Este cuadro de Zurbarán, "Defensa de Cádiz", ilustra perfectamente el objetivo y prioridad de nuestra asociación.

sábado, 29 de octubre de 2011

Querido Gregorio

Sábado, 29 de octubre 2011

Francesc de Carreras - La Vanguardia
Catedrático de Derecho Constitucional de la UAB

Querido Gregorio

Cada día aquí alguien dice que se quiere separar de España, pero no digas lo contrario, es una ofensa

En qué lío te has metido, querido Gregorio Peces-Barba! Quizás no lo calculaste, estabas en Cádiz, ciudad liberal, te contagió el ambiente. Pero cuando hables de Catalunya no utilices la ironía, ni siquiera haciéndola explícita, porque te van a machacar.

Hace unos años, Manuel Jiménez de Parga, amigo tuyo y maestro mío, como sabes nacido en Granada y con gran arraigo en Cataluña, donde vivió más de dos décadas, se le ocurrió decir más o menos que hace mil años, mientras en el norte de España apenas sabían qué era lavarse, en su tierra de origen había fuentes de mil colores, refiriéndose al esplendor de la civilización musulmana en Andalucía. Tenía más razón que un santo pero ¡la que se armó! Lo interpretaron como un ataque a los catalanes: "¡dice que aquí no nos lavamos!". Nadie del norte de España se sintió ofendido, como es natural. Sólo los catalanes, mejor dicho, sólo algunos catalanes o, con más precisión, la Catalunya oficial y la Catalunya mediática. Ahora te va a tocar a ti.

Ya sé que alegarás tus innegables méritos. Tus lejanos tiempos en Cuadernos para el Diálogo, con la puerta siempre abierta a la autonomía de Catalunya, a sus obvios rasgos diferenciales, en especial la lengua. Aquellos Cuadernos en los que tanta influencia ejercía el añorado Josep M. Vilaseca Marcet, tan amigo de Ruiz-Giménez, tu querido maestro. También pensarás en tus esfuerzos para introducir el término "nacionalidades" en la Constitución, para que Catalunya se viera reflejada en ella. También recordarás tu defensa de España como "nación de naciones", junto a Roca Junyent y Solé Tura. "¿Qué he hecho yo para merecer esto?", te estarás preguntando.

Permíteme que responda: no has dicho nada inconveniente, has hecho una broma de forma explícita, ni siquiera sería insultante aunque hablaras en serio. "Yo siempre digo en broma –refiriéndote coloquialmente a hechos históricos del siglo XVII– qué hubiera pasado si nos quedamos con los portugueses y dejamos que se vayan lo catalanes: igual nos hubiera ido mejor". Y siguiendo en lenguaje irónico has añadido: "Bueno, hubiera habido un problema gordísimo: que no hubiera habido los partidos de fútbol Madrid-Barcelona y esto, claro, es siempre muy importante". Aquí el único ofendido puede ser el Oporto porque también has dicho que "jugar contra el Oporto hubiera sido muy aburrido".

Durante unos días tendrás que aguantar el chaparrón. Cada día aquí alguien dice que se quiere separar de España y está en su derecho al proclamarlo. Pero no digas lo contrario: es una ofensa. Quizás te creíste a José Ferrater Mora que establecía como uno de los rasgos propios de los catalanes, además de la continuidad, la mesura y el seny, también la ironía.

Ahora las cosas han cambiado: ruptura, desmesura, rauxa, hosquedad. Piel fina, muy fina, victimista y politizada.


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