Dentro
de una generación o dos, EEUU se habrá de preguntar: ¿Quien perdió Europa? He
aquí el discurso pronunciado por Geert Wilders, del Partido para la Libertad,
Holanda, pronunciado en el Hotel Four Seasons de New York al presentar una
Alianza de Patriotas y anunciar una Conferencia sobre cómo enfrentarse a la
Jihad en Jerusalén.
Estimados amigos, les agradezco mucho el
haberme invitado. He venido a EEUU con una misión. No todo anda bien en el
Viejo Mundo. Existe un tremendo peligro acechando. Y es muy difícil ser
optimista. Es muy posible que ya estemos transitando las últimas etapas de la
Islamización de Europa. Esto ya no es solamente un peligro claro y actual para
el futuro de Europa en sí, sino una amenaza a América y a la mera supervivencia
de todo el mundo Occidental. Estados Unidos es el último bastión de la
civilización Occidental, frente a una Europa islámica.
En primer lugar les describiré la situación
en tierras de Europa misma. Y luego, les diré algunas cosas sobre Islam. Y para
cerrar les hablaré de una reunión celebrada en Jerusalén. La Europa que Uds.
conocen está cambiando. Probablemente, Uds. ya hayan visto los hitos. Pero en
todas estas ciudades, a veces, a apenas unas pocas manzanas del circuito que
Uds. recorren como turistas, existe otro mundo. Es el mundo de la sociedad
paralela que ha creado la migración masiva musulmana.
A través de toda Europa está surgiendo una
nueva realidad: barrios enteros de musulmanes donde poquísimas personas nativas
residen o si quiera son vistas. Y en el caso de serlo o estarlo, muy
posiblemente se arrepientan. Esto se aplica también a la policía.
Es el mundo de las cabezas envueltas en
pañuelos, donde las mujeres caminan enfundadas en carpas que deforman sus
figuras, empujando cochecitos de bebes y llevando otros niños de la mano. Sus
esposos, o si Uds. prefieren “sus amos”, caminan por delante a unos tres pasos
de distancia. Hay mezquitas en prácticamente cada esquina. Los negocios
muestran carteles escritos con caracteres que NO puedo leer.
Por ningún lado podrán ver que se esté
desarrollando alguna actividad económica. Estos son los ghettos musulmanes
controlados por fanáticos religiosos. Estos son los barrios musulmanes, y están
surgiendo en todas las ciudades de Europa como si fuesen hongos. Estos son
bloques de edificios construidos de tal forma que puedan ser territorialmente
controlados en grandes porciones de Europa, calle por calle, barrio por barrio,
ciudad por ciudad.
A través de toda Europa hay ahora miles de
mezquitas. Cuentan con congregaciones mucho más grandes de las que tienen otras
iglesias. Y en cada ciudad Europea ya existen planos para la construcción de
“súper-mezquitas” que no harán sino convertir en miniaturas las otras iglesias
de la región. No cabe duda, el mensaje es: NOSOTROS REINAMOS.
Muchas ciudades Europeas ya cuentan con una
cuarta parte de población musulmana; tomen como ejemplo a Ámsterdam, Marsella y
Malmoe en Suecia. En muchas ciudades la mayoría de la población menor de 18
años es Musulmana. Paris está ahora rodeada por un anillo de barrios
Musulmanes. El nombre más común que se escucha al llamar a los niños en muchas
ciudades es: MOHAMMED.
En algunas de las escuelas primarias de
Ámsterdam ya ni se mencionan las granjas, porque hacerlo significaría mencionar
al cerdo, y eso sería un insulto para los Musulmanes. Muchas de las escuelas
estatales en Bélgica y Dinamarca sirven solamente alimentos “halal” a sus
alumnos. En Ámsterdam, que fue tolerante, ahora a los gays se los castiga
corporalmente por parte de los Musulmanes exclusivamente. Las mujeres que no
son Musulmanas deben escuchar que se las llame “putas”. Las antenas satelite no
apuntan hacia las estaciones de TV, sino hacia las estaciones de sus países de
origen.
En Francia las/los maestras(os) de escuela se
les recomienda no introducir autores que se puedan considerar ofensivos para
los Musulmanes, incluyendo a Voltaire y Diderot; y lo mismo está sucediendo
cada vez con más fuerza respecto a Darwin. La historia del holocausto ya no se
puede enseñar porque los Musulmanes se ofenden.
En Inglaterra, los tribunales de la “sharia”
han pasado a ser parte oficial del sistema legal Británico. Muchos barrios de
Francia son ahora áreas por donde ninguna mujer puede caminar sin cubrirse la
cabeza. La semana pasada un hombre casi muere tras haber recibido una feroz
paliza por parte de Musulmanes en Bruselas, porque lo vieron beber durante el
Ramadan.
Muchos judíos se están marchando de Francia,
en masa, escapando de la peor oleada de anti-Semitismo jamás vista desde la
Segunda Guerra Mundial. Actualmente es muy frecuente oír hablar francés en las
calles de Tel Aviv y Netanya, Israel. Les aseguro que podría seguir relatando
historias como estas durante horas y horas. Historias sobre la islamización.
Un total de 54 millones de Musulmanes viven
ahora en Europa. La Universidad de San Diego ha calculado recientemente que no
menos del 25% de la población Europea será Musulmana en apenas 12 años a contar
desde ahora. Y Bernard Lewis pronostica que habrá una mayoría Musulmana para
cuando finalice este siglo. Pero estas son nada más que cifras. Y las cifras no
serían una amenaza si los inmigrantes musulmanes mostrasen que están dispuestos
a integrarse a la sociedad que los acoge. Pero apenas si dan muestras de desear
tal cosa.
El Centro de Investigaciones Religiosas
informó que la mitad de los Musulmanes Franceses consideran que su lealtad para
con el Islam es mucho más importante que su lealtad para con Francia. Un tercio
de los Franceses Musulmanes NO rechazan los ataques suicidas.
El Centro Británico por la Cohesión Social
informó que un tercio de los estudiantes Británicos Musulmanes están a favor de
la instauración del califato a nivel mundial. Los musulmanes exigen lo que ellos
llaman “respeto”. Y nosotros si les mostramos nuestro respeto: les concedemos
días festivos nacionales coincidiendo con fiestas musulmanas de sus propios
países.
El Fiscal General de nuestro país que es una
Democracia Cristiana está dispuesto a aceptar la sharia en los Países Bajos si
se constata que hay una mayoría musulmana. Ya tenemos miembros del Gabinete
nacional que poseen pasaportes de Marruecos y Turquía. Las exigencias
musulmanas están siendo apoyadas por comportamientos ilegales, que van desde
delitos menores y violencia indiscriminada, como por ejemplo la que se aplica
contra los conductores de ambulancias y de ómnibus, hasta huelgas y protestas
menores.
En París se han registrados hechos de este
tipo en los suburbios de menores ingresos, llamados “banlieus”. Personalmente
yo me refiero a estos actores, denominándolos “colonizadores”, porque eso es lo
que son. No vienen para integrarse a nuestra sociedad; vienen para que nuestra
sociedad se integre a su Dar-al-Islam. Por lo tanto, solo pueden ser
calificados como “colonizadores”.
Mucha de esta violencia callejera que les
relato, está dirigida casi exclusivamente contra los no-Musulmanes y el objeto es forzar a que mucha gente
abandone sus barrios, sus ciudades, sus países. Es más, los Musulmanes están
dispuestos a todo como para que nadie los ignore.
Lo segundo que Uds. deben conocer es la
importancia que tiene el profeta Mohammed. Su comportamiento es un claro
ejemplo para todos los Musulmanes y en modo alguno podrá ser criticado.
No se dejen engañar con eso de que el Islam
es una RELIGION. Seguro que tienen un dios y también un después-de, y 72
vírgenes. Pero en su esencia, el Islamismo es una ideología política.
Es un sistema que fija reglas detalladas para
la sociedad y la vida de cada individuo. El Islamismo pretende dictar leyes que
hacen a todos los aspectos de nuestras vidas. Islam significa SUMISION TOTAL. El
Islamismo no es compatible con la libertad y la democracia, porque su meta es
solamente la “sharia”. Si Uds. quieren comparar el islamismo con cualquier
cosa, compárenlo con el comunismo o el nacional-socialismo, que son todas
ideologías totalitarias.
Ahora ya saben Uds. por qué Winston Churchill
cuando hablaba del Islam, se refería a ellos como “la fuerza más retrógrada en
todo el mundo” y por qué comparaba el famoso libro MEIN KAMPF con el Corán. El
público occidental, en general, ha aceptado de buen grado la versión Palestina,
y ve a Israel como el agresor. Yo personalmente he vivido en este país y lo he
visitado docenas de veces. Apoyo a Israel, la única democracia de Oriente
medio.
En primer lugar porque representa la
tierra-madre de los Judíos tras dos mil años de exilio hasta (e incluyendo)
Auschwitz, en segundo lugar porque, como
ya he dicho, es una democracia, y en tercer lugar porque Israel constituye
nuestra primera línea de defensa. Este pequeño país situado sobre una
defectuosa línea divisoria de la jihad, frustra el avance territorial del
Islam. Israel está combatiendo las líneas de avance de la jihad, cuyas frentes
son Kashmir, Kosovo, Filipinas, el sur de Tailandia, Darfur en Sudan, Líbano y
Aceh en Indonesia. Para ellos Israel es simplemente un obstáculo en el camino.
Igual que lo que sucedió con Berlín Occidental durante la Guerra Fría.
De no haber existido Israel, el imperialismo
Islámico habría encontrado otros enemigos a quien inculpar y contra los cuales
descargar todas sus energías y deseos de conquista. Son muchos los que en
Europa sostienen que habría que abandonar a Israel a su suerte para poder
repeler los agravios que recibimos de parte de las minorías Musulmanas.
Dios no permita la caída de Israel, que no
traería al mundo Occidental ningún consuelo o paz. Ni tampoco significaría que
nuestras minorías Musulmanas modificarían repentinamente su comportamiento o
que aceptarían nuestros valores. Muy por el contrario, si Israel dejase de
existir haría que las fuerzas del Islam se fortalecerían enormemente. Y, con
toda la razón a su favor, verían que la desaparición de Israel no sería otra
cosa que la prueba irrefutable de que el mundo Occidental es débil y está
condenado. El fin de Israel no significaría el fin de nuestros problemas con el
Islamismo, sino apenas el comienzo. Significaría el comienzo de la batalla
final por el dominio del Mundo. Si ellos pueden conquistar Israel, podrán
conquistar el resto del mundo.
Muchos mal-llamados periodistas se animan a
calificar cualquier y toda crítica del Islamismo como que proviene de
“racistas” o “extremistas de la más rancia derecha”.
En mi país, Holanda, el 60 por ciento de la
población considera ahora que la inmigración masiva de Musulmanes representa la
política más equivocada que se haya instaurado desde la Segunda Guerra Mundial.
Y otro 60% de la población, considera que el Islam es la más importante amenaza
que enfrentamos.
Pero existe un peligro mucho más grande, aun,
que los ataques terroristas, y es el escenario de EEUU como el último pueblo en
pie contra la invasión islámica. Podría suceder que las luces de Europa se
apaguen mucho antes de lo que nos podamos imaginar. Una Europa Islámica
significaría una Europa sin libertad y sin democracia, un territorio desierto
económicamente, una pesadilla intelectual, y la pérdida del poder militar para
América, por cuanto sus aliados se convertirían en enemigos, enemigos en
posesión del arma atómica. Con una Europa Islámica, solo nos quedaría EEUU para
preservar la herencia de Roma, Atenas y Jerusalén.
Estimados amigos, la libertad es el más
preciado bien que se nos ha legado. Mi generación nunca tuvo que pelear por su
libertad, nos fue ofrecida en bandeja de plata por gente que peleó por ella y
ofrendó su vida. En toda Europa, los cementerios Americanos nos recuerdan de
los jóvenes soldados que no pudieron volver a sus hogares, y a quienes siempre
recordamos agradecidos.
Nuestra generación no es la dueña de esta
libertad, apenas si somos sus custodios. Tan solo podemos traspasarle esta
libertad ganada con mucho sacrificio a los niños de Europa de la misma manera
que nos fuera entregada a nosotros. No podemos hablar de esas libertades tan
duramente ganadas con “mullahs” e “imanes”. Las generaciones futuras jamás nos
lo perdonarían. En modo alguno podemos despilfarrar nuestras libertades.
Simplemente NO TENEMOS DERECHO A HACERLO. Debemos tomar ya mismo las decisiones
necesarias para frenar esta estupidez pro-Islámica que pretende destruir el
mundo libre en el que vivimos.
Ruego a todos Uds. se tomen unos minutos para
leer todo esto que he escrito. Y también les ruego lo hagan llegar a todos sus
conocidos, porque es muy, pero que muy importante.
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