Este cuadro de Zurbarán, "Defensa de Cádiz", ilustra perfectamente el objetivo y prioridad de nuestra asociación.
martes, 28 de mayo de 2013
MUERTE AL SOLDADO
Pilar Cernuda, publicado en el Diario de Cádiz el lunes 27 de Mayo de 2013.
PRIMERO fue Londres, con el brutal asesinato de Lee Rigby, ex combatiente en Afganistán; después París, donde un árabe intentó degollar a un soldado. No estamos seguros, y estos episodios han despertado nuevamente los peores instintos de xenofobia, hasta el punto de que al mismo tiempo que las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia potencian su actividad para tratar de detectar nuevos focos de peligro, también se ha reforzado la seguridad en los barrios que son lugar habitual de residencia de familias árabes.
Es difícil encontrar el equilibrio: los controles deben ser minuciosos porque los yihadistas están permanentemente alertas. Pero no todos los musulmanes, ni de lejos, apoyan en terrorismo.
En España, dicen las autoridades, no ha hecho falta activar ningún protocolo más porque la alerta es permanente. Se extrema la vigilancia sobre las personas sospechosas de pertenecer a grupos extremistas y también sobre las mezquitas y los centros de reunión. Hay razones para hacerlo, y el último episodio de Londres así lo demuestra: se suceden los actos terroristas realizados por personas que se han criado en países occidentales, incluso han nacido en esos países y tienen su nacionalidad, y que aparentemente se encontraban perfectamente integrados en la sociedad. Lo ocurrido ha hecho saltar todas las alarmas porque evidencia que se ha fracasado en el modelo de integración de personas de otras latitudes y que han fallado los programas de seguridad contra el terrorismo islamista.
En Siria se han detectado a centenares de personas que han viajado desde países europeos y se han sumado a las fuerzas rebeldes o a las de Bashar al Asad, todas ellas con un fuerte sentimiento religioso -además del ánimo de derrocar a Al Asad también se produce la guerra a muerte entre suníes y chiíes- y que se sienten absolutamente identificados con la yihad. Un motivo más de preocupación para quienes deben luchar contra el terrorismo islamista, porque la presencia de jóvenes que pertenecen a una generación educada en occidente significa que no se ha producido el deseado arraigo y que, lo que es más grave, han sido captados más o menos fácilmente por Al Qaeda y sus afines.
La Policía española tiene fama de ser una de las mejor informadas sobre el mundo islamista, más aún desde la tragedia del 11-M. Suele estar alerta, pero lo sucedido en Londres y París le obliga, y nos obliga a todos, a no dejar ni un cabo suelto. En cualquier lugar un fanático nos puede romper la vida
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