Curioso que justo cuando se cumple el vigésimo aniversario de la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz aparezca la Asociación Cádiz Siglo XXI-En defensa de los intereses de la Bahía por iniciativa de la sociedad civil y un grupo de ciudadanos que considera que las diferencias políticas impiden la cohesión institucional de la zona. Cádiz Siglo XXI nace con el fin «de generar una conciencia ciudadana activa que prevalezca sobre enfrentamientos partidistas y posiciones antagónicas, de hacer crítica constructiva ante acciones u omisiones perjudiciales para todos nosotros y favorecer y apoyar el consenso entre nuestras administraciones ante los importantes retos en los que se vea Cádiz y su Bahía». Ignacio Moreno Aparicio, como presidente; Carlos Morillo Otero, como secretario; y José Manuel Hesle, como vocal, conforman la primera junta directiva de la entidad que ahora buscará apoyos en otras localidades de la Bahía, más allá de la capital. Entre otros objetivos, la asociación se pronuncia a favor de que la actual Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz ofrezca una respuesta política a la gestión de un Gran Área Metropolitana.
A escala estatal, las mancomunidades supusieron la tibia respuesta de las administraciones a las demandas de superar la estructura provincial para acercar las ventanillas oficiales a un territorio natural, próximo a los ciudadanos. Atrás quedó el sueño de la comarcalización que no terminó de cuajar a plena satisfacción en Cataluña y que apenas fue enunciado en un mapa para Andalucía, durante la etapa de Rafael Escuredo. En el caso de Cádiz, envuelta en aquellos años en una seria crisis industrial, las propuestas de comarcalización sonaron siempre a ruptura segregacionista del Campo de Gibraltar.
Si en esa otra Bahía de la provincia gaditana, la Mancomunidad se creó en 1985, en ésta hubo que esperar otros cinco años y su nacimiento estuvo ligado con la muerte: fue la necesidad de buscar un cementerio en común lo que motivó su fundación. En 1990, en un principio, se mancomunaron los municipios de Cádiz, Chiclana, El Puerto, Puerto Real y San Fernando. Siete años más tarde, se sumarían Jerez y Rota. El Área Metropolitana de la Bahía de Cádiz existe sobre el papel, como suma de las áreas de la Bahía de Cádiz y de la Campiña de Jerez, tal y como la definió el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, el célebre POTA, de 2006. Se trata, con 632.249 habitantes según el censo de 2008, de la tercera área metropolitana de Andalucía, detrás de las de Sevilla y de Málaga, y la duodécima de España. Pero sin una articulación institución que le dé respuesta política.
Ni un solo paso hacia la mancomunización de servicios fue fácil, empezando por el propio cementerio de Chiclana. Al menos, logró sacar adelante el Consorcio de Transportes y se avanzó en competencias relacionadas con equipamientos -en especial las playas- y unificación de procedimientos administrativos o la intranet de las policías locales. Tampoco faltó la mala suerte: justo cuando en 2007 se puso en marcha una ordenanza conjunta para la gestión de escombros de la construcción, la burbuja inmobiliaria se desinfló. A pesar de que ese mismo año se aprobó la ordenanza para la unificación del servicio de recogida de animales, la perrera comarcal sigue sin entrar en servicio.
¿Y es que no hay proyectos mutuos de mayor calibre? Parece que no. Una fuente de ingresos propios que permitiera la autogestión de dicho organismo sería la mancomunización del ciclo integral del agua en alta y en baja, así como la recogida de basuras en un vertedero común. Esa fue la llave para que se consolidara la Mancomunidad del Campo de Gibraltar pero, en este caso, no ha habido manera de poner de acuerdo a los diferentes munícipes, hipotecados por la existencia del Consorcio de la Zona Gaditana, anterior en el tiempo a dicho ente. El avance en dicho área metropolitana es lo que parece animar a la Asociación Cádiz Siglo XXI-En defensa de los intereses de la Bahía, que carga las tintas en los roces entre los principales partidos (PP-PSOE) y las instituciones que gobiernan: «La partitocracia existente, el clientelismo político y la prevalencia y supremacía de los intereses del partido de cara a unos réditos electorales a corto plazo nos hace dudar de que se busque y se mire por los intereses generales de los ciudadanos y su mejor calidad de vida», arguyen en vísperas de las municipales.
A su juicio, el continuo enfrentamiento partidista habría desembocado «en un lamentable deterioro de las instituciones, en bochornosos espectáculos dentro de éstas y en retrasos injustificables de numerosos proyectos (hoteleros, de equipamiento, infraestructuras) que han perjudicado de manera importante el nivel y la calidad de vida de los gaditanos y su entorno». Al margen de que sus estatutos recogen aspectos que van más allá de la Bahía propiamente dicha, aquí pretenden defender y apoyar la remodelación de la Zona Franca y de los muelles de la Autoridad Portuaria, así como a los empresarios de la Bahía de Cádiz que promuevan empleo. La Rehabilitación Integral del Casco Antiguo de Cádiz con tráfico restringido, la construcción de un túnel que una Cádiz con El Puerto y usar el Parque Natural de la Bahía para gestionar energías renovables figuran entre sus postulados.
En rigor, muchos de sus propósitos son más gaditanos que metropolitanos. Así, proponen que Cádiz pase de ser la 'Ciudad que sonríe' a la Ciudad de la Cultura, de los Emprendedores e Innovadores, del Comercio y del Turismo. Tampoco se olvidan de respaldar la ampliación de la presencia y excelencia de la Universidad en la Bahía, así como la rápida consecución del Polígono Tecnológico de Las Aletas, «la terminación del Tren Metropolitano de la Bahía con doble trazado, la competitividad de los Astilleros y todas aquellas medidas que fomenten la estabilidad en el empleo». Por ahora, una buena tarjeta de felicitación por su cumpleaños a una mancomunidad que no ha conquistado tales objetivos.
A escala estatal, las mancomunidades supusieron la tibia respuesta de las administraciones a las demandas de superar la estructura provincial para acercar las ventanillas oficiales a un territorio natural, próximo a los ciudadanos. Atrás quedó el sueño de la comarcalización que no terminó de cuajar a plena satisfacción en Cataluña y que apenas fue enunciado en un mapa para Andalucía, durante la etapa de Rafael Escuredo. En el caso de Cádiz, envuelta en aquellos años en una seria crisis industrial, las propuestas de comarcalización sonaron siempre a ruptura segregacionista del Campo de Gibraltar.
Si en esa otra Bahía de la provincia gaditana, la Mancomunidad se creó en 1985, en ésta hubo que esperar otros cinco años y su nacimiento estuvo ligado con la muerte: fue la necesidad de buscar un cementerio en común lo que motivó su fundación. En 1990, en un principio, se mancomunaron los municipios de Cádiz, Chiclana, El Puerto, Puerto Real y San Fernando. Siete años más tarde, se sumarían Jerez y Rota. El Área Metropolitana de la Bahía de Cádiz existe sobre el papel, como suma de las áreas de la Bahía de Cádiz y de la Campiña de Jerez, tal y como la definió el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, el célebre POTA, de 2006. Se trata, con 632.249 habitantes según el censo de 2008, de la tercera área metropolitana de Andalucía, detrás de las de Sevilla y de Málaga, y la duodécima de España. Pero sin una articulación institución que le dé respuesta política.
Ni un solo paso hacia la mancomunización de servicios fue fácil, empezando por el propio cementerio de Chiclana. Al menos, logró sacar adelante el Consorcio de Transportes y se avanzó en competencias relacionadas con equipamientos -en especial las playas- y unificación de procedimientos administrativos o la intranet de las policías locales. Tampoco faltó la mala suerte: justo cuando en 2007 se puso en marcha una ordenanza conjunta para la gestión de escombros de la construcción, la burbuja inmobiliaria se desinfló. A pesar de que ese mismo año se aprobó la ordenanza para la unificación del servicio de recogida de animales, la perrera comarcal sigue sin entrar en servicio.
¿Y es que no hay proyectos mutuos de mayor calibre? Parece que no. Una fuente de ingresos propios que permitiera la autogestión de dicho organismo sería la mancomunización del ciclo integral del agua en alta y en baja, así como la recogida de basuras en un vertedero común. Esa fue la llave para que se consolidara la Mancomunidad del Campo de Gibraltar pero, en este caso, no ha habido manera de poner de acuerdo a los diferentes munícipes, hipotecados por la existencia del Consorcio de la Zona Gaditana, anterior en el tiempo a dicho ente. El avance en dicho área metropolitana es lo que parece animar a la Asociación Cádiz Siglo XXI-En defensa de los intereses de la Bahía, que carga las tintas en los roces entre los principales partidos (PP-PSOE) y las instituciones que gobiernan: «La partitocracia existente, el clientelismo político y la prevalencia y supremacía de los intereses del partido de cara a unos réditos electorales a corto plazo nos hace dudar de que se busque y se mire por los intereses generales de los ciudadanos y su mejor calidad de vida», arguyen en vísperas de las municipales.
A su juicio, el continuo enfrentamiento partidista habría desembocado «en un lamentable deterioro de las instituciones, en bochornosos espectáculos dentro de éstas y en retrasos injustificables de numerosos proyectos (hoteleros, de equipamiento, infraestructuras) que han perjudicado de manera importante el nivel y la calidad de vida de los gaditanos y su entorno». Al margen de que sus estatutos recogen aspectos que van más allá de la Bahía propiamente dicha, aquí pretenden defender y apoyar la remodelación de la Zona Franca y de los muelles de la Autoridad Portuaria, así como a los empresarios de la Bahía de Cádiz que promuevan empleo. La Rehabilitación Integral del Casco Antiguo de Cádiz con tráfico restringido, la construcción de un túnel que una Cádiz con El Puerto y usar el Parque Natural de la Bahía para gestionar energías renovables figuran entre sus postulados.
En rigor, muchos de sus propósitos son más gaditanos que metropolitanos. Así, proponen que Cádiz pase de ser la 'Ciudad que sonríe' a la Ciudad de la Cultura, de los Emprendedores e Innovadores, del Comercio y del Turismo. Tampoco se olvidan de respaldar la ampliación de la presencia y excelencia de la Universidad en la Bahía, así como la rápida consecución del Polígono Tecnológico de Las Aletas, «la terminación del Tren Metropolitano de la Bahía con doble trazado, la competitividad de los Astilleros y todas aquellas medidas que fomenten la estabilidad en el empleo». Por ahora, una buena tarjeta de felicitación por su cumpleaños a una mancomunidad que no ha conquistado tales objetivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario