Los responsables políticos municipales no pueden excusarse ni en la falta de colaboración ciudadana, ni en la escasez de medios materiales o humanos. La carta de presentación de una ciudad trimilenaria no puede ser el estado de suciedad de determinadas zonas, el abandono de parques y jardines o, lo que viene siendo reiterativo, preocupante y absolutamente inadmisible: las pintadas en paredes, monumentos, lugares públicos, incluso, como el caso del espacio entre catedrales o el nuevo mirador del Campo del Sur, donde, antes de ser inaugurados, ya habían sido pasto de esos pocos, pero muy activos vándalos.
Un país, una ciudad, no pueden llamarse civilizados solo por que hayan alcanzado cotas de bienestar superiores a muchos otros, sino porque sus ciudadanos tienen un comportamiento civilizado, es decir respetuoso con los demás y con sus bienes y mas aun, con los bienes que pertenecen a la comunidad.
Comentaba en otro artículo en este blog, (Cádiz ¿la ciudad que sonríe?), como me había impactado la limpieza en las calles del Puerto de la Cruz y la respuesta del guía turístico: “Esto se le enseña a nuestros niños desde pequeñitos en los colegios, ha llevado mucho tiempo”.
Nadie ha dicho que sea fácil y que no lleve su tiempo, pero cuanto mas se tarde en empezar, mas tardaremos en lograrlo.
No soy político, pero he tenido responsabilidades empresariales y experiencias directas con la cuestión del orden y la limpieza en espacios comunes, así que se me ocurren algunas cosas que podrían hacerse, medidas a largo y corto plazo.
De ser responsable político (los consejos son gratis) tomaría las siguientes medidas, de forma inmediata:
- Iniciaría, el próximo curso escolar, un programa de colaboración Ayuntamiento – Centros de Enseñanza, por el que se impartiera a niños y jóvenes unas elementales nociones de civismo y respeto a lo ajeno.
- Otro programa con las Asociaciones Vecinales, en el que se establezcan mecanismos de colaboración, delación de infractores, ayudas para la conservación de espacios públicos, implicación directa en el mantenimiento de sus calles y plazas.
- Aumento considerable de la Vigilancia. Según informaciones periodísticas, los gastos de reparación y reposición del mobiliario urbano, supera del 100.000 Euros anuales, un dinero que estaria mejor empleado en prevención.
- El aumento de la vigilancia y la colaboración ciudadana llevaría a la identificación de ese pequeño grupo de vándalos (seguro que luego presumen de ser mas gaditanos que nadie) a los que aplicar un programa de reeducación, consistente en trabajos para la comunidad en la reparación del mal causado
Ya digo mas arriba que no es fácil, ni seguramente de resultados inmediatos, pero lo que no se empieza no se acaba. Sin olvidar una exigible mayor eficacia a los servicios de limpieza y una corrección adecuada, con las penas previstas en las ordenanzas municipales, a los infractores. La policía municipal tiene entre sus cometidos velar por el cumplimiento de estas ordenanzas, pues no estaría de mas una campaña intensiva, como las realizadas con los cascos de los motoristas, dirigida a esta importante cuestión.
Es una lastima, pero seguro que al Concejal responsable de la limpieza no le llegan estos articulos, donde no solo se critica lo que esta mal, sino que se aportan soluciones.
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