Este cuadro de Zurbarán, "Defensa de Cádiz", ilustra perfectamente el objetivo y prioridad de nuestra asociación.

martes, 1 de noviembre de 2011

Sobre las conmemoraciones ancestrales de los difuntos en la antigüedad

Por Isabel Caparrós Martínez

Hispanidad, lunes, 31 de octubre de 2011; sobre las conmemoraciones ancestrales de los difuntos en la antigüedad


Samhain significa en el irlandés antiguo “fin del verano” y se celebraba al final de la temporada de cosechas en la cultura celta. Era el “Año Nuevo Celta” que se iniciaba.

Los celtas de la antigüedad creían que se estrechaba la línea que une este mundo con el Otro Mundo con la llegada del Samhain, y que ello permitía a los espíritus, malos y buenos, traspasarla. Los celtas visitaban a sus espíritus familiares y los homenajeaban al tiempo que alejaban a los malos espíritus por medio de disfraces y máscaras y ello para confundir a aquellos y evitar que no les hiciesen daño.

Era el inicio de la estación oscura o Samhain que también se aprovechaba para hacer balance del suministro de alimentos y del ganado y prevenir su falta durante el invierno. En las chimeneas de las casas se hacían hogueras a las que lanzaban los huesos de los animales que se sacrificaban.

Pero fue en 1840 cuando Halloween fue llevada a Estados Unidos por los inmigrantes irlandeses durante la Gran Hambruna irlandesa, que también difundieron la costumbre de tallar los Jack-o'-la teru, inspirada en la leyenda de “Jack el Tacaño”, y que consistía en una calabaza gigante hueca y con una vela dentro. Comenzó a celebrarse masivamente en 1921 en que tuvo lugar el primer desfile de Halloween en Minnesota. En la actualidad, canadienses y norteamericanos consideran esta festividad como la más importante de su calendario festivo.

La celebración cristiana del 1 de noviembre tiene unos comienzos en la Iglesia Primitiva, un poco antes de Halloween. Aquélla celebraba el aniversario de la muerte de Paúl en el lugar donde sufrió el martirio. Los mártires morían por grupos, lo que dio lugar a una celebración común, sobre todo, a partir de la persecución de Diocleciano, en que el número de mártires que murieron era muy grande.

En un sermón de San Efrén el sirio, en el año 373, se menciona lo de un día en común. Al principio sólo a los mártires y San Juan Bautista se les honraba por un día especial y, gradualmente, se fueron asignando otros santos hasta que el proceso regular de canonización lo dejó establecido. Aún en 411 había una "Commemoratio Confessorum" para el viernes de los cristianos de Oriente en el Calendario Caldean y, en la Iglesia Occidental, el papa Bonifacio IV consagró entre 609 y 610 el Panteón en Roma, dándole así un aniversario a la Santísima Virgen y a todos los mártires.

Por su parte Gregorio III consagró una capilla en la Basílica de San Pedro a todos los santos y arregló el aniversario para el 1 de noviembre, y fue extendida esta celebración a toda la Iglesia a mediados del siglo IX por Gregorio IV.

En distintos países hispanos es tradición recibir a los muertos el día 1 de noviembre, al mediodía, con una mesa ceremonial en la que se recibe a sus difuntos con comida y bebida a que fueron de su gusto en vida. Se cree que los difuntos se quedan con nosotros desde el mediodía del 1 de noviembre al mediodía del día siguiente, el día 2, realizando visitas al cementerio durante esos dos días.

Siempre he creído que es bueno y enriquecedor para mi pobre cultura saber las costumbres de los demás humanos, y lo importante de la comunicación e interrelación, para un enriquecimiento mutuo que, sin duda ayuda a mejorar o perfeccionar nuestra convivencia y respetarnos mutuamente nuestras costumbres.

Mirad, en Cartagena de Indias (Colombia) se celebra el tuitililillo o evento en el que un grupo de chicos va de casa en casa y, a través de cánticos, piden alimentos para hacer una comida tradicional llamada el Sancocho.

La tradición en España consiste en visitar los lugares donde yacen los seres queridos, dejarles flores y rezar por ellos. Es interesante conocer, o recordar, cómo se manifiesta la celebración de Todos los Santos en distintos puntos de nuestra Patria: En Cádiz, el 31 de octubre se celebra los tosantos y lo hacen disfrazando a los puercos, gallinas y conejos de la ciudad, y haciendo muñecos con frutas, verduras y frutos secos que reflejan, con ese humor crítico gaditano, la realidad social del año. En Galicia se celebra el Magosto (castañas con leche); en Albacete las Migas de niño; en Ceuta es el Día de la Mochila y la gente se va al campo llevando una mochila con frutas y frutos secos para pasar el día; en Cataluña se celebra la Castañada en la que comen boniatos al horno y panellets; en Connutaina (Alicante) se celebra “la fora de tots sants” que es una licencia de mercado concedida por el rey de Aragón Pedro IV el Ceremonioso, que le convierte en una de las ferias de productos más antiguas e importantes de España.

En Los Pedroches, al norte de Córdoba, se encienden velas en las casas y se comen las tradicionales Gachas de leche; en Extremadura se va al campo a merendar la Chaquetica; en la dehesa de Guadix se comen pestiños y boniatos; en Jaén buñuelos y en el resto de España huesos de santo.

¡Cuánto tenemos en común los españoles! Cuántos siglos degustando por la festividad de Todos los Santos, todo lo enumerado. ¡Ah! se me olvidaba esa otra costumbre, costumbre e interesante de Jaén, concretamente de Baños de la Encina, se le dedica a esta festividad varios días y son las fiestas más importantes del año. Pues bien, se dice que antiguamente tocaban las campanas a muerto durante toda la noche y que los hombres se quitaban de en medio yéndose a la sierra mientras que las mujeres se quedaban rezando. Hoy ha mejorado este punto ya que nos y otras, separados en Peñas, se van al campo a casillas, a chambaos, o a donde pueden pasar esos 2 ó 3 días pues desde hace algunos años el 1º de ellos es fiesta local.

Sería bueno reflexionar sobre nuestras celebraciones, nuestras costumbres. La costumbre es muy importante para las culturas y la buena convivencia, hasta el punto de que, en circunstancias de que surjan conflictos de interés entre personas o entidades, incluso a nivel internacional, y no se cuenta con una norma o ley escrita para resolverlo, se recurre a la costumbre reiterada de emplear la mismo solución ante conflictos iguales.

La costumbre es sagrada, como solemos decir; nos identifica. No estaría mal caer en la cuenta de, puestos a asumir costumbres que, además son más nuevas y no son las de nuestros antepasados ni tan prolongadas en la Historia, asumir con todas nuestras ganas, el sentido de la democracia que tienen los norteamericanos y eso sí que es digno de admirar y, cómo no, también su sentido de patria, de Nación: verlos defender y reverenciar al unísono, con la mano en el corazón, a su Bandera, sí merece asumirlo. Halloween es conocido debido al despliegue propagandístico con fines puramente mercantilistas y, de nuevo, caemos en la manipulación.

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