Este cuadro de Zurbarán, "Defensa de Cádiz", ilustra perfectamente el objetivo y prioridad de nuestra asociación.

lunes, 1 de agosto de 2011

Para la renovación de la ciudad


Publicado en Diario de Cádiz (01/08/2011)

RECIENTEMENTE, el Ateneo Gaditano, la Asociación de Prensa de Cádiz y el Foro de Debate Cádiz 2012 suscribieron la Declaración Cádiz 2012 para la renovación de la ciudad, cuyo texto íntegro se incluye a continuación. Las actuaciones específicas que propone la Declaración Cádiz 2012 se definen en una Adenda de la misma, cuyo texto íntegro también se publicará en este Diario el próximo jueves día 4. Cada una de las citadas actuaciones y propuestas serán detalladas en una serie de artículos que publicará el Diario los lunes y jueves de agosto y septiembre.

"Las entidades que suscriben la Declaración se unen a la voluntad gaditana de celebrar el Bicentenario de la Constitución de Cádiz, que aportó una bocanada de libertad y justicia a ambos lados del océano. Es un hecho que debe trascender a nuestra ciudad, como lo hizo el texto constitucional de 1812. La Declaración parte del reconocimiento del trabajo de diversos estamentos para conseguir que la efeméride se viva con entusiasmo, ánimo festivo y satisfacción ciudadana. Pero se constata que la ocasión del Bicentenario se ha perdido para materializar actuaciones e inversiones que permitan la renovación y modernización de la ciudad. La situación de Cádiz no cambiará con ninguna de esas actuaciones, casi todas ellas efímeras, por éxito que tengan.

Cádiz nunca se ha llegado a recuperar de la crisis colonial, que inició la transformación de un imperio en un país. La ciudad fue, en gran medida, el epicentro de la decadencia colonial y sufrió lo más duro de este proceso, desde Trafalgar y la guerra napoleónica hasta la completa liquidación del imperio. En toda esa dramática secuencia, la Constitución fue el único soplo de aliento. El modelo colonial que sustentaba la vida y la actividad de esta fortaleza y puerto, quedó desestructurado, destinada la ciudad a un estado de decadencia aún no superado.

La situación actual está definida por el decaimiento secular de la ciudad, la debilidad de su economía y el declive progresivo de todos sus parámetros: poblacional, ocupacional, sociológico y productivo, estando abocada -de no romperse la inercia de forma radical- a un continuado estancamiento, dada la descapitalización de recursos, su singularidad geográfica y la ausencia de estructuras económicas y sociales que le permitan situarse en la senda del progreso económico manifestado en España en las últimas décadas.

La aportación que hizo Cádiz al progreso de la moral civil, debemos aprovecharla para estimular la regeneración y el impulso de la ciudadanía en la necesidad de aunar voluntades para superar el desesperante deterioro y conseguir una ciudad física y socialmente renovada y moderna. Cádiz no puede seguir viviendo de su autocomplacencia, sin realizar una profunda y también enérgica reflexión desde el interior de la sociedad civil. No puede ser que las determinaciones básicas, que condicionan nuestro futuro, vengan de fuera, no siempre ajenas de otros enfoques o intereses.

Muestra de ello es ver que el nuevo puerto sigue dando la espalda a la realidad actual del tráfico marítimo, encerrado detrás de la ciudad histórica, sin espacios anexos para el desarrollo de la actividad económica y sin que exista conexión ferroviaria. Igualmente, la declaración de parque natural de uno de los mayores espacios salineros del mundo sin estudios de alternativas y compatibilidades. O ver convertido el patrimonio histórico de la ciudad en un espacio de experimentación arquitectónica.

Cádiz que ha sido centro productor de la cartografía marítima española, debe incluir, entre los contenidos que han de trascender a la celebración del segundo centenario, la elaboración consensuada de una "carta de navegación social" que nos marque un camino de dinamización y refundación de su modelo social, cultural y territorial.

Los que suscriben esta Declaración pretenden elaborar, con la mayor participación social y política posible, una CARTA 2012 PARA LA RENOVACION DE CADIZ, que recoja un conjunto programático de propuestas, metas y objetivos, ajustado a las condiciones de nuestra geografía y de nuestra configuración social; no deslocalizable; respetuoso con el medio ambiente, partiendo de un adecuado diagnóstico de nuestro singular medio físico; creador de polos solventes de actividad y empleo; dinamizador de la economía e integrador del conjunto territorial.

En síntesis, la CARTA 2012 debe definir un nuevo modelo de ciudad y territorio, que debería tener su máximo exponente en la creación de una estructura moderna de articulación territorial y de un Área de Centralidad del espacio metropolitano. La CARTA 2012 debe contener y evaluar ambiciosos proyectos de inversión, como las propuestas de la Adenda a la presente Declaración.

Esto supone cifras que pueden escandalizar. Pero la propuesta más viva de la presente Declaración es que ciudadanos e instituciones tomen conciencia de la dimensión del acontecimiento que se conmemora: la Constitución de 1812, de gigantesca trascendencia histórica, con su magia social, sus sueños políticos y sus aspiraciones utópicas. Todo lo hizo realidad "el espíritu de Cádiz", término que aún hoy en Europa califica el alma liberal y progresista de la modernidad; lo asumieron los sardos y los carbonarios, lo solemnizó con su firma un rey de Prusia y saltó de un continente a otro hasta confines muy lejanos. En este entorno no pueden asustar a nadie los costes económicos que supondrían un renacimiento para Cádiz y su entorno geográfico.

La presente Declaración se formula con el objetivo de que todas las instituciones y administraciones que se aprestan a celebrar en marzo de 2012 la conmemoración del Bicentenario, suscriban la Carta 2012 para la renovación de Cádiz en esa misma fecha y en el mismo marco de la conmemoración, estableciendo el compromiso formal de las inversiones contenidas en las propuestas que se detallan en la Declaración y su correspondiente financiación excepcional distribuida en el período de años en que se culminen.

En la celebración del Bicentenario, además de la Comisión Nacional del Bicentenario y el Ayuntamiento de Cádiz, estarán representados la Comisión Europea, el Gobierno de España, la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial, entre otras entidades, estando prevista la celebración de la Cumbre de Jefes de Estados Iberoamericanos y previsiblemente un Pleno del Congreso de los Diputados. Es también objetivo de esta Declaración conseguir que los órganos ejecutivos del Estado y de las citadas instituciones suscriban la CARTA 2012 PARA LA RENOVACION DE CADIZ.

Queremos convocar a todas las organizaciones sociales y entidades de Cádiz a la movilización para que el Bicentenario no sea una decepción. No podemos permanecer pasivos a la espera de que las instituciones públicas hagan lo que estimen y luego quejarnos desconsoladamente.

Una de las muestras de decadencia es la pasividad de la ciudadanía y la falta de vertebración social. Eso que se ha dado en llamar la sociedad civil, es decir las organizaciones ajenas a las instituciones, tenemos que asumir también nuestra responsabilidad ante la ciudad y ante la historia. No podemos fallarle a las próximas generaciones de gaditanos. No podemos faltar a la cita ni culpar a la crisis o a los políticos de lo que salga mal. El Bicentenario no puede ser otra oportunidad fallida como lo fue el Centenario.

Finalmente, las entidades que suscriben la presente Declaración animan a otras entidades y asociaciones gaditanas para que se integren, participen y colaboren en el enriquecimiento de las propuestas y consigan el apoyo de la sociedad civil gaditana y sus instituciones, que deben reivindicar, reclamar y exigir la formalización de la Carta 2012 para la renovación de Cádiz".

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