos justifica como producto de las costumbres de los distintos pueblos musulmanes.


Prado no profiere amenazas, pero a pesar de ello retiró dos días después su alegato porque cree que ha sido mal interpretado. Ya.
Lo cierto es que desde su visión religiosa, afirma que los crímenes se pagan, y que la actuación de barcos y aviones españoles para ayudar a matar inocentes, niños incluidos, tendrá su castigo.


“Ama la destrucción a Zapatero, la masacre, la guerra, la ignominia. Penetrando en el círculo de sangre, ceremonia de muerte masiva que responde a los más bajos intereses (…) Tan solo unos días después del aniversario del 11-M, como un acto de traición a las víctimas y al sufrimiento de los españoles (...) Tendrá su 11-M. Dios no lo quiera”, escribe.


El rosario “Dios no lo quiera” aparece cuatro veces, pero advierte que es un crimen atacar a los que el primer mundo considera bárbaros, los libios u otros pueblos musulmanes, y que la violencia no genera sino más violencia.
No admite que las fuerzas occidentales vayan a defender a ese pueblo presuntamente masacrado por Gadafi, sino que rechaza la intromisión extranjera en un conflicto libio, entre musulmanes.


Prado nos advierte de que si los musulmanes autoproclamados moderados como él ven el 11M como castigo a Aznar por Irak, deberíamos plantearnos cómo reaccionarán los fanáticos jihadistas ahora, que ciertamente son muchos.
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viernes, 25 de marzo de 2011

De Portugal y de rescates

Por Manuel Muela

Publicado en El Confidencial (25/03/2011)

La caída del Gobierno portugués ha puesto de nuevo el foco en las políticas de rescates que viene practicando la Unión Monetaria Europea para proteger al euro. Desde que se iniciaron con el rescate de Grecia no ha habido respiro, porque, en mi opinión, tales políticas son poco realistas y, lo que es peor, conducen a los países afectados por sus efectos a la depresión económica y al conflicto político y social. Por eso, creo que la decisión de la Asamblea de la República de Portugal, provocando la dimisión del jefe del Gobierno, debería mover a la reflexión sobre el mantenimiento de dichas políticas, que son en realidad meras operaciones de encubrimiento de errores de gestión, cuando no de puras especulaciones financieras.

Me parece que el proyecto europeo actual, inmerso en una huida hacia adelante desde el Tratado de Maastricht de 7 de febrero de 1992, está llegando al final de la escapada: la ampliación desmedida de la Unión Europea, los frágiles cimientos de la Unión Monetaria, el endeudamiento público y privado, la depresión económica de algunos países y los mensajes constantes de cercenamiento de las políticas sociales, van formando un explosivo de alta potencia, que destruirá muchos de los principios que inspiran a las políticas de la UE.

El caso de Portugal, y el reciente de Irlanda, indican que la insatisfacción de los ciudadanos es creciente, porque perciben y sufren las consecuencias de los errores de quienes han diseñado un modelo económico y monetario que ha ignorado las diferencias de las economías de los países que integran la UE, y en especial de los que forman parte del euro. De momento, la caída de dos gobiernos, Irlanda y Portugal, tienen un denominador común: el intento de ejecutar políticas dictadas desde el exterior, a sabiendas de que, si no hay actuaciones para corregir el volumen de la deuda, los sacrificios exigidos serán poco eficaces.

El pantano del crédito

Durante los últimos diez años las políticas crediticias expansivas han prendido en determinados países de la Unión Monetaria, algunos de los cuales con economías débiles que, en ningún caso, iban a permitir hacer frente a los compromisos derivados de los créditos obtenidos con largueza en los mercados internacionales. La moneda única abrió las compuertas del pantano del crédito y pocos resistieron la tentación de participar en el festival. Excepto el núcleo duro de la UE los demás, y España como mascarón de proa, se endeudaron hasta límites desconocidos, probablemente pensando que el euro suponía una fuerte garantía ante cualquier adversidad.

Es cierto que la moneda única se presentaba como la oportunidad para estimular el crecimiento económico y el bienestar social de los países que la adoptaron. Por eso, cualquier cautela o prevención sobre las dificultades futuras para hacer frente a la crisis de parte de los integrantes del euro no fue tomada en consideración y eso, hay que decirlo, alentó comportamientos irresponsables de gobiernos y empresas. El paraguas de la moneda única lo cubría todo. Y así pareció hasta 2007, año en que estalló la burbuja financiera. A partir de entonces se ha iniciado el duro camino a Canosa de los países citados, y del nuestro en particular, que comprueban que, contra los excesos, no hay garantías ni redes de seguridad. Al contrario, los acreedores se inquietan y los valedores del euro, que se cuentan entre los principales acreedores, se resisten a reconocer las pérdidas y diseñan políticas de rescate con la pretensión de alejar el cáliz de la reestructuración de la deuda.

Los volúmenes de ésta van creciendo, aunque se rebaje algo su coste, los países rescatados o en trance de serlo carecen de capacidad para generar recursos, porque sus economías se siguen debilitando y, aun así, se sigue insistiendo en las bondades de los rescates. Casi nadie pone en duda que no son la solución, más bien se esta demostrando lo contrario. Y es que habrá que reconocer en algún momento que la deuda acumulada por los llamados países periféricos no puede ser pagada: ni Grecia, ni Irlanda, ni Portugal, ni mucho menos España, sumidos todos en la depresión económica pueden enfrentar sus compromisos, aunque empezaran a crecer ininterrumpidamente al 5 por 100.

Como decía al principio, conviene huir de la propaganda y de la imagen que acompaña a los planes de rescate, porque no son tales. Son meros instrumentos de dilación para no reconocer los errores y las pérdidas de tirios y troyanos. Que hace falta disciplina, quién puede dudarlo, sobre todo después de comprobar los efectos de la irresponsabilidad, pero se requieren otras políticas comunitarias y otros gobernantes más serios que defiendan con rigor los intereses nacionales planteando políticas de saneamiento creíbles y realistas. Lo demás es artificio y miseria.

*Manuel Muela es economista

Pancracio: el chocolate gaditano que triunfa en el extranjero

Publicado en Cotizalia (25/03/2011 )

Seguro que reconoce su particular tipografía y el lazo que adorna sus dulces productos que aparecen en publicaciones de lifestyle, gastronomía y en otras dedicadas al diseño como Wallpaper, la biblia de las tendencias. Compiten con grandes chocolateros como los belgas o los suizos, viniendo de un país, España, que no tiene tradición en esta materia. Y todo esto con gran mérito sobre todo cuando uno descubre que la empresa está formada por cinco personas, el doble en momentos de picos de trabajo como las Navidades. Hablamos de Pancracio, el fabricante de los exclusivos chocolates.

Pedro Álvarez es el alma máter de esta firma gaditana. También es economista, experto en marketing, diseñador gráfico y, como no podía ser de otra forma, adicto al chocolate. Tras haber trabajado en la pastelería Bruno Bakery de Nueva York, Pedro empezó a darle vueltas a la idea de fabricar este dulce. “Recuerdo que pasaba con la bicicleta delante de los almacenes Bergdorf Goodman y me decía a mi mismo, qué bien estaría venderlos aquí”.

Defiende Álvarez que como empresario y como persona hay que ponerse metas altas, soñar grande… A él le ha funcionado porque desde 2003, cuando produjo una pequeña muestra de chocolates y turrones para familiares y amigos, hasta ahora, no sólo ha conseguido colocar sus productos en los anteriores almacenes, sino en las mejores plazas del mundo: estuvo en la prestigiosa tienda Colette, de París, actualmente se puede encontrar en Selfridges, de Oxford Street, en Londres... Aparte de estos establecimientos, la marca comercializa a través de su página web y cuenta con una tienda física en Cádiz y varios corners en otras tantas de España.
“¿De dónde viene la marca? quería un nombre que fuese fácilmente recordable, que sonara algo retro, vintage, que resultase simpático”, cuenta el creador. Y así surgió Pancracio: lo de los originales envoltorios, casi objetos de colección, lo tuvo fácil gracias a sus conocimientos de marketing y branding. La firma cuenta actualmente con unas 80 referencias: bombones, turrones, chocolates de todo tipo… “Lo próximo que lanzaremos es una mermelada de frambuesa con pimienta rosa”, comenta en la entrevista durante la cual es difícil que no se haga la boca agua.
La empresa, que apuesta por la innovación en sus productos, comercializa también un vodka con sabor a chocolate que fue elegido producto del año por Wallpaper.

Pancracio ha ido creciendo poco a poco (Álvarez se resiste a dar la facturación pero confirma que ha aumentado de 2009 a 2010). Álvarez dice que podría haber crecido más deprisa en cifras, pero afirma que están haciendo marca, que todavía tienen mucho recorrido y que prefiere un crecimiento consolidado, sin acudir a créditos, basándose en financiación propia. Las exportaciones representan el 22% de su cifra de negocios.

¿Cómo puede competir una pequeña marca proveniente de un país sin tradición chocolatera con los más grandes del mundo? “Creo que nos ha ayudado el estar fuera de los circuitos tradicionales del chocolate, eso ha hecho que nos vean como exóticos. Pero no te creas, España cada vez más es percibida como potencia chocolatera, de hecho se considera a Cataluña como la Bélgica del sur de Europa”, explica.

El secreto del éxito de Pancracio se asienta en un producto original, con tintes de exclusividad, una materia prima de calidad y un packaging poco convencional. Álvarez, para quien comer chocolate con pan es una tradición a conservar (“te retrotrae a tu infancia”), confiesa tomar este dulce diariamente: “Todos los días y fiestas de guardar, al menos 362 días al año”, ríe. Lógico: hay que predicar con el ejemplo.

El consejo del emprendedor: “En general hay que tratar de transmitir emoción con lo que creas y además, no ponerse límites, soñar alto. No tengo por qué limitarme a los mercados locales porque estoy en Cádiz, hay que trazarse grandes metas, buscando la excelencia”.

Yo no vengo a decir un discurso, de Gabriel García Márquez

Por Ignacio Moreno Aparicio

“Yo no vengo a decir un discurso” de Gabriel García Márquez.
Editorial Literatura Mondadori. Barcelona 2010. 153 Págs.

Gabriel García Márquez, nacido en Colombia, es una de las figuras más importantes e influyentes de la literatura universal. Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982, es además cuentista, ensayista, crítico cinematográfico, autor de guiones y, sobre todo, intelectual comprometido con los grandes problemas de nuestro tiempo, en primer termino los que afectan a su amada Colombia pero también a America latina en general. Máxima figura del llamado “realismo mágico”, en el que historia e imaginación tejen el tapiz de una literatura viva, que respira por todos sus poros, es en definitiva el hacedor de uno de los mundos narrativos más densos de significado que ha dado la lengua española en el siglo XX. Entre sus novelas más importantes figuran, “Cien años de soledad”, “El coronel no tiene quien le escriba”, “Crónica de una muerte anunciada”, “La mala hora”, “El general en su laberinto”, el libro de relatos, “Doce cuentos peregrinos”, “El amor en los tiempos del cólera”, y, “Diatriba de amor contra un hombre sentado”. En el año 2002 publicó la primera parte de su autobiografía. “Vivir para contarlo”. “Yo no vengo a decir un discurso”, es su nuevo libro.

“¿ Qué hago yo encaramado es esta percha de honor, yo que siempre he considerado los discursos como el más terrorífico de los compromisos humanos ?”. Gabriel García Márquez.

Los textos que Gabriel garcía Márquez ha reunido en este libro fueron escritos por el autor con la intención de ser leídos por él mismo en público, ante una audiencia, y recorren prácticamente toda su vida, desde el primero, que escribe a los dieciséis años para despedir a sus compañeros del curso superior en Zipaquirá, hasta el que lee ante la Academia de la lengua y los reyes de España al cumplir ochenta años.

Estos discursos del premio Nobel nos ayudan a comprender más profundamente su vida y nos desvelan sus obsesiones fundamentales como escritor y como ciudadano; su fervorosa vocación por la literatura, la pasión por el periodismos, su inquietud ante el desastre ecológico que se avecina, su propuesta de simplificar la gramática, los problemas de su tierra colombiana o el recuerdo emocionado de amigos escritores como Julio Cortazar o Álvaro Mutis, entre otros muchos.

El lector tiene entre sus manos el complemento indispensable a una obra narrativa que nos seguirá hablando en un largo porvenir. (www.editorialmondadori.com )

miércoles, 23 de marzo de 2011

El régimen libio no caerá sin una operación terrestre de los aliados

Por Carlos Sánchez

Publicado en El Confidencial (22/03/2011)

Gadafi en Libia es el Hermano Líder. Nadie osa llamarlo de otra manera. Ni siquiera los extranjeros. Y mucho menos las empresas multinacionales que han encontrado en Trípoli un suculento mercado. Nada nuevo bajo el sol.
Lo realmente singular es la construcción de un proyecto faraónico -y sin duda necesario- puesto en marcha por tan carismático líder en 1984, y que responde al nombre de Gran Río Artificial. La obra ha consistido en la creación de una red de tuberías destinada a llevar agua desde el corazón de los acuíferos del desierto (surgidos cuando el Sáhara era un territorio fértil) hasta el norte del país, donde se concentra el 95% de la población libia.
En total, casi 4.000 kilómetros de tuberías -una distancia incluso superior a la que separa Madrid y Moscú- de un diámetro de 4 metros. El Hermano líder ha destinado a ese gigantesco proyecto -Libia es uno de los países más secos del mundo- nada menos que 25.000 millones de dólares. Una cantidad verdaderamente colosal para un país de poco más de seis millones de habitantes. Es como si España destinara el 35% de su PIB (unos 350.000 millones de euros) a un solo proyecto.

Gadafi recela del capitalismo, pero lo cierto es que la obra la han ejecutado empresas coreanas, canadienses, estadounidenses o francesas, lo que refleja que una cosa es denunciar el ‘sionismo internacional’ y el ‘imperialismo americano’ y otra bien distinta es hacer política en un país en el que el 95% de las exportaciones, el 25% del PIB y el 80% de los ingresos públicos tiene que ver con el petróleo. Las autarquías siempre han necesitado un impulso tecnológico exterior. Y Libia no es una excepción.
Gadafi lo sabe, y por eso ha tejido una compleja red de contratistas que le han liberado de la presión ejercida por la comunidad internacional contra los países gamberros. El término está ya en desuso, pero no la realidad de Libia, lo que hace que la intervención militar tenga más sombras que luces.

Sellar las fronteras

La resolución de Naciones Unidas no autoriza la invasión terrestre, como se ha encargado de subrayar la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, y nada indica que se pueda acabar con el régimen si las tropas de la coalición no pisan suelo libio. Ni siquiera sellando las fronteras con un embargo a todas luces injusto con la población civil, como sucedió en Iraq. Máxime cuando como reconoce la página 56 de este documento del Gobierno español, Libia continúa teniendo arsenales de armas químicas (aunque haya construido ya una fábrica para su futuro desmantelamiento) En este caso, las armas químicas no son un invento de la CIA.
Como ha recordado Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa del Instituto Elcano, las intervenciones las carga el diablo. Incluso las que tienen carácter preventivo, como supone la creación de una zona de exclusión aérea. Según datos del RUSI, un relevante think tank británico, la creación de una zona de exclusión aérea en Irak durante los 12 años que duró la operación costó 1,5 billones de libras y 34.000 salidas aéreas. Una cantidad sin duda inasumible en las actuales circunstancias económicas. Ese elevado coste, al margen de otras consideraciones políticas o estratégicas, explica el tímido papel de EEUU en la intervención. Aunque no es esa la única razón.
El hecho de que Obama no se haya calzado la gorra de comandante en jefe de la VI flota (todavía) lima la resistencia que hubiera tenido en los países árabes una acción armada protagonizada por EEUU, aún el gran Satán para buena parte de la población. Y no necesariamente la más influida por Al Qaeda. El problema es que países musulmanes como Turquía -miembro de la OTAN-, no participan en el combate, y eso sin lugar a dudas resta legitimidad a la intervención. Al contrario de lo que sucedió en Irak, en esta ocasión el debate político no tiene que ver con la legalidad de la operación, sino con la legitimidad, un concepto más gaseoso pero de indudable transcendencia en unos momentos en los que Obama y sus aliados -incluido Reino Unido- huyen como pollo sin cabeza, que diría John Benjamin Toshack, de cualquier comparación con lo que ocurrió en Irak.

Y legitimidad tiene, como asegura la profesora Araceli Mangas, el levantamiento de los libios de la Cirenaica contra Gadafi. Sostiene Mangas, catedrática de la Universidad de Salamanca, que no hay ilícito cuando un pueblo se levanta en armas “contra quien le niega sus derechos de participación en la vida política, económica, social y cultural y viola sus derechos humanos de forma constante, grave y masiva”. Así está reconocido, recuerda, en la Resolución 2625 (1970) de Naciones Unidas, en la doctrina cristiana, en el pensamiento de grandes autores como Francisco de Vitoria, Kant, Vattel y Locke, y en el preámbulo de la Constitución francesa.

Abstención de los emergentes

Argumento intelectuales de peso que desde luego no han convencido a los países emergentes. En particular los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), que se abstuvieron en la votación del Consejo de Seguridad. Su actitud puede interpretarse como una respuesta al ninguneo que sufren en la ONU por parte de las potencias occidentales, pero también con el poco apego a procesos democráticos en marcha.
La clave en Libia, por lo tanto, es cómo conseguir parar la agresión de Gadafi a las regiones del este del país -un territorio controlado históricamente por tribus beduinas- sin poner pie aliado en suelo libio. Algo sin duda complicado si al mismo tiempo se busca mantener la integridad física de un país con 1.770 kilómetros de litoral, lo que le hace tremendamente vulnerable a movimientos secesionistas.
Y en verdad que hay un riesgo real de que produzca un cisma con capital en Bengasi pese a que la resolución de Naciones Unidas respalda de forma expresa la integridad política del país. Hay quien piensa, sin embargo, que ese escenario es el más propicio para el terrorismo yihadista, pero desgraciadamente la diplomacia internacional se construye con luces de posición y no con luces largas. Y ese el verdadero problema de la acción militar contra Libia.
La coalición espera que la intervención militar acabe lo antes posible para dar paso a la acción diplomática. Lo malo es que es muy probable que al otro lado de la mesa de negociaciones vuelva a estar un tal Gadafi (padre o hijo).

Doce claves indispensables para entender el milagro alemán

Por Alberto Artero

Publicado en Cotizalia (23/03/2011)

Deustche Bank acaba de publicar ToPPiX, su informe de estrategia trimestral sobre la bolsa alemana. De 140 páginas, es el análisis más exhaustivo que los distintos brokers internacionales publican de aquel país. Comprende datos macro, estimaciones de beneficio, valoraciones con base en distintas ratios e indicadores de momentum. De su estudio nace una selección de valores que es actualizada periódicamente. ToPPiX arranca siempre con un tema especial, que sirve para contextualizar el documento. En esta edición, y al calor de la caída sufrida por su mercado de acciones con motivo de la crisis nuclear japonesa, los autores han hecho un compendio de razones por las que creen que las acciones de Alemania siguen siendo una oportunidad. Y han encontrado hasta 16 motivos que servirían para explicar el milagro alemán. Quien quiera recibir el texto completo que me lo haga saber, vía correo electrónico (smccoy@cotizalia.com). Lo que yo les resumo hoy aquí es el contenido de las páginas 15 a 43, que desarrollan individualmente la docena y pico de argumentos.

Punto de partida. Pese a que el desastre afecta a sus compañías aseguradoras, al desarrollo del programa nuclear local, a sus firmas de bienes de lujo o a los fabricantes de automóviles, Alemania sigue siendo para el Economista Jefe de DB, "el mayor beneficiado a nivel mundial del proceso de globalización, gracias a su especialización productiva y su competitividad internacional". Tras repasar los posibles riesgos a los que se enfrenta el país, concluyen los autores que "la posición alemana sigue siendo fuerte, tanto desde un punto de vista estructural como coyuntural". Prevén 7.410 puntos de DAX a final de año, el 9% más desde los niveles actuales.

Argumentos. Los dividen en dos grandes categorías: 12 que se podrían considerar como sistémicos, imbricados en la estructura productiva y cultura empresarial alemana, y 4 de carácter circunstancial, resultado de su privilegiada posición actual en el entorno internacional. Nos centraremos en los primeros. Que los disfruten.
Alemania ofrece activos productivos, refugio como el oro u otras materias primas en momentos de duda sobre el valor del dinero fiduciario. La participación del sector industrial en su PIB se ha mantenido alta y estable a lo largo de los últimos quince años. Ha pasado del 23% en 1995 al 21,3% ahora. Supone un 65% del DAX frente al 26.8% del IBEX, el farolillo rojo de Europa (página 19).
Productividad basada en una mejora constante de sus costes laborales unitarios, gracias a la estrategia de los sindicatos de preservar empleo por encima de aumentar los salarios de sus representados. Aun así, sus CLUs son los terceros más elevados de Europa, sólo por detrás de Suiza y. España (página 20).
Mejora constante de competitividad que le ha llevado a situarse en el quinto lugar -de 139 naciones- del escalafón fijado por el World Economic Forum. En 2000 transitaba por el decimoquinto. Para dicha mejora ha jugado un papel esencial la innovación: 17.171 patentes registradas solo en 2010, diez veces más que España (1.725) (página 25).
Exposición al crecimiento mundial a través de la exportación, que ha pasado de suponer el 24% del PIB alemán en 1995 al 46% en la actualidad. Otros países europeos se han estancado. Sólo en 2010 sus ventas al exterior crecieron un 20%. Ha mantenido su cuota exportadora global alrededor del 9% pese al papel cada vez más relevante de los BRICs en el comercio internacional.
Lo que le lleva a disfrutar de un envidiable superávit comercial, el tercero del mundo solo por detrás de China y Japón. En total, 162.300 millones de dólares centrados en bienes de equipo, automóviles, software o productos agrícolas. En el extremo opuesto se encuentran Estados Unidos y España, con una posición deficitaria esta última de 72.000 millones en 2010 (página 28).
Cumple un papel clave la especialización productiva y la división del trabajo que lleva a subcontratar a terceros países todo aquello que se puede producir de modo más eficiente que en la propia Alemania. La proximidad a Europa del Este, con sus menores costes operativos, ha sido clave en este proceso.
Bajo endeudamiento de particulares y empresas que se ha mantenido a lo largo de la última década. Así, mientras los primeros han disminuido su apalancamiento en diez años del 73% al 63% del PIB, las corporaciones lo han aumentado del 56% al 66%. El total no cambia y se sitúa en el 129% del PIB. En España, han pasado respectivamente del 51% al 84% y del 54% al 122%, de modo tal que el acumulado se ha situado en el 206% frente al 105% de 1999 (página 31). Sumen deuda pública y bancaria y...
Fortaleza de la mediana y pequeña empresa de carácter familiar, caracterizada por estar posicionada en nichos de negocio que requieren alta especialización tecnológica y cercanía al cliente y por estar gestionadas con una visión a largo plazo (los analistas citan estudios empíricos sobre este particular). Al contrario que ocurre en otros países, la capitalización bursátil en relación con el PIB se limita al 40% frente al 100% de, por ejemplo, España.
Acumulación de líderes mundiales en sus respectivas áreas de negocio. Hay una compañía alemana en el Top-3 de 27 de los 51 sectores industriales identificados a nivel mundial. Por encima de Estados Unidos (21), China (19) o Japón (10). Allianz, Basf, Bayer, Daimler, E.On, Metro, Siemens. son buenos ejemplos de ello junto a un grupo importante de "campeones escondidos" que figuran en la página 34 del documento. Un predominio que se manifiesta también a nivel subsector, con 142 presencias de 232 posibles.
Implantación internacional de sus modelos de negocio, cuyo ejemplo más palmario es la industria automovilística. Alemania ha sido capaz de mantener desde 1998 la producción local en cinco millones de unidades. Sin embargo ha duplicado la cifra de ensamblamiento fuera de sus fronteras que, en el mismo periodo, ha saltado de tres a seis millones de coches. 2010 ha sido el primer año en el que la fabricación extranjera ha superado a la local (6,1 millones contra 5,6). Marca, barreras de entrada y adaptación al gusto local son las claves recogidas por los analistas de DB para justificar este éxito.
Estabilidad en el precio de la vivienda, condición indispensable para la estabilidad económica. Al no haber participado de las burbujas que se gestaron en otros estados europeos, ni los propietarios tienen la incertidumbre sobre el valor de sus activos ni la actividad de construcción está tan frenada como en aquellos. Otra cosa es la exposición de los balances de sus bancos a la deuda hipotecaria de otros países como, por ejemplo, España.
Mentalidad calvinista de vinculación entre esfuerzo y recompensa.
A estas doce razones añaden hasta cuatro factores coyunturales que son desarrollados a lo largo del documento. Uno, alto crecimiento de PIB previsto en 2011 en relación con sus socios comunitarios; dos, baja tasa de paro, en su menor nivel en 18 años, 7,4% (sobre esto escribiremos en breve); tres, confianza empresarial en máximos de 20 años; y, a nivel estrictamente bursátil, valoración en línea con el resto de Europa, de acuerdo con los estimados de DB, por debajo de 10 veces beneficios. ¿Voluntarismo de parte interesada o realidad? La fuerza de los datos invita a pensar lo segundo.

lunes, 21 de marzo de 2011

Zapatero, una máquina de cometer errrores

Por Jose Antonio Zarzalejos

Publicado en El Confidencial (21/03/2011)

José Blanco confiaba que la reprogramación electoral del 22-M fuese suficiente para calmar a los barones del PSOE. La anunció el pasado 9 de marzo: se suspendía el tradicional mitin de precampaña en las Ventas, el presidente del Gobierno pasaría a un segundo plano en la campaña electoral, se regionalizaban los actos electorales y se centraban los discursos en la gestión municipal y autonómica protagonizados por los candidatos. En definitiva: las municipales y autonómicas no serían “una primera vuelta de las generales”. El vicesecretario socialista pretendía que este mutis por el foro de Rodríguez Zapatero fuese suficiente para permitir que el presidente llegase “vivo” al 22-M y se retirase “con dignidad”.

Sin embargo, los ‘coroneles’ del PSOE creen que ocultar al presidente ya no es bastante: es preciso que comunique públicamente, de forma inmediata, antes del 22-M, que no repetirá candidatura y, en definitiva, que a muy corto plazo, dejará la vida política. Alguno de los más prominentes barones considera que Zapatero “es una máquina de cometer errores; de hecho, no deja de cometerlos comprometiendo cada día más la campaña electoral y poniendo todavía en mayor riesgo los resultados de las elecciones de mayo”. La prisa por echar a Zapatero de la dirección del PSOE -que criticaba ayer Jesús Maraña, director de Público, el medio que con más lujo de detalle y mayor concreción dio la noticia de la precipitación de los acontecimientos- se explica en Ferraz en que, “día a día, asusta más a nuestro electorado con sus decisiones, a veces repentinas y, muchas, erráticas”.

El penúltimo error del presidente ha sido “su ardor guerrero” en la crisis libia. En su partido se asume que el Gobierno debía alinearse con EEUU, Francia y Gran Bretaña, pero no era necesario hacerlo con el énfasis mostrado por Zapatero. Fuentes socialistas aducen que “nuestro electorado no está en las sutilezas de si la intervención está amparada o no en una resolución del Consejo de Seguridad; sólo observa que Zapatero, como Aznar, va a la guerra y envía cuatro F-18, un submarino y una fragata, mientras Alemania, Turquía, Polonia, China y Rusia, entre otros países toman distancia.” Las fuerzas a la izquierda del PSOE, aprovecharán el “belicismo” de Zapatero. En eso están, desde ayer, Cayo Lara e IU y los movimientos pacifistas.
Y también aprovecharán otro error, según las fuentes consultadas: subrayarán la maltrecha incoherencia de Zapatero por la “innecesaria carta” del presidente a Van Rompuy del 3 de marzo pasado, en la que apoyaba sin fisuras el Pacto de Competitividad propuesto por Alemania y que se aprobará antes de las elecciones -el 24 y 25 de Marzo en la cumbre de la UE- “destrozando la estrategia de los sindicatos al vincular los salarios a la productividad como variable de mayor peso”.
Toxo y Méndez, se quedaron “perplejos” con el texto de la misiva. Por otra parte, tanto en el PSOE como en el Gobierno “no se entiende” cómo Zapatero ha permitido que las conversaciones entre CEOE y UGT y CCOO se hayan atascado en la negociación colectiva cuando tenían que estar concluidas el pasado viernes 18 de marzo por mandato de la ley de reforma laboral. Y la “gota que ha colmado el vaso” es la convocatoria masiva a cuarenta y cuatro empresarios en la Moncloa para explicar el Pacto por el Euro el próximo día 26, “quebrando de nuevo los cauces normales de interlocución con los agentes sociales”.

A este “ritmo de errores”, según fuentes socialistas, los candidatos del PSOE en el 22-M podrían ser arrollados por el PP, además de propiciar fuertes crecimientos de IU y de UPyD. De tal manera que la única alternativa -por desesperada que parezca a muchos- consiste en que el presidente despeje la incógnita de que no repetirá. “Si la decisión la tiene tomada desde Navidad, que la comunique y deje de jugar con el futuro del partido”. Un futuro que ya se ha jugado -con un desastre- en Cataluña y que amenaza con serlo también en Andalucía “porque el fraude en los ERES en muy grave y ha desactivado las posibilidades de Griñán”. Los Ayuntamientos de Sevilla y Barcelona se dan por perdidos para los candidatos socialistas.

Los dirigentes del PSOE, además, no esperan ningún buen dato económico salvo el turístico. Más aún: creen que el paro puede llegar al 21,5% y temen que los test de estrés que se realizarán en sistema financiero a finales de primavera, arrojen esta vez un resultado negativo especialmente en las Cajas de Ahorro, lo que provocaría otra crisis de la deuda soberana de España.

En el PP la precipitación de los acontecimientos en el Partido Socialista ha causado cierta sorpresa. Hace apenas una semana -cuando Blanco anunció la reprogramación de la campaña- Rajoy apostaba a que “ni de coña” Zapatero comunicaría antes del 22-M la decisión sobre su futuro. Ahora, dirigentes populares de Génova observan como “muy verosímil pero no seguro” que el presidente dé a conocer su retirada el 2 de abril, lo que, entienden, les obligaría a “ajustar el discurso”, aunque “no de manera sustancial” porque “es muy fuerte que el PSOE eche a su líder gobernante; no había pasado nunca. El caso de Almunia fue diferente”.

Operaciones en marcha

Todos se muestran expectantes ante la posibilidad de que emerjan de forma inmediata la llamada ‘Operación Rubalcaba’ (sería el candidato con primarias pero por aclamación, es decir, sin otro candidato que se las disputase) y/o la ‘Operación Solana’, que se mueve en el entorno de Tomás Gómez, en el PSM. Precisamente, en las primarias para la candidatura de la Comunidad de Madrid en las que se enfrentaron Trinidad Jiménez y Tomás Gómez, sitúan observadores socialistas “el principio del fin del control del partido por Zapatero”.

Ambas opciones de futuro son distintas: una, de cuño totalmente felipista -la de Solana y los más críticos a Zapatero como Gómez y Simancas, secundados por fuertes personalidades socialistas como Solchaga y Peces Barba-, y otra transaccional, la de Rubalcaba, que se aliaría con los líderes de Nueva Vía -Chacón, Jiménez, Caldera-, para ofrecer un futuro intergeneracional al electorado socialista, procurando que el zapaterismo no fuese laminado.

En Génova, sede del PP, se apostaba en la tarde de ayer por un “inevitable adelanto electoral de las generales” si Zapatero anuncia su retirada el 2 de abril porque el Ejecutivo entraría en una dinámica “incompatible con la gestión de los asuntos públicos en plena crisis económica y con una guerra en el norte de África”.

La gran mentira

Por Carlos Sánchez

Publicado en El Confidencial (20/03/2011)

Lloyd George era un tipo singular. Estaba hecho para la política. Pero a diferencia de Wilson y Clemenceau, no odiaba a sus adversarios, con quienes discutía hasta la extenuación. Tampoco era un intelectual, pero sus reflejos dialécticos eran insuperables.

La historiadora Margaret MacMillan cuenta que en cierta ocasión, durante la Conferencia de Paz de París -donde las tres potencias vencedoras de la Gran Guerra se repartieron el mundo-, Keynes y un colega suyo se percataron de que el informe sobre el Adriático que le habían hecho llegar al primer ministro británico en su calidad de asesores, contenía graves equivocaciones. Ambos se apresuraron a redactar una nota manuscrita en la que se reflejaba un cambio de postura importante de la delegación británica. Pero cuando el papel llegó a manos de Lloyd George, éste estaba ya en posesión de la palabra defendiendo la postura de Gran Bretaña. La corrección -entregada personalmente por Keynes- había llegado tarde.

El primer ministro británico, sin embargo, no se encogió. Tomó la hoja y echó un somero vistazo. Sin hacer ninguna pausa, fue modificando gradualmente sus propios argumentos hasta que al fin terminó su discurso expresando justamente la postura contraria de aquella con la que había comenzado.


Todo indica que a la Unión Europea, y. en particular, a este Gobierno, le sucede lo mismo que a Lloyd George. Se hace política a golpe de improvisación, y eso explica la ausencia de coherencia ideológica en la toma de decisiones. Como sostenía hace algún tiempo en privado un alto directivo del Banco de España, el problema no es que se haga una política de izquierdas o de derechas, el problema es cuando las cosas se hacen mal por ineptitud.

Un mal pensado -y en este país hay legión- lo achacaría al vacío intelectual de buena parte de la clase dirigente; pero, en realidad, se está ante un problema de mucha mayor enjundia cuya naturaleza tiene que ver con lo que el escritor francés Christian Salmon ha denominado 'la gran mentira'.

Se miente retrasando de manera irresponsable el momento de intervenir en Libia haciendo política de hechos consumados con el único objetivo de evitar que el dominó de los cambios democráticos alcancen a las corruptas monarquías del golfo. Si la insurrección hubiera triunfado en Libia, se hubiera dado una señal inequívoca: la movilización es el mejor camino para derrocar tiranías medievales. Y al mismo tiempo se habría acabado con esa gran mentira que han difundido durante años los regímenes árabes autoritarios de que son la última frontera contra el terrorismo. Sin duda que la intervención militar ha llegado demasiado tarde.

Se miente también sobre la verdadera dimensión de la catástrofe nuclear en Japón jugando al populismo y al alarmismo más descarnado, aunque ello exija tragarse el compromiso con los electores.

Proteger a los acreedores

Y se miente cuando la Unión Europea pone en marcha un mecanismo de rescate de los países periféricos que, en realidad, sólo pretende proteger a los países acreedores (léase Alemania y Francia). Estamos ante la fórmula mágica de la gran mentira convertida en una de las bellas artes.

Así, a golpe de embuste, se ha construido una realidad inventada que impide atacar el núcleo de los problemas. Los sistemas políticos y la propia realidad económica han degenerado en una gigantesca tramoya hueca. Lo importante es cómo se perciben las cosas, no lo que en verdad sucede.

El caso español es paradigmático en este sentido. El sector privado -en particular las empresas- está endeudado hasta las cachas, pero en aras de dar apariencia de que aquí no pasa nada, se mantiene enchufado a parte del sistema financiero al cordón umbilical del presupuesto público. Haciendo bueno aquello que alguien comentó al profesor Toribio sobre el oficio de banquero. Se trata de pedir dinero a gente honrada para entregárselo a insolventes.

La verdad, sin embargo, es siempre revolucionaria, que decía Gramsci, y lo cierto es que este país nunca podrá devolver las deudas contraídas. Hay un dato en el último boletín estadístico del Banco de España ciertamente relevante. Después del ajuste más severo de la economía española en más de medio siglo, el endeudamiento de los sectores productivos apenas se ha reducido en un 3%, hasta los 985.151 millones de euros. En el caso de las inmobiliarias, el resultado es todavía es más elocuente. Adeudan 315.781 millones de euros (sin contar la construcción), prácticamente lo mismo que hace dos años. Y nada indica que estén en condiciones de devolver sus deudas salvo un nuevo boom del ladrillo que hoy por hoy se antoja impensable.


Es más, si esa nueva primavera del ladrillo llega, los potenciales beneficios (plusvalías) del encarecimiento del suelo y de la vivienda no llegarían a los contribuyentes que piadosamente han puesto su dinero en los tiempos malos, si no a los accionistas de esas instituciones convertidas hoy en bancos, lo cual es ya de aurora boreal.

El caso del sector público no en menos elocuente. El profesor Alfredo Pastor ha hecho unos números y ha llegado a la conclusión de que España necesita tener un superávit primario durante cinco años equivalente al ¡6,1%! del PIB (sin contar el pago de intereses) sólo para estabilizar su nivel de deuda. ¿Mucho o poco? Una barbaridad si se tiene en cuenta que el punto de partida es un -6,6% de déficit que se alcanzará, en el mejor de los casos, este año.

Estamos, por lo tanto, ante una gran ilusión que sólo retrasa la salida de la crisis y encarece el coste del servicio de la deuda, lo que explica que el diferencial con Alemania no baje de los 200 puntos básicos. Pese a la aparente normalidad de las últimas semanas, los mercados siguen oliendo sangre. Básicamente porque saben que ni Grecia ni Irlanda podrán devolver lo que deben. Ni, por supuesto, Portugal, que se está financiando sus emisiones a dos años al 6%, seis veces más que el precio oficial del dinero. Incluso Grecia, un país intervenido, soporta todavía rentabilidades próximas al 15% -han leído bien- en emisiones a dos años que se negocian en los mercados secundarios.

Agujeros fiscales

Como alguien dijo, si Europa fuera Indonesia o Argentina, hace tiempo que los países altamente endeudados hubieran tenido que acudir al Club de París para renegociar sus agujeros fiscales, pero ocurre que en este caso los acreedores son los bancos alemanes y franceses, y eso son palabras mayores. La solución que se ha dado es alargar el problema aunque el proceso se lleve por delante el futuro del país con políticas de ajuste que necesariamente se van a convertir en crónicas para poder hacer frente a los compromisos financieros adquiridos. Un auténtica tragedia para un país como España que está obligado a destinar cada año 50.000 millones de euros (el 5% del PIB) sólo para pagar la carga de intereses y el desempleo. O lo que es lo mismo, la tercera parte del gasto no financiero del Estado.

La parte positiva del ajuste es que hay disciplina fiscal en un país de manirrotos y de nuevo ricos; pero ciertamente existe el peligro real de que el ajuste perpetuo estrangule la capacidad de crecimiento de la economía por falta de crédito. Y eso es una auténtica tragedia cuando es muy probable que ya se haya rozado la cifra de cinco millones de parados en este trimestre, como se encargará de revelar el INE el mes próximo.

¿Cuál es la solución? No hay otra que acudir a una especie de default controlado destinado a acelerar la reestructuración de la deuda, algo que en realidad descuentan los mercados desde hace meses y que justifica los amplios diferenciales.

El mecanismo permanente de rescate se antoja, en este sentido, sólo como un instrumento válido para evitar que la banca alemana y francesa anote en sus balances pérdidas cuantiosas, pero es una mala solución para los países periféricos, que por su mala gestión de los recursos públicos están condenados al ostracismo económico durante lustros por no decir la verdad

¿Por qué lo llaman derechos humanos cuando quieren decir petróleo?

Por Carlos Fonseca

Publicado en El Confidencial (21/03/2011)

La coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, Francia y Reino Unido, inició el pasado sábado los bombardeos contra objetivos militares en Libia para proteger a la población civil de los ataques de las tropas leales al régimen de Muamar el Gadafi. Un fin loable si fuera verdad, pero mucho me temo que tras las declaradas buenas intenciones se esconden intereses geopolíticos en la zona. Solo hace falta mirar las decenas de conflictos y de dictaduras que la comunidad internacional ha ignorado porque no eran rentables (los genocidios en Ruanda o en la República Democrática del Congo, por ejemplo) o consentido porque convenía a sus intereses (las de Oriente Medio son un buen ejemplo).

La protección de la población civil es una enorme mentira, porque hace ya tiempo que los ciudadanos no son solo víctimas colaterales de los conflictos armados, sino un objetivo prioritario. Desde que en la Segunda Guerra Mundial se bombardearon ciudades por primera vez, las víctimas civiles han ido en aumento en todas las guerras. No son solo muertos, son mujeres violadas, niños soldado, hambrunas, epidemias, y millones de desplazados y refugiados. Si a principios del siglo XX los civiles representaban el 5% de los muertos, a comienzos del siglo XXI son el 90%. Hemos pasado de los conflictos entre Estados a guerras civiles, en muchos casos con componentes étnicos-religiosos, en las que el “primer mundo” interviene o no a conveniencia.

Las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945 causaron más de doscientos mil muertos (obviamente no solo militares) y sus efectos se han prolongado durante décadas como consecuencia de la radiación. El relator especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en el genocidio de Ruanda contabilizó al menos 250.000 de mujeres violadas. La guerra de la República Democrática del Congo contabilizó más de cinco millones de muertos entre 1998 y 2007, según datos del Comité Internacional de Rescate. Los Balcanes, Chechenia, los miles de desaparecidos de las dictaduras de Chile y Argentinas, son solo unos pocos ejemplos de la indiferencia cuando no está en riesgo el equilibrio de poder en la zona o conviene al interés de los poderosos.

Muamar el Gadafi, el sátrapa al que ahora todos condenan, recibió honores de Estado allí donde fue, firmó convenios de amistad con algunos países que hoy justifican el empleo de la fuerza contra él (Italia), y Estados como España le vendieron armas. ¿Acaso era entones un firme defensor de los derechos humanos? No, pero lo que ocurría de puertas para adentro era un problema interno.

El petróleo (el 80% de la producción Libia va a parar a Europa) y la estrategia geopolítica la convirtieron en una dictadura consentida porque era útil para los intereses de Occidente y Estados Unidos. Como lo fueron las de Egipto o Túnez, países en los que sí ha triunfado la revolución, o como lo son las de Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Catar, Yemen, Bahréin, Argelia … donde el petróleo y el gas sirven para que el primer mundo mire hacia otro lado, justificando con ello la ausencia de libertades de sus ciudadanos.

Ni la primera ni la segunda Guerra del Golfo tuvieron como objetivo al defensa de las libertades. En la primera, la invasión de Kuwait (1990) por Sadam Husein (Iraq era entonces la cuarta potencia militar del mundo) tuvo al oro negro como trasfondo, y en la segunda, su inclusión en el “eje del mal” con Corea del Norte e Irán y las inexistentes armas de destrucción masiva sirvieron para derrocar el régimen de Bagdad, que de ser aliado en la zona se había convertido en un peligro.

Es muy probable que la coalición internacional derroque a Gadafi, una vez que la revolución del pueblo se ha demostrado incapaz de hacerlo por sí mismo. ¿Hacia dónde miraría la comunidad internacional después de tantas críticas, tantas cumbres y tanta palabrería de apoyo a los rebeldes si permitiera la continuidad del dictador? Tal vez si no existiese un riesgo real para Occidente (Gadafi ha declarado el Mediterráneo zona de guerra), la ONU se hubiese limitado a reclamar al dictador que respetase la voluntad de su pueblo.

Cuando esto acabe, ¿será Gadafi juzgado por delitos contra la humanidad, o las potencias europeas alcanzaran con él un acuerdo para un exilio dorado a cambio de una transición política pacífica? ¿Qué parte de la intervención internacional ha sido en defensa de los derechos humanos y las libertades, y qué parte ha estado movida por meros intereses económicos?

Si a la ONU y a la Unión Europea le interesan de verdad los derechos humanos, al margen de cualquier otra consideración estratégica, debería empezar a exigirlos en Oriente Medio, o hacer cumplir sus resoluciones a Israel en el conflicto que la enfrenta con los palestinos, o a no mirar para otro lado en las guerra que desangran el África subsahariana, países expoliados por el colonialismo y donde ya no hay en juego intereses que justifiquen la intervención del “mundo libre”.

Hasta el próximo lunes.

Ciudadanos, un partido que busca el voto por internet

Por Galo Mateos

Publicado en El Confidencial (19/03/2011)

“Los partidos políticos implicados en la corrupción, lejos de responder con la contundencia esperada ante alguien que ha traicionado la confianza de sus electores, en demasiadas ocasiones reacciona de forma permisiva, sacrificando a uno de los suyos solo cuando su imagen pública lo hace estrictamente imprescindible”. (Del Manifiesto de Ciudadanos)

Los días pasan a nuestro favor. La aparición de nuevos movimientos de protesta y la progresiva adhesión que generan, confirman la positiva dirección de nuestro empeño en participar en el rediseño de nuestra democracia. Nuestra sociedad empieza a ser consciente de lo que se juega en las próximas elecciones, y los partidos, de momento los aspirantes, ofrecen claros síntomas de comprender lo que les pedimos en nombre de los votantes descontentos y de otros, sin voz, que aloja el canal internet.

Entre tanto, hemos ido descubriendo los elementos que obstaculizan la democracia ideal que perseguimos. Representan el contenido de nuestro decálogo y de un anexo final de recomendaciones prácticas. Solo pretendemos, con el coraje exigible ante tamaño problema, manifestar, lo más alto y claro posible, lo que pensamos.

Y bien, dos primeros partidos, UPyD la pasada semana, y, hoy, Ciudadanos, nos han escuchado con una formidable disposición y nos han facilitado sus posiciones respecto de nuestras demandas. Comprenden y comparten básicamente lo que queremos. Otra cosa, es que, estos u otros, al llegar al poder puedan cumplir con lo que aquí prometen.

Sin más, vamos lo primero con el análisis de este partido, promovido inicialmente por personalidades como Albert Boadella, Félix de Azúa y Arcadi Espada, y posteriormente liderado por Albert Rivera. Su techo electoral fue de 105.000 votos en las recientes elecciones catalanas y lucha por tener representación a nivel nacional. Para algunos analistas, su porvenir estaría vinculado a algún pacto electoral que comparta su fuerza en Cataluña con una mayor presencia en el resto.

1-Separación de poderes.

Si, imprescindible

2-Listas electorales abiertas.

Si, pero además con primarias internas. Limitación a dos mandatos. Circunscripciones que representen un hombre, un voto.

3- Reducir cargos electos eliminando ayuntamientos y diputaciones.

Si a la reducción de ayuntamientos y al estudio de eliminación de diputaciones.

4-Fijación de una escala salarial para los cargos electos.

Se propone crear una tabla de retribuciones que vaya en función de la responsabilidad del cargo. Y no se puede permitir que luego se cobren conceptos distintos adicionales.

5- Independencia del INE.

Si y de cualquier Organismo de Control.

6-Eliminación de privilegios fiscales históricos de CCAA.

No debe haber varios modelos de financiación autonómica. Los derechos son de las personas y no de los territorios, donde más se recauda no tiene que recibir más, se debe recibir para que todos tengan los mismos servicios y de la misma calidad.

7-Coordinación estatal en materia educativa.

Control desde el Estado, que diseña los contenidos y asegura la movilidad de los estudiantes y profesores y la igualdad en los medios de los que se disponen. En las autonomías con otra lengua oficial el Estado debe velar por el bilingüismo.

8- Fomento de la natalidad y la compatibilidad trabajo/familia

Medidas como ayudas a las familias numerosas y rebajas en las cotizaciones de la seguridad social cuando se pide una reducción de jornada para cuidado de hijos, por ejemplo. Interés en las iniciativas de movimientos sociales que buscan horarios de trabajo más racionales, y que además de facilitar la conciliación, contribuirían a mejorar la productividad.

9-Equiparación de nuestros presupuestos estatales de investigación científica en porcentaje con los de los principales países de nuestro entorno.

Si, sin restricciones.

10- Supresión del Senado

Dejarlo como cámara de representación territorial, con contenidos más específicos.

Otras posiciones interesantes sobre la independencia de los medios, la iniciativa legislativa popular, cánon digital, Ley Sinde, etc., pueden encontrarse en www.ciudadanos-cs.org

Abrimos debate para enjuiciar esta candidatura y la semana próxima tendremos a IU. Tal vez surjan nuevas formaciones, pero lo que hoy por hoy tenemos, está bien a la vista: dos grandes partidos que han ejercido el poder en perfecta colusión en lo constitucional y a su antojo en los discrecional, con el apoyo eventual de partidos autonómicos, beneficiarios de una ley electoral injusta y generadora, precisamente, de cuanto queremos eliminar de la vida política.

Para hacernos una idea acerca del terreno que pisamos, el ‘tándem’ PSOE-PP se llevó el 92% de los escaños en las pasadas Generales. Un 7% para los partidos de corte autonómico y solo 3 escaños para el resto de los partidos con vocación nacional (2 de IU y 1 de UPyD). No se trata de intentar que estos pasen de 3 a 176. Sin un severo trauma de por medio, sabemos que esto nunca ocurriría, pues se necesita una masa crítica política y financiera, hoy inexistente. Se trata de encontrar un vehículo electoral capaz de alojar los millones de votos que circulan por la red sin destinatario, de manera de que, quien gane, para poder gobernar en paz social y en mayoría, acepte el reto de un referéndum que separe poderes, introduzca listas abiertas, nuevas circunscripciones, etc.

Y, evidentemente, no nos quedará otro remedio que exigir a los ganadores de las próximas elecciones, la convocatoria de un referéndum que selle sus buenas intenciones. Al menos nuestros colegas islandeses del Board of Citizens’ Movement (excepcional documento), con quienes hemos tenido oportunidad de comentar personalmente nuestra propuesta, es lo que nos han recomendado, tras su valiente episodio de movilización ciudadana. Insisten en que si no forzamos una consulta popular, tal vez nuestro esfuerzo pudiera quedar en nada. Tendremos un post especial entre semana dedicado por completo a Islandia y su interesante experiencia.

Asimismo, encontrarán al pie una nota (N-1) en la que vamos completando ese anexo de reflexiones procedentes de los debates, que añadiríamos al decálogo.

Como siempre, gracias por compartir este espacio. Es su turno en el debate.

*(N-1) Apéndice en desarrollo sobre: a) Circunscripciones autonómicas en vez de provinciales, supresión Ley D’Hondt, distribuyendo los escaños en igual proporción al número de electores -solo se perderían fracciones aproximadas de 50.000 por redondeos en las autonomías-, acercándonos de verdad al un hombre, un voto. Número impar de escaños. Limitación legislaturas candidatos. Reducción a solo 10.000 cargos electos por concentración de municipios y supresión de diputaciones y cabildos. b) Plan de supresión medios de comunicación financiados por las administraciones. Independencia financiera de los medios de comunicación. c) Iniciativa legislativa popular. d) Revisión leyes anticorrupción. e) Plan de rearme moral de la clase política y de toda la población al unísono. f) Nuevos objetivos económicos y sociales. Nuevos medidores específicos. g) Diseño de un Plan Energético a largo plazo. h) Plan de sistemas de transporte y comunicaciones a largo plazo. i) Plan de mejora de las competencias, estructura y productividad de las administraciones. j) Revisión de los procedimientos de recapitalización bancaria con cargo a Deuda. k) Revisión vigencia del modelo de relación y financiación de los sindicatos, patronales y cámaras de comercio. l) Plan de reajuste de horarios laborales compatibles con la conciliación familiar, fomento de la natalidad y objetivos demográficos. m) Regulación alternativa de los derechos de autor y su difusión en la red.

(N-1, nota abierta a modificaciones y nuevas contribuciones).

viernes, 18 de marzo de 2011

La ONU da luz verde para atacar Libia

Publicado en El País (18/03/2011)

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado a las once de la noche (hora española) una resolución que permite el uso de la fuerza para imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia y para proveer asistencia y protección a la población civil de ese país. El texto aceptado por la mayoría del máximo órgano ejecutivo de la ONU sirve de base para un ataque militar sobre el territorio controlado por Muamar Gadafi y sobre las fuerzas que le apoyan y sus medios de defensa, lo que podría ocurrir de forma inminente. En Bengasi, la ciudad cercada por las tropas de Gadafi y a la espera de ser salvada por la comunidad internacional, se ha celebrado la votación con vítores de centenares de libios que se han reunido frente a la sede del Consejo Nacional de Transición libio.
La resolución, que "autoriza a los estados miembros a tomar todas las medidas necesarias" para impedir el vuelo de los aviones de Gadafi y asistir a los civiles, ha sido respaldado por 10 votos a favor y cinco abstenciones, las de dos países con derecho de veto, Rusia y China, más las de Alemania, India y Brasil. Alemania ha optado por esa opción porque ve "considerables daños y riesgos" en una acción militar en contra de Gadafi, por lo que su ministro de Exteriores ha afirmado en un comunicado que las tropas alemanas "no tomarán parte en una operación militar en Libia.
Un portavoz del Pentágono manifestaba este jueves que Estados Unidos dispone ya de recursos militares en el Mediterráneo como para actuar de inmediato, lo que aún podría permitir retrasar o abortar el intento de las tropas de Gadafi de apoderarse de la ciudad de Bengasi, bastión de los rebeldes desde el comienzo de este alzamiento. También Francia parece preparar acciones rápidas. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, que ha participado personalmente en los debates del Consejo de Seguridad en Nueva York, ha declarado en la reunión que sería necesario responder "en cuestión de días o de horas porque la situación en Bengasi no admite demora".
Incluso si esta resolución llegase demasiado tarde como para impedir la caída de Bengasi, la segunda mayor ciudad de Libia, puede servir aún para debilitar enormemente la maquinaria militar del régimen libio y permitir a los rebeldes libios recuperar recursos y territorio.
Libia ha tardado poco más de una hora en reaccionar. El viceministro de Asuntos Exteriores Khaled Kaaim ha asegurado que la decisión adoptada por la ONU es una amenaza para la seguridad del país y constituye una llamada para que los "libios se maten entre ellos". En el lado contrario, el jefe militar de los rebeldes libios, Abdelfatah Yunes -que era ministro de Interior del régimen libio y dimitió para sumarse a la rebelión-, ha expresado su agradecimiento a la comunidad internacional mientras ha pedido que la exclusión aérea se aplique sólo a las zonas bajo control de las fuerzas de Muamar el Gadafi.
Pasar a la acción
Así como una anterior resolución del Consejo, que remitía la brutalidad del Gobierno libio al juicio del Tribunal Internacional de La Haya e imponía un embargo de armas y un bloqueo de fondos en el exterior, suponía el completo aislamiento de Gadafi, la de esta noche permite pasar a la acción y ayudar a la oposición de forma concreta y drástica.
Al recibir luz verde de la ONU para hacer cumplir la zona de exclusión aérea y proteger a los civiles mediante el uso de la fuerza, si es necesario, la comunidad internacional tiene la oportunidad de intervenir en Libia contundentemente, con los medios militares que se crean convenientes para cumplir esa misión.
Es, por tanto, una gran victoria de la oposición y una enorme derrota de Gadafi. Pero no es su derrota definitiva. Esta resolución será papel mojado si los países autorizados para llevarla a efecto no demuestran el coraje que se requiere para hacerlo de forma continuada. Una vez aprobado el texto es preciso saber, por tanto, quiénes van a apretar el gatillo y con qué energía. ¿Será el ataque contra Libia una mera operación cosmética para salvar las conciencias de Occidente o una verdadera operación militar para derrocar a Gadafi?
Estados Unidos, que ya cuenta con barcos militares en la zona y es el país líder de la OTAN, se resiste esta vez a asumir el papel de principal o único protagonista. Aterrorizado por el riesgo de verse envuelto en otra guerra en un país árabe, el Gobierno norteamericano ha dejado claro en los últimos días que considera que esta misión debería ser cumplida, principalmente, por los países vecinos, es decir por los europeos y los árabes, que son también los que más intereses inmediatos tienen en Libia.
Francia, el Reino Unido (el primer ministro británico, David Cameron, ha convocado una reunión de su Gabinete para este viernes), Egipto, Emiratos Árabes o Qatar, entre otros, debían ser, por tanto, los países que cargasen con la principal responsabilidad militar que se desprende de la resolución discutida esta noche. Tanto la OTAN como la Liga Árabe han dado su respaldo a la imposición de una zona de exclusión aérea, por lo que se entiende que todos sus miembros están autorizados a utilizar la fuerza para hacerla cumplir.
Al mismo tiempo, la experiencia de similares misiones en el pasado y la presión doméstica sobre Barack Obama para que asuma el liderazgo contra Gadafi pueden obligar a que, pese a resistirse, Estados Unidos acabe teniendo en un eventual ataque sobre Libia un papel mayor que el que parece desear.
Un funcionario del Departamento de Defensa ha adelantado este jueves que se han elaborado planes militares que incluyen acciones "más agresivas que la mera demostración de fuerza". Aunque no añadió detalles, esas acciones podrían abarcan desde el disparo de misiles de crucero desde barcos hasta el bombardeo de aviones sobre los sistemas de defensa antiaérea y las concentraciones de tropas libias. Gadafi posee modernos equipos de misiles tierra-aire de fabricación rusa que serían objetivo prioritario de un ataque extranjero. Asimismo, entre los potenciales blancos de una intervención se encuentran las unidades de tanques y la artillería que han castigado a las fuerzas rebeldes en los días anteriores.
Algunos ataques pueden realizarse desde las naves de Estados Unidos y de la OTAN en el Mediterráneo. Para otros se requerirá el uso de las bases de esa organización en el sur de Europa. Expertos militares norteamericanos han especulado en el pasado con el gran valor estratégico que en esta coyuntura podrían tener las bases norteamericanas en España. Italia ha anunciado tras la decisión de la ONU que está dispuesta a ceder el uso de sus bases militares para apoyar las acciones derivadas de establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia, según ha informado una fuente del Gobierno italiano a Reuters. La base de Sigonella, ubicada en la isla de Sicilia, es una de las más próximas a Libia, por lo que podría ser de gran utilidad. Actualmente forma parte de la logística de las operaciones realizadas por la Sexta Flota de Estados Unidos.
Otras zonas de exclusión aérea establecidas anteriormente en Irak o en los Balcanes no sirvieron finalmente, sin embargo, al propósito de contener a los gobiernos agresores y acabaron siendo una simple antesala de una intervención militar terrestre. En un país de gran extensión territorial y frente a un ejército como el de Gadafi, bien armado y entrenado, la posibilidad de una invasión extranjera se antoja una pesadilla que pocos países querrán vivir.
Los patrocinadores de esta resolución del Consejo de Seguridad confían, por tanto, en que no sean necesarios esos pasos extremos, en que esta sola demostración de la determinación de la comunidad internacional sirva para liquidar a Gadafi.

Gadafi, a punto de poner en ridículo a la ONU y Europa

Por Antonio Casado

Publicado en El Confidencial

Que la tragedia de Japón no nos haga olvidar la de Libia, donde también planea una catástrofe humanitaria. Amén. Estamos a pocas horas de que a la comunidad internacional se le caiga la cara de vergüenza. Y eso puede ocurrir si los quince países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU siguen discutiendo sobre galgos y podencos mientras las tropas fieles a Muamar el Gadafi aplastan en desigual batalla a un pueblo con hambre atrasada de libertad.
El hijo preferido del sátrapa, Saif al Islam, ya anunció ayer al mundo que en cuarenta y ocho horas la maquinaria militar de la familia entrará en Bengasi, último bastión de los rebeldes. Y también último obstáculo para restablecer el statu quo de los últimos cuarenta años, basado en el silencio cómplice del civilizado vecino europeo a cambio de petróleo y generosas inversiones.
Desde el sábado pasado está sobre la mesa del Consejo de Seguridad el llamamiento de la Liga Árabe para que asuma sus responsabilidades como gendarme universal de la paz y la seguridad. Pero los cinco días que han pasado desde entonces nos permiten temer que las llamadas Naciones Unidas han vuelto a ser el lavatorio de manos ante un caso flagrante de crímenes contra la Humanidad.
Solo Francia ha estado a la altura de las circunstancias en esa Europa ensimismada con las neuronas de vacaciones
Esta es la impresión que anoche (hora española) nos dejaban los debates del Consejo sobre la conveniencia o la inconveniencia de prohibir los vuelos sobre Libia (es decir, los cazas de Gadafi) con el fin de proteger a la población civil (es decir, para darle cobertura a los insurgentes). Ojalá me equivoque. Aunque ya con lamentable retraso, la mejor noticia sería la aprobación de esa zona de exclusión aérea, con autorización para aplicar la medida de inmediato. O la expresa autorización “a los miembros de la Liga Árabe y otros Estados a tomar las medidas necesarias para proteger a los civiles y objetivos civiles en Libia”.
Todas esas propuestas aparecen en el borrador apadrinado por Francia y Gran Bretaña con aspiraciones de convertirse en la resolución del Consejo que daría luz verde a una intervención militar en Libia. Pero los diferentes puntos de vista entre los cinco miembros permanentes, con derecho a veto, han impedido hasta ahora la votación. Entre la firmeza de Francia y las reticencias de Rusia, ambas bastante explícitas, los demás son un manojo de dudas que, con unos u otros pretextos (el más socorrido es la incierta implicación de los países árabes), encubren la poca fe en los llamados insurgentes y, en definitiva, la falta de voluntad política para acabar con Gadafi.
Es como si hubieran hecho mella sus amenazas de que, si él cae, a la otra orilla del Mediterráneo llegarán inmigrantes y terroristas en vez de petróleo. Solo Francia ha estado a la altura de las circunstancias en esa Europa ensimismada con las neuronas de vacaciones. Tal vez despierte con la batalla de Bengasi que se avecina. Sería demasiado tarde si en las próximas horas el Consejo no ejerce el deber de injerencia, por razones humanitarias, para retirar de la circulación a un delincuente internacional.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El segundo puente

Antes y después del tsunami

Interesantes imágenes antes y después del tsunami: New York Times

El tsunami de Japón: lecciones aprendidas

Por Gregorio Gómez Pina, Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos

Publicado en La Voz de Cádiz (14/03/2011)

A raíz del tremendo tsunami del Índico acaecido el 26 de diciembre de 2004, en donde el número de víctimas superó las 250.000, en la que fue posiblemente la mayor catástrofe natural conocida en nuestra época, tomé la decisión de involucrarme en la difusión de este extraño, pero letal fenómeno natural, escribiendo cuatro artículos en dos periódicos locales, coincidiendo con las efemérides del maremoto de Cádiz de 1755. Igualmente, acepté de muy buen gusto, la invitación de dar una serie de conferencias en diferentes colegios e institutos de Cádiz, en donde pude apreciar, para mi propia satisfacción, la atención y el interés mostrado por una jovencísima audiencia que seguía las clases con total atención, señal inequívoca de que les interesaba el tema. Sin embargo, debo confesar que desde mi último artículo en este periódico el 1 de noviembre de 2008, me prometí no volver a escribir sobre este asunto, salvo que entre medio ocurriera algo muy relevante. Tenía la sensación de que los 'tsunamis marinos', de los que ni siquiera conocemos cuándo pueden producirse, le preocupaban muy poco a la mayoría de los ciudadanos, sobre todo si los comparamos con los actualmente denominados 'tsunamis económicos', de los que más o menos sabemos cuándo se presentan: casi siempre a fin de mes, cuando vence la hipoteca y sobre todo, cuando alguien se va al paro. En la situación actual, me inquietaba sacar a colación un tema que acabara de alguna forma abrumando todavía más a la gente.
Sin embargo, y tras ver las escalofriantes imágenes del terremoto de Japón del pasado 11 de marzo, no he podido evitar el volver a leer mi olvidado artículo, con el fin de analizar lo que se había avanzado en el campo de la prevención de tsunamis. El impresionante terremoto de Japón que acaba de suceder y sobre todo el tsunami generado, nos puede ayudar a reflexionar sobre una serie de aspectos, que bien podrían aplicarse al litoral del golfo de Cádiz, al tratarse de una zona potencialmente vulnerable a los tsunamis, aunque la frecuencia de ocurrencia de dichos sucesos sea menor, y en cierto modo difícil de evaluar. En primer lugar, debemos destacar lo poco que puede hacerse para impedir que las ondas de un tsunami penetren en la costa, una vez que se hayan generado en alta mar. Ante esa impotencia para frenar su mortífero avance, los esfuerzos deben centrarse en los sistemas de alerta de tsunamis, en los planes de evacuación y en la educación ciudadana ante esos fenómenos tan extraordinarios. Este reciente tsunami, aunque haya causado daños económicos enormes para Japón, no puede compararse en términos de pérdidas de vidas humanas con el del Índico, en donde podrían haberse evitado miles de muertes en diferentes y distantes países costeros, de haber funcionado adecuadamente los sistemas y planes de evacuación anteriormente citados.

El centro de alerta de tsunamis del Pacífico, ubicado en Hawai, ha demostrado ser enormemente eficaz, en cuanto a la difusión de las horas de llegada de las primeras olas potencialmente capaces de causar daños en la costa. El funcionamiento de los planes de evacuación de los diversos países que pudieran haberse visto afectados y el comportamiento ciudadano ha rayado, en términos generales, casi en la perfección. Por poner un ejemplo ilustrativo, en la famosa playa de Waikiki, los turistas sufrieron una 'evacuación vertical' hacia las habitaciones de las terceras plantas, algo por otro lado entendible por todos ellos, al formar parte de los planes de evacuación de esa zona, en donde obligatoriamente se realizan simulacros con total normalidad.

Aunque España cuenta sobradamente con el conocimiento tecnológico y humano para integrarse en la Red Europea de Tsunamis, organismo dependiente de la UNESCO, previsto para 2012, debería impulsar paralelamente, en mi opinión, la creación de un Centro de Alerta de Tsunamis a nivel local, operativo a todas horas, con personal altamente capacitado, con sistemas de seguimiento, herramientas informáticas y numéricas especialmente desarrolladas, medios eficientes de comunicación y protocolos operacionales con Protección Civil, y con los organismos territoriales competentes, en cierto modo parecido al implantado en el Pacífico y del que sabemos que funciona. Es importante destacar que un sistema de alarma europea no sustituye a un sistema de alarma local. Ambos son complementarios, siendo el más relevante el local para alertar a las costas españolas de los tsunamis más peligrosos, ya que son los más cercanos, con epicentros, por ejemplo, frente a Cádiz o en la costa de Argelia. Todo este proyecto quedará incompleto si no se introduce el concepto de educación ciudadana ante este tipo de catástrofes naturales, como existe en otros países.

Todo esto requiere la asignación de partidas presupuestarias específicas para estos proyectos, que podrían realizarse en fases. Esperemos que las turbulentas aguas del 'tsunami financiero' que navega por el mundo no ahoguen las esperanzas de los citados proyectos, tan necesarios para la prevención de pérdidas de vidas humanas. Mientas tanto, continuaré transmitiendo, con mi mejor intención, lo poco que sé de este raro fenómeno natural, por si, con la ayuda de la Virgen de La Palma, pudieran llevarse a buen puerto estas ideas.