Por Carlos Morillo
Publicado en La Voz de Cádiz (11/10/10)
El proyecto frustrado del hotel de cinco estrellas a realizar en el Antiguo Hospicio ha puesto de manifiesto algunos déficits que sufre nuestra sociedad gaditana, que aun no siendo endémicos de aquí, sí que en Cádiz parecen más acuciantes. Por ejemplo, el hecho de que existan varias administraciones competentes (resultado de la excesiva descentralización que sufrimos) sobre un mismo objeto que provoca que la celeridad y diligencia necesaria que se le presume a las administraciones pase a ser una quimera. Si en época de crisis los ciudadanos, y, más concretamente, los emprendedores, requieren de rapidez en sus movimientos para avanzar y no quedarse atrás, las administraciones no pueden ser el primer obstáculo a salvar sino los primeros en empujar para sacar adelante proyectos. Estos trámites burocráticos han resultado tan laberínticos y farragosos que agotarían al mismísimo Josef K protagonista de 'El proceso' de Kafka. Un poquito de 'laissez faire', por favor. De nuevo el entorpecimiento mutuo entre administraciones de distinto color político ha traído el perjuicio de la Ciudad, o del barrio de la Viña en particular. Estas administraciones que tienen el deber de administrar en beneficio del interés general se atrincheran en su porción de razón para justificar que han hecho bien su trabajo, cuando no ver un hotel de cinco estrellas en Cádiz verifica que todos han obrado con negligencia.
Publicado en La Voz de Cádiz (11/10/10)
El proyecto frustrado del hotel de cinco estrellas a realizar en el Antiguo Hospicio ha puesto de manifiesto algunos déficits que sufre nuestra sociedad gaditana, que aun no siendo endémicos de aquí, sí que en Cádiz parecen más acuciantes. Por ejemplo, el hecho de que existan varias administraciones competentes (resultado de la excesiva descentralización que sufrimos) sobre un mismo objeto que provoca que la celeridad y diligencia necesaria que se le presume a las administraciones pase a ser una quimera. Si en época de crisis los ciudadanos, y, más concretamente, los emprendedores, requieren de rapidez en sus movimientos para avanzar y no quedarse atrás, las administraciones no pueden ser el primer obstáculo a salvar sino los primeros en empujar para sacar adelante proyectos. Estos trámites burocráticos han resultado tan laberínticos y farragosos que agotarían al mismísimo Josef K protagonista de 'El proceso' de Kafka. Un poquito de 'laissez faire', por favor. De nuevo el entorpecimiento mutuo entre administraciones de distinto color político ha traído el perjuicio de la Ciudad, o del barrio de la Viña en particular. Estas administraciones que tienen el deber de administrar en beneficio del interés general se atrincheran en su porción de razón para justificar que han hecho bien su trabajo, cuando no ver un hotel de cinco estrellas en Cádiz verifica que todos han obrado con negligencia.
No excluyamos tampoco nuestras responsabilidades como ciudadanos. Los políticos no son extraterrestres venidos de otro planeta. Son nuestros vecinos, nuestros iguales, los vemos por la calle y les damos el saludo o se lo quitamos, pero les vemos. Los ciudadanos de a pie somos más y debemos tirar de ellos y hacerles ver nuestras demandas. Y ésta era una de ellas.
El problema es que esos politicos, a los que damos nuestros votos y mantenemos explendidamente, no se sienten deudores de los ciudadanos, sino que piensan que es al reves, que somos nosotros los que les debemos agradecer lo que hacen (o no hacen, la mayoria de las veces)por nosotros. Se ve que el coche oficial y esos sueldos superiores a lo que ingresarian con su trabajo, se suben enseguida a la cabeza y no les deja pensar en sus electores.
ResponderEliminarLo triste es que parece que uno tenga que decidir de quién fue la culpa, que si el Ayuntamiento, que si Dipuación, que si la Junta... Ese no es ni mi problema ni mi labor como ciudadano. Hay un hecho: no habrá hotel de cinco estrellas. Y eso afecta directamente al ciudadano.
ResponderEliminar