Este cuadro de Zurbarán, "Defensa de Cádiz", ilustra perfectamente el objetivo y prioridad de nuestra asociación.

viernes, 2 de julio de 2010

CAMBIAR LA ACTITUD ANTE LA VIDA, HE AHÍ LA CLAVE DEL FUTURO

Por Ignacio Moreno Aparicio
Publicado en la Revista Ateneo 2010

“El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado”.
(Cicerón)


Lo que hace una década parecía una arriesgada travesía, hoy hacemos realidad aquel sueño venturoso: la décima entrega de nuestra Revista Ateneo. Porque a pesar de los serios inconvenientes, sobre todo de financiación, que amenazan constantemente la desaparición de lo que con tanto esfuerzo se viene realizando, hoy culminamos felizmente aquel proyecto que tantos considerábamos como harto difícil de llevar a buen puerto.
Durante todo este tiempo hemos contado con el entusiasmo del profesor Antonio Ruiz Castellanos que durante los ocho primeros números estuvo al frente de la revista, recogiendo el testigo más tarde, la también profesora Amelia Retamero Martín, siendo sustituida por motivos profesionales, por nuestro compañero Juan Antonio Macías Gutiérrez.
Queremos resaltar que, a pesar de los cambios, se viene manteniendo, en líneas generales, la misma estructura de la revista, salvo la incorporación, ya desde la pasada edición, de una sección dedicada a la poesía.
La portada es un homenaje al poeta Miguel Hernández, “genial epígono del 27”, como dijera de él Dámaso Alonso, en el centenario de su nacimiento, y que, como viene siendo habitual en los últimos años, es obra de nuestro querido y admirado Luis Gonzalo.
Como todo el mundo sabe de sobra, Cádiz, España y medio mundo, estamos metidos de lleno en una crisis de las más agudas de la historia. Hace unos meses, en la prensa local se le hacia una entrevista a nuestra primera autoridad municipal que, un tanto ufana declaraba que una de las cosas que más satisfacción le producía, era que gracias a su política, “en Cádiz se había producido un cambio de mentalidad…”. sin especificar hacia donde se había dirigido o enfocado dicho cambio.
¿Qué diferencia hay entre una sociedad pobre y una sociedad rica, entre un país pobre y un país rico?
Estas diferencias no tienen nada que ver con la antigüedad de un país. La India y Egipto son países muy antiguos y, sin embargo, son estructuralmente países pobres.
Países relativamente jóvenes, como Australia y Nueva Zelanda, que no sobrepasan más de 200 años, son países muy desarrollados y competitivos. Hay ejemplos de países que no tienen recursos naturales propios, tal como es el caso de Japón o de Suiza. Japón importa todas las materias primas, las transforma y las vuelve a exportar a todo el mundo. Su capacidad de trabajo y de esfuerzo, le han valido para convertirse en la segunda economía productiva mundial. Suiza, uno de los países más pequeños de Europa, sin apenas recursos naturales, es, sin embargo, uno de los más prósperos. Hay países que tienen muchos recursos naturales y sus economías no están brillantemente desarrolladas. El color de la piel no es una diferencia a tener en cuenta. Tampoco lo es el que sus habitantes sean más o menos inteligentes para que la sociedad sea más rica o más pobre, aunque es preferible que el nivel de inteligencia y conocimiento sea alto.

La diferencia entre países ricos y pobres, entre sociedades ricas y pobres, estriba básicamente en dos conceptos. A saber: la ACTITUD personal y colectiva de la sociedad y el cumplimiento de UN CODIGO ETICO o COMPROMISO CIVICO PERSONAL Y COLECTIVO con toda la sociedad.
Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos, se descubre que la mayor parte de la población cumple las siguientes REGLAS (cuyo orden puede ser discutido).
1º) Lo ético como principio básico.
2º) El orden y la limpieza.
3º) La integridad.
4º) La puntualidad.
5º) La responsabilidad.
6º) El deseo de superación.
7º) El respeto a las leyes y los reglamentos.
8º) El respeto por el derecho de los demás.
9º) Su amor al trabajo.
10º) Su esfuerzo por la economía y acometimiento.
¿No seria suficiente cumplir y hacer cumplir estas 10 simples reglas?
Las sociedades ricas y prósperas suelen cumplir a rajatabla con las normas de este código ético ciudadano. Sensu contrario, las sociedades pobres o atrasadas tienen como característica común el que suelen incumplir en mayor o menor medida sus obligaciones con este compromiso cívico con su entorno.
No somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas naturales o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros. Simplemente somos pobres por NUESTRA ACTITUD. Nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas del funcionamiento más democrático de la sociedad.
Es evidente que debemos de hacer pedagogía para provocar un cambio de ACTITUD casi colectivo y guiarnos como sociedad por un código ético de buen gobierno. Conceptos tan básicos como ser honestos, eficaces trabajadores, trasparentes en nuestros cometidos y obligaciones, conservar la limpieza y el orden, cumplir con las reglas cívicas, pagar los impuestos, etc. En resumen, llegar a ser todos, cada uno en su sitio, emprendedores y tener fe en nosotros mismos y en las instituciones que nos hemos concedido.

Volviendo al inicio de las palabras de nuestra señora Alcaldesa, de partida, todos los gaditanos somos unos enamorados de nuestra ciudad por diferentes motivos y circunstancias. Es cierto que en nuestro entorno se puede llegar a vivir con una calidad de vida muy alta (buena temperatura, excelente gastronomía, magníficas playas, aeropuerto cerca, autopista, universidad, golf, buenos hoteles en la provincia, etc.).
Se intuye que, mientras el poder adquisitivo es más reducido, su amor es más desaforado y primario hacia Cádiz, su historia y sus gentes.
Una parte importante de la sociedad gaditana, año tras año, se vuelca con el carnaval. Entre 1500 y 2000 ciudadanos tienen como meta gloriosa participar en el concurso oficial del Falla, para lo cual, le dedican muchísimas horas desde varios meses antes de la celebración.
Durante la Semana Santa, otros varios miles de gaditanos se vuelcan para darle lustro y esplendor a la misma.
Desde septiembre hasta junio, otros varios miles de entusiastas seguidores del Cádiz se desgañitan cada dos domingos defendiendo los colores de “su Cádiz del alma”.
Es decir, Carnaval, Semana Santa y Futbol son, hoy por hoy, los tres conceptos que desde nuestro Ayuntamiento se han potenciado gracias a la televisión local municipal, hasta unas cotas de paroxismo y de agradable somnífero para languidecer todo espíritu que con buena intención proponga un BASTA YA a toda la ciudadanía.
Se imaginan si alguien con una inteligencia generosa y desprendida se pusiera a trabajar con lucidez para reconducir esa tremenda fuerza ciudadana conformada por muchos miles de criaturas y se las indujera para construir plataformas industriales para sacarles rentabilidad a estos tres temas que absorben a tantos gaditanos.
Estoy convencido que surgirían muchos nichos de trabajo y se crearía una industria en una tierra donde sobra la materia prima y la imaginación.

El cambio de mentalidad de los gaditanos se producirá cuando todos cambiemos de actitud y cumplamos el código ético que hemos enunciado y para eso, nuestro Ayuntamiento tiene una labor fundamental y que consiste en hacer PEDAGOGIA con mayúsculas tanto desde la televisión municipal como educando en valores a toda la ciudadanía.
Si alguna vez se consiguen esos objetivos con el esfuerzo de todos, podremos decir que algo se ha cambiado en la mentalidad de los gaditanos. Misión harto difícil, casi utópica, pero no imposible. Depende de las prioridades políticas de nuestras Autoridades. ¿Queremos una sociedad emprendedora o una languidecida por la costumbre y el folclore? Ese es el gran dilema y, en gran medida, la llave que podría cambiar esta dinámica histórica se custodia hoy por hoy en San Juan de Dios y en la Plaza de España. Si la queremos emprendedora, comercial y cultural, ¿a qué esperamos?


Ignacio Moreno Aparicio
Presidente del Ateneo
Cádiz, Junio de 2010.

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