Este cuadro de Zurbarán, "Defensa de Cádiz", ilustra perfectamente el objetivo y prioridad de nuestra asociación.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Cádiz en el sistema atlántico, de Manuel Bustos

Por Ignacio Moreno Aparicio.

“CADIZ EN EL SISTEMA ATLANTICO. LA CIUDAD, SUS COMERCIANTES Y LA ACTIVIDAD MERCANTIL (1650 – 1830).

Autor: Manuel Bustos Rodríguez.

Editorial: Silex – Universidad. 2005 573 Págs.

Manuel Bustos Rodríguez es Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Cádiz. Doctor en Filosofía y Letras (Sección de Historia) por la Universidad Complutense de Madrid, ha sido profesor invitado y visitante en varias universidades europeas de Francia, Bélgica, Alemania e Italia. Ha dirigido “La Historia de Cádiz” (Silex, 4 volúmenes) y es director de la colección Claves Históricas, en la misma editorial, donde ha publicado la obra, “Europa. Del viejo al nuevo orden (siglos XV al XIX).

Además, es vicedirector primero de la Real Academia Hispanoamericana. Sus investigaciones se han centrado sobre las burguesías mercantiles en la España moderna, especialmente la que opera en torno al monopolio comercial de España con América, así como sobre el Cádiz mercantil de los siglos XVII y XVIII y su proyección europea y atlántica, temas de los que ha publicado varios libros y numerosos artículos en revistas y actas de congresos especializadas, tanto españolas como extranjeras.

Contenido: Pieza clave del sistema atlántico durante los tiempos modernos, entre 1650 y 1830, Cádiz pasó de ser el “Emporio del Orbe”, al amparo del monopolio español con América, a convertirse en una ciudad casi provinciana. En el libro se analiza, en primer lugar, el proceso de formación y las características del Cádiz mercantil en su época de apogeo, así como de la burguesía comercial que lo alimenta, dentro del complejo escenario de las relaciones entre Europa y América. En segundo lugar, los mecanismos que provocan la crisis de este modelo, sus formas de actuar, y la incapacidad del mismo para generar una alternativa capaz de mantener el protagonismo internacional de Cádiz y su bahía tras la emancipación de las colonias americanas.

lunes, 27 de septiembre de 2010

TERRORISMO DURMIENTE

por Jaime Rocha ( Publicado en el Diario de Cádiz – Sección de Opinión 22.09.10)

Detenido un joven marroquí por presunta relación con el terrorismo”, noticia aparecida en el Diario de Cádiz del domingo 29 de agosto en su página 40, en un pequeño recuadro, casi imperceptible.
Se refiere la noticia a la detención efectuada por la Guardia Civil, en un pequeño pueblo de Alicante, de un joven marroquí de 27 años, que llevaba, nada menos que siete años, empadronado en la pequeña localidad.
La detención ha sorprendido a sus pocos vecinos, escasamente 2.400 habitantes, dedicados fundamentalmente a la agricultura, cuyo crecimiento demográfico en los últimos años, se debe fundamentalmente a la llegada de emigrantes marroquíes.
El joven en cuestión estaba “plenamente integrado”, incluso pertenecía como voluntario a “Protección Civil”. El Juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha enviado a prisión a Faiçal Errai, que así se llama el detenido, acusado de crear una Web para reclutar yihadistas, los más radicales y violentos de entre los terroristas islamistas. Errai pertenece, según el juez, a la Red Ansar al Muyahideen (RAAM), es decir, un terrorista durmiente.
El término, perfectamente aplicable, tiene su origen en otros activistas muy frecuentes durante la llamada “guerra fría”, desarrollada, hasta la caída del Muro de Berlín en 1989, entre el Pacto de Varsovia y la OTAN.
Agentes de los Servicios de Inteligencia de ambas partes, pero fundamentalmente del servicio militar soviético GRU y del conocido y temible KGB, pasaban años enteros en un determinado país, creando incluso una familia y adquiriendo la nacionalidad de conveniencia, perfeccionando el idioma y, en una palabra, confundiéndose con el paisaje, para, cuando fuese requerido, pasar a la acción. Se llaman agentes durmientes y su misión durante esos a veces largos años, no es otra que el mimetismo.
Así actúan hoy los más terribles terroristas de cualquier signo. Así actúo recientemente el terrorista que en Afganistán mató a dos Guardias Civiles y un Intérprete españoles, era, nada menos, que el chofer de uno de los mandos del destacamento español, un hombre de confianza.
Fernando Reinares, una de las autoridades mundiales en yihadismo, vicedecano de la Universidad Rey Juan Carlos y asesor del Ministerio del Interior y de los servicios de inteligencia, acaba de escribir, junto con Ignacio Cembrero, especialista en el Magreb, como el miembro de Al Qaeda, Amer Azizi, con residencia legal en España, regresó a nuestro país a principio del verano de 2001, tras una estancia de entrenamiento en Afganistán, para cometer atentados de gran envergadura.
El 11 de septiembre de ese año se cometieron los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, pero no fue hasta tres años mas tarde, el 11 de marzo de 2004, cuando se cometieron los terribles atentados de Madrid.
Amer Azizi permaneció en España como terrorista durmiente, hasta que, tras los atentados de Madrid, y la desarticulación de su célula por la policía, huyó a Irán y más tarde a Afganistán, donde murió en 2005 alcanzado por un misil estadounidense.
Atentados como los mencionados, o a la Casa de España de Casablanca en mayo de 2002, o el metro de Londres de julio de 2005, no son fruto de la improvisación, ni de la reacción violenta y brutal a cualquier supuesta o real agresión occidental, obedecen a un metódico, estructurado, paciente y meticuloso plan de mentes asesinas y fanáticas, que, para nuestra desgracia y preocupación no está concluido.
El joven marroquí al que nos referíamos al comienzo del artículo, no estaba en España tratando de buscar una mejora en su situación social o económica, estaba como uno de los muchos terroristas durmientes que están entre nosotros tratando de no levantar sospechas, colaborando con la sociedad de acogida, haciendo amigos, todo con un solo fin: inmolarse en un brutal atentado que cause el mayor número de victimas infieles.
La Guardia Civil, la Policía y los Servicios de Inteligencia, que conocen esta amenaza, trabajan sin descanso por nuestra seguridad y evitan, ya han evitado, muchos atentados, aunque solo alguno, como el grupo desarticulado en Barcelona que preparaba un atentado al metro, trascienda a la opinión publica. Podemos estar relativamente tranquilos. Es decir, no vivir obsesionados, pero si atentos a cualquier señal de alarma.

El sadismo político ordinario

Jugando a las deportaciones de gitanos, Sarkozy ha emborronado su mandato presidencial para siempre. Con su cinismo político ha despertado las bajas pasiones de la ciudadanía sin reparar en sus consecuencias

Por Josep Ramoneda, en El País 27 de septiembre de 2010

El sadismo es el placer ante el sufrimiento de los otros. Hay un sadismo activo, el que provoca el sufrimiento que le produce gusto, y un sadismo pasivo, el que goza como voyeur del sufrimiento ajeno. El sadismo está muy extendido entre los humanos. Cuando se habla de sadismo se acostumbra a pensar en formas extremas de violencia contra personas indefensas como la tortura, la violación o determinados rituales macabros. Pero hay un sadismo cotidiano, que a menudo pasa desapercibido, con efectos destructivos tanto físicos como psicológicos sobre las personas. Basta observar cómo juegan los niños para darse cuenta de que el sadismo aparece desde nuestra más tierna infancia.

También en la política de las sociedades democráticas hay formas de sadismo más o menos encubierto. Llamo sadismo político ordinario a las agresiones violentas e injustificadas ordenadas por un responsable político contra un colectivo percibido socialmente como marginal o no integrado, con el convencimiento de que producirá un placer, consciente o inconsciente, a ciertos sectores de la sociedad, especialmente las clases medias y populares. El objeto de esta violencia sádica ha de ser un grupo que produzca un cierto rechazo social, por tanto, que difícilmente será defendido, y que no tenga capacidad de intimidación, porque no vota y porque no tiene mecanismos de expresión a su alcance. Es un recurso habitual cuando un gobernante siente que su popularidad cae o que necesita desesperadamente un plus para alcanzar sus objetivos electorales. Se acostumbra a confundir con el populismo, pero incorpora este factor añadido que es la estimulación del sentimiento sádico y la especulación con el mismo.

Este ejercicio de cinismo político, dispuesto a despertar bajas pasiones de la ciudadanía sin reparar en sus consecuencias, es lo que ha hecho Nicolas Sarkozy con los gitanos. Es probable que su estrategia sea fundada y que, efectivamente, provoque reacciones sádicas en un sector de la ciudadanía, que puedan dar réditos electorales al presidente. Pero, precisamente por esta razón, es todavía más repugnante. La función del gobernante no es crear problemas a la convivencia en beneficio propio, sino resolverlos democráticamente. Ha sido la incapacidad del presidente para resolver los conflictos de las periferias urbanas francesas lo que le ha llevado a este encarnizamiento sádico contra una minoría sin defensores y con mala reputación. Como ha escrito Glucksmann, detrás de este rechazo al otro se esconde un rechazo de sí mismo, "el miedo a los gitanos es el miedo inconfesado de sí mismo". Jugando a las deportaciones, como un aprendiz de brujo, Sarkozy ha emborronado su mandato presidencial para siempre. Y ha situado a Francia ante la vergüenza de ser señalada como violadora de aquellos derechos republicanos de los que siempre ha alardeado como abanderada. The Economist lo ha descrito así: "Cuando da lo mejor de sí mismo, Nicolas Sarkozy es un político extraordinario; cuando las fuerzas le abandonan, no es más que un oportunista sin escrúpulos".

Naturalmente, el sadismo político tiene sus protocolos. El proceso puede describirse así. Primero, la revelación. Cada vez que oigan algún político decir: "Hay que llamar a las cosas por su nombre" y "negar los problemas no conduce a ninguna parte", prepárense porque por algún lado empezarán a caer palos contra las libertades. La partitura la dio, a finales de julio, el discurso de Grenoble. Sarkozy invitó a los franceses a "despertar" y anunció que iba a "acabar con estas zonas de no derecho que son las implantaciones salvajes de campamentos gitanos".

Segundo paso, la blasfemia, como le llama Luc Boltanski, o el desprecio por la common decency (Orwell), es decir, proponer como un gran atrevimiento epifánico algo que entra en ruptura con los valores republicanos compartidos. En este caso, la deportación de los parias. "Estáis cegados por los biempensantes", dijo el ministro Brice Hortefeux, para defenderse de sus críticos.

De ahí al tercer paso hay solo un escalón: la identificación del grupo, la segregación étnica. Con lo cual, el sadismo político se encuentra con su cómplice preferido: el racismo.

El cuarto paso es la acción violenta en sí, el desalojamiento y destrucción de los escasos bienes de una gente que no tiene casi nada. También tiene su sentido: propagar el miedo.

En fin, el quinto paso, es provocar la asociación de ideas: con el ataque a los gitanos es toda la inmigración la que está concernida y es de los sentimientos de rechazo contra la inmigración de lo que se quiere sacar partido. Que las pulsiones de recelo al otro, que los ciudadanos llevan incorporados, se activen en el momento de ir a votar. Por eso es tan importante la publicidad de la acción como la propia acción. Que todo el mundo se sienta concernido. Entre el populismo y el discurso securitario apenas queda espacio para la política democrática. Es el triunfo de la economía política de la pulsión.

En un reciente manifiesto contra el racismo -Vivir en diversidad, hecho público por un grupo de "ciudadanos comprometidos" de diversos países de Europa- se apelaba a los cuatro principios clave de una política de futuro: la diversidad como esencia de Europa; un ethos de solidaridad y esperanza; una protección de lo común y una economía inclusiva. Europa, de la mano de dirigentes como Nicolas Sarkozy, va exactamente en la dirección contraria: la excitación del pequeño hombre blanco contra el otro. Se empieza deportando gitanos y no se sabe cómo se termina. Los ciudadanos de Europa no podremos alegar que ni vimos ni supimos.

Un Sarkozy en apuros dispara contra los gitanos para que los ciudadanos se compensen de las malas noticias con unos momentos de satisfacción sádica. No hace falta decir que este ejercicio representa una degradación profunda de la ética democrática, una ruptura extremadamente peligrosa de las reglas del juego, y una pérdida de legitimidad de la principal autoridad republicana, que se baña en las aguas encharcadas del racismo y del sadismo político. Con su exhibicionismo securitario, el presidente francés alimenta, además, una perniciosa confusión entre política y policía. Como si la única función del Estado fuera el orden público.

La operación de Sarkozy llega en un momento especialmente delicado: una profunda crisis económica y una grave crisis europea. La tentación de apelar a las más penosas formas del populismo acecha siempre en estas coyunturas, pero es extremadamente peligrosa, porque la desazón de la crisis deja a la ciudadanía con las defensas muy bajas. Esta ruptura con la cultura democrática, este retorno al rechazo del paria, del marginal, del que hace y vive diferente, esta recuperación de las pulsiones racistas, pueden ser los tacones sobre los que se monten las botas de una nueva dominación neototalitaria. La historia europea del siglo XX está demasiado cerca como para que un presidente de la República pueda actuar con tanta frivolidad. James G. Ballard lo advirtió con su habitual rotundidad: "El consumismo despierta un apetito que solo el fascismo puede satisfacer". Sarkozy sigue la estela de Haider, de Berlusconi, en una Europa cansada e impotente a la que se pretende rearmar sobre la base del odio al otro. El mito de la apertura de Sarkozy se hunde.

En la medida en que los dirigentes europeos no han sido capaces de desmarcarse, el sadismo ordinario de Sarkozy contamina a todos. Nos devuelve la terrible imagen de la limpieza étnica que ya cubrió de espesos nubarrones al continente cuando el hundimiento de Yugoslavia. Y nos demuestra que la capacidad de infección del sadismo y del racismo no tiene fronteras. Las organizaciones antirracistas francesas, en su bienintencionada lucha contra los despropósitos de Sarkozy, han cambiado su viejo eslogan "Touche pas mon pot" ("No toques a mi amigo") por "Touche pas ma nation". ¿No es esto también una profunda regresión que nos aleja de los presupuestos de una Europa abierta y diversa?

domingo, 26 de septiembre de 2010

El origen de las especies, de Charles Darwin

Por Ignacio Moreno Aparicio.
“EL ORIGEN DE LAS ESPECIES POR MEDIO DE LA SELECCIÓN NATURAL”.
Autor: Charles Darwin.
Alianza Editorial. 2009. 539 Págs. Prólogo de Francisco J. Ayala.

Darwin comenzó sus estudios universitarios en la Universidad de Edimburgo, donde se matriculo como estudiante de Medicina. Después de dos años abandonó estos estudios y se matriculo en la Universidad de Cambridge, donde se graduó en 1831. Durante sus años en Cambridge, Darwin adquirió gran interés en la historia natural y se dedicó a recolectar escarabajos y otros insectos, además de observar la naturaleza en paseos y viajes en compañía de algunos de sus profesores y otros naturalistas.
Unos meses después de su graduación, el 27 de diciembre de 1831, Darwin zarpó, como naturalista, a bordo del HMS Beagle, barco de la Marina británica, en un viaje alrededor del mundo que duraría hasta octubre de 1836.
“El origen evolutivo de los organísmos es hoy una conclusión científica establecida con un grado de certeza comparable a otros conceptos científicos ciertos, tales como la redondez de la tierra, la revolución de los planetas alrededor del sol, o la composición molecular de la materia” Francisco J. Ayala.
La presente edición, prologada por Francisco J. Ayala, Premio Nacional de las Ciencias en Estados Unidos, de esta obra fundamental de Charles Darwin, reproduce la sexta y definitiva publicada en inglés, en la versión española ya clásica de Antonio de Zulueta, y acompañada de un texto introductorio de Diego Nuñez que ayuda a situar la obra en su contexto. El autor, universalmente conocido como fundador de la teoría de la evolución biológica, puso a prueba las creencias de la época sobre la Divina Providencia y la estabilidad de las especies.
Publicado por primera vez en el año 1859, este libro dio origen a una revolución que fue más allá de la mera biología y que habría de revelarse decisiva en la formación del pensamiento contémporaneo. En su viaje de cinco años alrededor del mundo, el descubrimiento de huesos fósiles pertenecientes a grandes mamíferos extinguidos en Argentina y la observación de numerosas especies de pájaros pinzones en las Islas Galápagos estuvieron entre los acontecimientos que estimularon el interés de Darwin en cómo se originaban las especies. Texto rigurosamente documentado pero, al mismo tiempo, de fácil lectura sin demasiados tecnicismos, da cuenta de la teoría científica que está en las raíces de nuestra presente actitud ante el universo.

viernes, 24 de septiembre de 2010

CONVOCATORIA CONTRA LA POBREZA

Secretaría General de Justicia y Paz de España
Rafael de Riego, 1 6 , 3 º dcha. • 2 8 0 4 5 Madrid
Tel. (+ 3 4 ) 9 1 50 6 1 8 2 8 • Correo-e: juspax@juspax-es.org
web: http://www.juspax-es.org

Desde hace unas semanas se ha puesto en marcha La Alianza contra la pobreza por un motivo especial, la cumbre en Nueva York para la revisión de los Objetivos del Milenio (ODM); con tal motivo La Alianza celebró un acto en la plaza de Callao el pasado sábado día 1 8 , en el que hubo una discreta presencia de medios de comunicación y de miembros de las organizaciones integrantes de La Alianza. Por ello se ha emitido un documento titulado "Revisión ODM cifras contador", este documento contiene información abundante sobre el estado actual de la pobreza.

Se ha mantenido una reunión de La Alianza en la que se ha informado de la manifestación contra la pobreza que ya es tradicional en octubre; este año será el domingo día 1 7 , saliendo de Cibeles a las 1 2 :00 y terminando en Sol a las 1 4 :00, el lema será " La Pobreza no esta en crisis". En los próximos días se mandaran a imprenta los carteles y resto de materiales para la adecuada difusión. Previsiblemente en los primeros días de octubre estarán disponibles estos materiales para proceder a la mayor difusión posible dentro de los ámbitos en que nos movemos.

Para refrescar un poco la memoria respecto a las actuaciones y documentos emitidos en los últimos meses por La Alianza se adjuntan dos documentos mas:

1.- Manifiesto contra el plan de ajuste del Gobierno de mayo pasado, con motivo de dicho plan, en lo concerniente a cooperación no solo se ha producido una reducción de 50 0 millones de euros, sino también el abandono del de la promesa de alcanzar el 0, 7 % del PIB en la legislatura, de modo que nos hemos estancado en menos del 0, 4 5 %, el gobierno dice que ha avanzado mucho respecto a gobiernos anteriores.

2.- Documento programático de la Alianza , en el que de un modo ordenado y formal se recogen las líneas de acción y reivindicaciones de la Alianza , y de la que formamos paste Justicia y Paz.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Fuerza colectiva

Por Carlos Morillo
Publicado en La Voz de Cádiz, 05/04/2010

¿Cuántas personas en total habrán salido en alguna de las procesiones de Semana Santa o en alguna de las agrupaciones carnavalescas? Si en la última Cerbatana considerábamos a la industria del Carnaval como una de las principales fuentes de ingresos de muchos gaditanos… ¡qué se puede decir de la capacidad de aglutinar a jóvenes y mayores de las cofradías gaditanas! No sé si Pepe Blas habrá contabilizado cuántos serán en número los que, ya sean en una chirigota, en un coro o en una cofradía, han salido a la calle. Seguramente miles. Una auténtica fuerza colectiva.

Si intentamos romper un cristal con un dedo es seguro que no lo conseguiremos, si lo intentamos con los cinco dedos cerrados en forma de puño, quizás sí. ¿Por qué no aprovechamos esta fuerza de los gaditanos que gracias al Carnaval y a las Cofradías disponemos? No una fuerza para exigir empleo, sino una fuerza para generar empleo. Una Ciudad unida hacia un objetivo común siempre será una Ciudad más fuerte y solvente que cada uno en su lucha por su cuenta y riesgo. Esto me lleva también a alarmar por el desastre y decepción que viene siendo la fracasada Mancomunidad de la Bahía.

Ni papá Estado ni el tío Pepe Griñán nos van a regalar nada de aquí en adelante dado el rumbo que está cogiendo la economía en nuestro país y en la UE, pero poder contar con esa fuerza colectiva para adelantarnos a otras ciudades y liderar una economía basada en la innovación, la creatividad, las nuevas tecnologías, el turismo marítimo, la creación de una marca sostenible y duradera como es el Cádiz histórico, el Cádiz arqueológico o el Cádiz constitucional nos puede salvar del fracaso colectivo de una Ciudad parada.

martes, 21 de septiembre de 2010

Labordeta 1935-2010

El hombre que reinventó Aragón

por FERNANDO BAETA, publicado en El Mundo, 21/09/2010

Su voz rota, triste y amarga levantó a todo un pueblo en épocas oscuras en las que resultaba difícil, incluso, alzar la cabeza. De pocos hombres puede decirse lo que no es aventurado decir de José Antonio Labordeta: que él solo reinventó un pueblo, que unas estrofas suyas reinventaron Aragón. Bien pudo ser él el autor de las palabras de Pablo Neruda cuando confesó que había vivido y escribió que «de estas tierras, de este barro, de este silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo». Dos canciones, dos simples pero infinitas canciones, ayudaron a delimitar las costuras sobre las que actualmente se asienta una tierra que durante demasiado tiempo se sintió invisible y abandonada, que vivió de espaldas a la vida, ahogada en su sequedad, derrotada en su victoria.

La primera, 'Aragón' (1974), marcó la frontera, el antes y después de un pueblo que había dejado de respirar; le devolvió la posibilidad de ser, de creer y de crecer: «Polvo, niebla, viento y sol, donde hay agua una huerta. Al norte los Pirineos, esta tierra es Aragón». Este quejido, que su autor escribió en 1970, logró que la sangre volviera a circular por un cuerpo antaño inerte que, ahora sí, quería ponerse en pie. La segunda, 'Canto a la libertad' (1975) —que dará la vuelta mundo y se convertirá en un himno universal contra las dictaduras—, fue capital para que quien acababa de ponerse en pie, de levantarse, quisiera andar, quisiera volar, ser libre: «Habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad». La suma de estas palabras, la música de estas canciones, marcaron la topografía de un pueblo que ansiaba existir y existir en libertad.

Sería injusto, además de falso, tratar de reducir la vida de José Antonio Labordeta a sólo dos canciones, porque él lo ha sido todo en su tierra, una tierra a veces inhóspita con los suyos, como reconocía el propio interesado, donde nunca ha sido fácil destacar y sobrevivir para contarlo. Además de cantautor (24 elepés) y escritor (25 obras publicadas entre poesía, narrativa, viajes y memorias), fue profesor de instituto (Teruel y Zaragoza), inventor de periódicos (actor activo en la puesta en marcha en 1972 de 'Andalán', otro de los hitos en la reinvención de Aragón); periodista, articulista, analista político, político en activo (hombre cercano al PCE en las primeras elecciones democráticas, participó en 1976 en la creación del Partido Socialista de Aragón. Fue diputado en las Cortes de Aragón y en las de Madrid de la mano de la Chunta Aragonesista, partido nacionalista y de izquierdas que ocupó el hueco dejado por el PSA cuando éste fue engullido por el PSOE); también hizo sus pinitos cinematográficos y fue presentador y conductor de programas de televisión como 'España en la mochila'.

Hizo de todo y todo lo hizo bien: con un compromiso ético de hombre de izquierdas y una honestidad, dignidad e intensidad incontestables. Siempre formó parte de esa «insólita cofradía de creadores pensativos, rebeldes frente a tanta opresión y tanta mediocridad», como recordó el catedrático y amigo Eloy Fernández Clemente cuando el cantautor recibió, el 23 de marzo de 2010, el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Zaragoza. Pero sería asimismo injusto, además de falso, no reconocer que esas dos canciones, esos dos gritos, esos dos lamentos, y lo que representaron en su momento y siguen representando, todavía ahora magnifican, aún más si cabe, la vida y la obra del zaragozano más importante del siglo XX.

lunes, 20 de septiembre de 2010

¿ NOS ENGAÑAN NUESTROS POLÍTICOS? por Jaime Rocha

Publicado en el Diario de Cádiz, el día 3 de diciembre de 2009.
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Decir que España no funciona como país, no resulta original a estas alturas. Estamos hartos de oír y decir: “la Justicia es lenta, luego no es justa”, “la Educación necesita con urgencia un Pacto de Estado”, “nuestros militares en “misiones de paz” deben estar mejor equipados”, “batimos récords mundiales de paro”, “la corrupción esta generalizada”… y tantas otras cosas, en mente de todos, manifiestamente mejorables.
Abría que añadir, sin pretensión de originalidad, que la Democracia, en nuestro país, tampoco funciona. Cuando un partido político, tras un proceso electoral, obtiene la confianza mayoritaria de los ciudadanos, se dice, y es verdad, que gobierna aplicando el rodillo. Por el contrario, si el resultado de las elecciones no concede a un determinado partido la posibilidad de gobernar en solitario, empieza el baile político, cada cual busca pareja y llegan a pactos que hacen posible la gobernabilidad.
Esto sucede a todos los niveles y en todas las administraciones y es, hasta cierto punto correcto. Si una formación política expone claramente su programa, sin animo de engaño, y su victoria no es suficiente, debe buscar aliados, pero aliados que se aproximen y acepten las líneas programáticas mas importantes.
Lo ideal serian unas alianzas preelectorales, que cada elector conociera de antemano lo que vota, pero eso aquí es imposible, las distancias ideológicas y de intereses entre partidos es tan importante que lo hacen inviable.
Lo que sucede después es sencillamente un engaño a la ciudadanía. Los pactos postelectorales, considerando lo dicho más arriba, son simples pactos de conveniencia, pactos donde partidos políticos con programas e idearios totalmente opuestos, se unen para aprobar leyes que nos afectan a todos y en la que, generalmente, es el pequeño partido el que impone desmesuradas condiciones.
Se echa de menos a Julio Anguita y su famoso: “Programa, programa, programa”, se podía no estar de acuerdo con él, pero la coherencia y responsabilidad ante sus votantes eran dignas de admiración. Eso hoy no existe.
Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros” decía Groucho Marx, y esa es la norma ahora en España. Se cambian programas y principios por votos o dinero y se llega a alianzas absolutamente incomprensibles y contra natura. Ya todo vale con tal de sacar adelante unos Presupuestos o una ley.
Pongamos por caso que Vd., o yo, hemos votado al PSOE, es solo una suposición, en la últimas elecciones generales, y que, siendo, como somos, personas responsables, hemos leído los distintos programas, al menos en sus líneas maestras. Después de eso, responsablemente, hemos decidido votarles, y lo mismo que nosotros, otros once millones de españoles. Pues bien, sin saber porque, haciendo uso de esa mayoría y por conveniencia política, se busca unos aliados, que casi caben en un taxi, y se sacan de la chistera una “Ley de la despenalización del aborto” que nadie, salvo los del taxi, habían pedido. “Pero, oiga, ¿y sus electores? No estaban informados de esas intenciones, para el caso de que ya las tuvieran”. “No importa, quedan todavía dos años para las generales, para entonces ya se han olvidado”.
Así nos va. Prometen, ofrecen, hacen programas y nos juran por lo que haga falta que si ganan cumplirán escrupulosamente lo pactado. Luego….ya vemos como se comportan, y fían su futuro electoral a nuestra mala memoria.
Muchos de estos males de nuestra democracia, que la desvirtúan hasta extremos de hacerla irreconocible como tal, tendrían remedio si los dos grandes partidos llegaran a un acuerdo que permitiera modificar la actual Ley Electoral. Soñar es gratis.
Esto no sucederá, y esta pésima ley tendrá aun larga vida. Los dos grandes partidos, salvo fenómenos imprevisibles, tienen asegurada la alternancia y, como las mayorías absolutas son difíciles de alcanzar, los pequeños partidos, los separatistas o los del taxi, encantados de una situación que les permite hacer su voluntad ejerciendo el viejo sistema del chantaje. ¡Bonito panorama para un país que se dice moderno¡
Creo recordar que fue Alfonso Guerra quien certificó la muerte de Montesquieu en nuestro país y no le faltaba razón. Asistimos atónitos, bueno por lo que se ve solo algunos, a la concentración del poder en unas solas manos, las del Gobierno, y eso tiene otro feo nombre.
El Poder Legislativo ejerce sus funciones a base de pactos y mas pactos del Gobierno, ahora con estos, mañana con los otros, no importa quienes sean ni sus objetivos (a veces la desmembración de España), es la conveniencia del momento de quien manda. ¿Control al Gobierno? ¿Quién se lo cree?
El Poder Judicial está absolutamente contaminado. Sus órganos rectores, sus altos tribunales son nombrados por los propios partidos en función de su representación parlamentaria y resulta cada vez mas evidente y descarado que quienes deberían ejercer como Poder del Estado no lo hacen y se limitan a seguir las directrices del Gobierno de turno.
¿Y el cuarto poder? Tampoco. Los grupos editoriales independientes casi no existen. Podemos elegir ver una televisión o leer un periódico sabiendo siempre de antemano lo que nos va a decir, hacia donde inclinan sus opiniones, quien está detrás.
Afortunadamente en todos los casos existen honrosas excepciones. Aun quedan españoles dignos y honrados, políticos, jueces, periodistas y en todas las profesiones, pero el Sistema está viciado y ahoga, casi hasta la asfixia, a las buenas gentes.

viernes, 17 de septiembre de 2010

El alma está en el cerebro, de Eduardo Punset

Por Ignacio Moreno Aparicio


“EL ALMA ESTA EN EL CEREBRO. RADIOGRAFIA DE LA MÁQUINA DE PENSAR”
Autor: Eduardo Punset.
Editorial Santillana, Ediciones Generales, S.L.
Punto de Lectura, S.L. 2007.

Eduardo Punset (Barcelona, 1936), escritor, abogado, economista y divulgador científico, ha sido ministro de Relaciones para las Comunidades Europeas, Conseller de Finances de la Generalitat, presidente de la Delegación del Parlamento Europeo en Polonia, representante del F.M.I., profesor y periodista, y es autor, entre otros libros, de “La salida de la crisis” (1980), “España sociedad cerrada, sociedad abierta” (1982), “La España impertinente” (1986), “Manual para sobrevivir en el siglo XXI” (2000),”Adaptarse a la marea” (2004), “Cara a cara con la vida, la mente y el universo” (2004), “El viaje a la felicidad” (2005) y “El alma está en el cerebro” (2006). Desde 1996 dirige y presenta el programa Redes en Televisión Española.

Contenido: Emociones, ideas, temores, deseos, espiritualidad y otros aspectos de la vida de los seres humanos dependen de las complejísimas operaciones del cerebro. Cuando nos interrogamos acerca de nosotros mismos, las preguntas que surgen son infinitas: ¿es el alma sólo el resultado de reacciones químicas y eléctricas?, ¿se puede manipular el pensamiento de otros?, ¿los artistas tienen un cerebro distinto?, ¿lo que sugiere nuestro inconsciente es lo que somos?, ¿nos engañan nuestras percepciones? Eduardo Punset nos acerca a las reflexiones más relevantes de los investigadores sobre ese gran secreto que es el cerebro.
“Escuchar y leer a Punset es advertir que el desciframiento de nuestra materia gris puede suponer la frontera final de una humanidad que hasta ahora ha permanecido a oscuras y ha vivido equivocada. Recorrer “El alma está en el cerebro” supone desaprender multitud de asunciones y descubrir otras tantas”, según nos anuncia la editorial.

jueves, 16 de septiembre de 2010

La Catalunya de pensamiento único

Por Carles Navales
Revista La Factoría, publicado el 15-09-2010

El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha convocado elecciones al Parlament de Catalunya para este 28 de noviembre: el melón está abierto.
Poco podíamos pensar hace unos años que la intolerancia crecería tan aprisa y con tanta fuerza en Catalunya.
Que el independentismo tenga más o menos seguimiento no es lo principal, es más, se trata de una opción que no debería preocupar a nadie, pues la cuestión no es independentismo sí o independentismo no; la cuestión es libertad y democracia sí o libertad y democracia no.
En Catalunya, el independentismo es tan escaso como grande su dimensión mediática; hasta destacados grupos de comunicación le hacen el caldo, y es que la opción independencia tiene hoy un buen mercado, un negocio seguro, al que ni siquiera hace ascos quien heredó título nobiliario y le fue otorgada recientemente la dignidad de Grande de España por Su Majestad el Rey, como tampoco le han hecho ni le hacen otros grandes adinerados que también se formaron en el más rancio centralismo del franquismo.

Y es que en Catalunya hablamos, medio en serio medio en broma, de la aparición del capitalismo financiero-independentista como el más reciente fenómeno de la independencia, y digo medio en serio muy en serio pues, como estamos viendo en Europa tras la desaparición de las fronteras, y con ellas de los aranceles, desde el punto de vista ultraliberal, que cada vez impera más, tener un “Estado menor” (expresión ideológica de la lideresa Aguirre), podría incluso tener un cierto interés para determinados organismos internacionales financiero-económicos. La existencia de “Estados menores" fácilmente controlables, más débiles y menos contestatarios, no es más que un símil, puesto al día, de lo que ya sucedió tras la Gran Guerra, en que la autodeterminación permitió al nuevo capitalismo destruir definitivamente el Viejo Imperio (así se lo hizo saber a nuestro Romanones la diplomacia francesa para hacerle ver que la independencia de Cataluña no les interesaba). Para los neoliberales de hoy, la fragmentación europea (Kosovo, Montenegro, Países Bálticos, Moldavia, Georgia,…), está facilitando el control económico y dinamizando la desregulación de mercados (energético, financiero, político,…): a más pequeños, más manejables; la Europa de los 40, como los de Ayete...
El apoyo ciudadano que ha llegado a tener el sí a la independencia, en las consultas informales organizadas por sus valedores, tiene una horquilla que va desde un máximo del 22%, siempre en las comarcas del interior con tradición carlista o aún más conservadora, hasta un mínimo del 6%, en este caso en las ciudades metropolitanas de tradición de izquierda y cosmopolita, que tuvieron un papel principal, incluso jugándosela a veces, en la lucha antifranquista por la libertad, la amnistía y el Estatuto de autonomía.

Hay, pues, dos cataluñas (también otra, tan centralista como insignificante) con contenidos morales y políticos bien diferenciados. La cuestión principal está en que ambas deben convivir, como lo han hecho hasta ahora, algo que solamente puede suceder si el respeto y la tolerancia imperan. Y es esto lo que empieza a estar en el alero: lo que se está destruyendo es la ética común del convivir cotidiano, que tan bien nos ha ido desde siempre.
El presidente Barack Obama, en su reciente discurso sobre la nueva política de inmigración que quiere impulsar en los Estados Unidos de Norteamérica, decía sensatamente: "Considero que debemos apelar, no a los temores de la gente, sino a sus esperanzas, a sus ideales más altos. Porque así somos los norteamericanos. Está inscrito en el sello de nuestra nación desde la declaración de independencia: ‘E pluribus unum’ (De muchos, uno). Esto es lo que atrajo a los perseguidos y empobrecidos a nuestras costas. Esto fue lo que trajo innovadores y audaces de todo el mundo a probar suerte aquí, en el país de las oportunidades. Esto fue lo que llevó a la gente a soportar miserias indescriptibles para llegar a este país de nombre Estados Unidos".
Si cambiamos la palabra Estados Unidos por Catalunya, la reflexión nos vale al ciento por ciento. En Catalunya, ¿tan difícil es apelar a las esperanzas, en vez de a los temores?
Y apelar a los temores puede hacerse de muchas maneras: abriendo debates sobre lo secundario de la inmigración y olvidando lo principal, como se ha hecho; atemorizando a quien no piensa como tú, queriendo hacer creer que hay catalanes buenos y catalanes malos, que es justo lo que ahora está pasando. La diferencia, para quienes actúan así, ya no está en ser de derechas o de izquierdas, sino en el grado de adhesión hacia su Catalunya metafísica, lo que es, ni más ni menos, que el primer paso hacia al nacional-populismo.

Son catalanes malos los que quieren racionalizar el tema de la inmigración y rechazan el recurso fácil del populismo; los que no se adhieren a la prohibición de las corridas, aunque no les gusten los toros; los que no creen en la independencia; los que sostienen que hace falta luchar por una solución constitucional a la sentencia del Estatuto; los que piensan que es mejor vivir dentro de España; quienes llevan con satisfacción una camiseta de La Roja; los que explican que la bandera estelada (hoy símbolo de la independencia) la creó para sí Estat Català, el partido nazi catalán, etc.
Si en los medios independentistas o nacionalistas de todo signo, con TV3 y Catalunya Ràdio de buque insignia (¿para cuándo una radio y televisión pública veraz, objetiva, plural e independiente?: nos basta con que sea inteligente), la respuesta continúa siendo la de intentar criminalizar a quien piensa diferente, el futuro que viene será muy incierto: querer imponer una Catalunya de pensamiento único tan sólo nos llevará a la decadencia del país. Y están cerca de conseguirlo.

Parece cumplirse aquello que ya vio en 1934 ese gran pensador político catalán que fue Amadeu Hurtado, cuando escribió (Abans del sis d’octubre. Quaderns Crema. 2008): “Es la mar de curioso, que a medida que van creciendo con fuerza los extremismos del catalanismo, aflora a la superficie todo el poso que ha dejado en nuestro pueblo la influencia castellana o madrileña. Es, el nuestro, un caso que me recuerda las Repúblicas sudamericanas: El burocratismo, que nos era desconocido (sin duda, por carecer de gobierno propio) hace ya tantos estragos como en Madrid, a pesar de lo reciente de nuestra autonomía. El caudillaje como la única expresión política que encaja con la educación del pueblo. Y ahora resulta que el poder nota a faltar un ejército que le sirva de soporte como en la vieja política española, y la preocupación más viva de los catalanistas es crear una fuerza armada que supla al ejército y con la que se habrá de contar siempre en nuestros problemas políticos”.

Era 1934, y otra era la situación, pero los anhelos por crear una gran burocracia que de empleo a todos ellos; tener un líder indiscutible y metafísicamente catalán; y un ejército que defienda su no menos metafísica Catalunya, es algo aún presente en el sentir de nuestros independentistas.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

España, un país en vía muerta

Por Manuel Muela
http://www.elconfidencial.com/
15/09/2010

Los informes sobre la economía europea muestran un denominador común en sus conclusiones: la crisis ha dejado de ser la enfermedad de todos y va quedando localizada en algunos estados de la UE, cuyo futuro permanece incierto. España es uno de esos países y, aunque nuestra dimensión disuade a los demás de abandonarnos a nuestra suerte, es previsible que los esfuerzos de los acreedores y socios se centren en aislar el problema español, para evitar situaciones análogas a las de los meses de abril y mayo cuando Grecia puso en serios aprietos a la propia Unión Europea. Ante cualquier contratiempo, la Unión Europea responderá con sus datos de crecimiento, separándose cada vez más de aquellos países que no crecen. Lo del todos a una puede ser agua pasada.Desde el verano de 2007 se ha vendido con éxito en España la idea de que los problemas españoles eran consecuencia de la crisis internacional y que o salíamos todos juntos o no salía nadie. Las evidencias, sin embargo, son otras: ha habido una crisis generalizada, pero cada país ha tenido que aplicarse a resolverla, primero reconociéndola y después poniendo los medios para superarla. No ha sido el caso de España, mejor dicho de sus gobernantes, que la han estado negando hasta la primavera pasada y que, ahora, deprisa y corriendo, pretenden recuperar el tiempo perdido sin saber muy bien cómo. Es normal que la desconfianza se haya adueñado de los espíritus y se observen con incredulidad, también a veces con indignación, las propuestas del gobierno, alrededor de las cuales aletean los diferentes grupos políticos que, por activa o pasiva, lo oxigenan en espera de un futuro mejor.La crisis española, que es política y económica, trasciende a la internacional y en tanto no se reconozca así seguiremos condenados a ser rehenes de la estulticia y del instinto de supervivencia de un sistema, cuyo único objetivo es resistir. Lo que induce a la desesperanza es el fatalismo del discurso imperante, que se asienta en la superficie del problema, señalando como única causa de su prolongación al mal gobierno, sin entrar en otras consideraciones que no sean pensar en la sustitución del mismo, sin prisa alguna en ello. Todos saben que el problema es de mayor enjundia, pero nadie quiere asumir el fracaso de un modelo político y económico que ha agostado para largo tiempo las ilusiones de los españoles.Una de las consecuencias de lo anterior es que se va instalando la idea de que quienes gobiernan ahora o los que lo hagan en el futuro, respetando el statu quo, tendrán que administrar la pobreza que resulta del estancamiento de la economía de un país cuya población ha crecido notoriamente en poco tiempo: los recursos escasos tendrán que dedicarse a pagar las deudas contraídas y a atender mínimamente las necesidades sociales. Fuera de eso, desde la perspectiva de unos poderes públicos sin ambición de cambio, poco se podrá hacer; y, al igual que se ha logrado sobrevivir con la mistificación de la crisis internacional, se venderá el discurso fatalista de que no hay alternativa y toca aguantar.Hasta el momento se echan de menos los debates sobre las causas políticas y económicas de la situación española: se critica o se adula al jefe del gobierno, se discute si el Producto Interior Bruto crece o decrece una décima más o menos, y, en fin, se habla de las bondades de Basilea III. Por cierto ¿dónde van a buscar capital nuestras entidades crediticias? Todos asuntos importantes sin duda, pero a los que falta contrastar con una realidad de penurias sociales, educativas y políticas, que, como se ha demostrado, parecen útiles para el mantenimiento del poder, no para convertir a España en un país libre y civilizado.Las obligaciones pendientesEs normal resistirse a reconocer la realidad, y más si se sigue insistiendo vanamente en que estamos ante un mal pasajero debido a causas externas. Se rehúye debatir sobre las graves deficiencias de un Estado hipertrófico puesto al servicio de unas minorías políticas y económicas dedicadas al disfrute del poder y/o la riqueza mientras sea posible; algo que no es nuevo en nuestra historia y a cuya superación no se debería renunciar. El apabullante discurso oficial de que España tiene un modelo ejemplar es negado a diario por la carcoma que va destruyendo el tejido social y productivo. Oídos sordos y ya se verá.Se dice por algunos que resistir es vencer. Pero no siempre: Numancia resistió y perdió. En este momento se nos observa con inquietud y, a no tardar, se volverá a poner en duda nuestra capacidad para enfrentar las obligaciones pendientes. Por eso, se hará lo que se hace en los ferrocarriles cuando un tren se avería o causa perturbación al tráfico normal, ponerlo en vía muerta. Ese es el horizonte si no se rompe el cordón sanitario de la dictadura de lo políticamente correcto y se alumbra un proyecto civilizador para España.

*Manuel Muela es economista.

lunes, 13 de septiembre de 2010

OTROS LO HAN LOGRADO....¡ ES POSIBLE ! por Jaime Rocha

Uno (o un colectivo), crea un blog, una publicación, un medio de difusión, en el soporte que considere oportuno y esté a su alcance, y se preocupa de que su contenido responda al interés de los potenciales lectores.
Cuando ya se ha iniciado la andadura, las estadísticas nos van orientando sobre los lugares y el numero de personas que nos leen, lo que nos da una referencia de si se están cumpliendo los objetivos y en que medida. El siguiente paso, que llegará con el tiempo, es lograr la participación de los lectores a través de sus comentarios.
Todo esto es muy importante, no escribe uno para si mismo, sino para los demás, y no solo eso, sino que se trata de “aportar algo positivo”, de plantear los problemas, las deficiencias, los comportamientos denunciables, pero siempre tratando de buscar soluciones, de motivar a los responsables, de mejorar lo mucho que todavía necesita ser mejorado en nuestras sociedades, local, nacional o internacional, en una palabra: ser portavoces, mover conciencias.
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Hace unos días nos referíamos a un problema que se da con excesiva frecuencia en nuestra ciudad de Cádiz y en otros lugares, denunciábamos el estado de suciedad de muchas de sus calles, la proliferación de pintadas en paredes y monumentos y los actos vandálicos que con frecuencia se producen (“ Hay que acabar con esto” 13.08.10).
Con la intención de buscar soluciones, aportábamos algunas ideas que podían contribuir a mejorar a medio y largo plazo la situación. Medios correctivos y de concienciación de los ciudadanos que hemos visto aplicados en otros sitios con buenos resultados.
Citábamos expresamente al Puerto de la Cruz en la isla de Tenerife y como una labor paciente de formación, desde las guardarías infantiles hasta las Universidades y Centros de Formación Profesional, había obrado el “milagro”. También nos referimos a la bellísima ciudad italiana de Florencia, visitada por miles de turistas cada año, y siempre en perfecto estado de limpieza, y hacíamos referencia a algunas medidas eficaces tomadas por las autoridades locales absolutamente disuasorias.
Hoy volvemos sobre el tema para aportar nuevas experiencias, esta vez en Portugal, nuestro país vecino y hermano. Dos ciudades al azar y distantes, Aveiro, (entre Oporto y Coimbra) y Elvas, a escasos kilómetros de Badajoz.
En ambos casos, observamos una importante presencia de turistas extranjeros, muchos, quizás mayoría, de españoles. Visitamos las zonas monumentales, restaurantes y comercios. Destacable en todas partes el estado de limpieza y especial cuidado con que los portugueses procuran hacer agradable la estancia quienes los visitan, esforzándose incluso en utilizar con mayor o menor fortuna, el correspondiente idioma.
Llegando a Sevilla hubo que efectuar una parada en una estación de servicio, junto a la que hay un restaurante…El suelo de la parte dedicada a restauración, presentaba un estado deplorable de limpieza, repleto de papeles y todo tipo de desperdicios, pero lo peor estaba por llegar. Los servicios, atascados y sucios, seguramente no habían recibido la visita del personal encargado de la limpieza en mucho tiempo y, desde luego, de los funcionarios de Sanidad responsables de la inspección de estos establecimientos, quizás nunca.
Si unos pueden, como estamos viendo, por qué nosotros no, por qué nos cuesta tanto alcanzar, al menos, unos niveles similares a los que vemos en otras ciudades, dentro y fuera de nuestro país.
Merece la pena el esfuerzo en dotación de medios, formación y colaboración de la ciudadanía y medidas disuasorias, pero… acabamos como en la anterior referencia a esta cuestión: Lo que no se empieza no se acaba. Alguna vez hay que empezar.

domingo, 12 de septiembre de 2010

La Unión Europea: crisis y futuro, por Felipe González



Felipe González es ex presidente del Gobierno español.


Publicado en El País, 12 de septiembre de 2010


En la cena del Consejo Europeo de primavera, me invitaron a anticipar las conclusiones del Grupo de Reflexión sobre el futuro de la Unión Europea. Naturalmente, se trataba de un breve resumen oral sobre el trabajo a punto de terminar del Grupo.


Para situarnos en el contexto, hay que entender que se trataba de aquella reunión, con tintes dramáticos, en la que se abordó a fondo la crisis griega, aunque la decisión sobre un rescate que no admitía dudas ni espera se tomara dos largos meses después.


Era tarde y el ambiente de tensión y cansancio lógicos no ofrecía el mejor escenario para hacer un debate sobre los temas del informe, a pesar de que el arranque del mismo se conectaba, lógicamente, con la crisis. Por eso decidí hacer un resumen que reflejara esa circunstancia y que da título a este artículo.


La crisis del sistema financiero, desencadenada en los países centrales y que arrastró al resto del mundo a una recesión económica global, representa un parteaguas de la historia que delimita la frontera de ganadores y perdedores en este proceso de globalización que estamos viviendo en los últimos 20 años.


A nivel mundial, parece claro el desplazamiento de poder del Occidente hegemónico durante dos siglos a un Oriente emergente, productivo, competitivo, ahorrador. Desplazamiento del Norte al Sur, de los históricos países centrales a los periféricos. El G-20, sustituyendo al G-8 por insuficiente y no representativo de la nueva realidad, es la imagen más visible de la era actual.


De las áreas económicas desarrolladas de la segunda revolución industrial -Japón, Estados Unidos y la Unión Europea de los Quince- hemos pasado a la emergencia con fuerza de China, la India, Brasil y, antes, los tigres asiáticos. Las relaciones de intercambio tradicionales se han alterado profundamente en materias primas, en manufacturas, pero también en acumulación de ahorro en Oriente y de deuda en Occidente.


El mundo cambió con el impulso galopante de la revolución tecnológica, con la deslocalización de inversiones, con nuevas potencias económicas e industriales; se configuró una realidad distinta en la que tenemos la obligación de situarnos para reaccionar si no queremos sufrir una inexorable decadencia y marginalidad.


Japón lleva más de 15 años en una situación de crisis de la que no alcanza a salir. Estados Unidos, a pesar de su flexibilidad y de su potencia tecnológica, hizo una falsa salida de la crisis de 2000, que, sumada a las aventuras bélicas del unilateralismo, terminó en las hipotecas basura, la quiebra de Lehman Brothers y la implosión del sistema financiero, en medio de desequilibrios históricos de la balanza de pagos y comercial.


La Unión Europea se contagió rápidamente, aunque no se admitiera durante meses, de los mismos males de Estados Unidos y entró en recesión. Naturalmente, se han hecho inmensos esfuerzos de rescate, han aumentado los gastos sociales, y sobre todo el desempleo, han aumentado los desequilibrios de las cuentas públicas, etcétera.


La crisis financiera -sistémica y global- es la causa inmediata del desastre, pero han de tenerse en cuenta dos circunstancias: la burbuja especulativa se viene incubando desde hace una década, y esta burbuja implosiona sobre una realidad económica no adaptada a los cambios mundiales inducidos por la revolución tecnológica y la globalización.


Por eso me atrevo a afirmar que la crisis opera como un rompeaguas de la historia, que marcará un antes y un después. Por eso estoy convencido de que debemos reaccionar con medidas anticrisis y conectarlas con las reformas estructurales pendientes desde hace mucho tiempo, como se veía en el diagnóstico de la Agenda de Lisboa 2000-2010.


En relación con la crisis, dejando para otra ocasión las reformas estructurales que hay que conectar con las medidas inmediatas, recordaba en esa cena del Consejo a la que me he referido que eran imprescindibles tres actuaciones.


La primera relacionada con las políticas anticíclicas necesarias, como está haciendo Estados Unidos, hasta que la inversión privada no garantice un despegue autónomo. Se ha decidido una política de ajuste generalizada, afectando a todos los países de la Unión y el panorama de salida sigue siendo incierto. Naturalmente, ha de entenderse que algunos Estados de la Unión Europea han agotado sus márgenes de maniobra para las medidas anticíclicas y tienen que ajustarse. Pero en el espacio compartido de la Unión existen instrumentos como el Fondo Europeo de Inversiones y el Banco Europeo de Inversiones que pueden alentar la inversión. Además, no todos los Estados están en la misma situación y era de esperar que algunos, como Alemania, con margen de maniobra suficiente, tiraran del carro. La inquietud del otro lado del Atlántico por el severo ajuste europeo es comprensible. Tienen claro que la prioridad es el crecimiento y el empleo.


La segunda se refiere a la gobernanza económica de la Unión Europea. En este terreno, sus líderes, así como sus instituciones, están dando pasos en la dirección adecuada. Los choques asimétricos provocados por la crisis financiera en el espacio de un mercado único, y de una sola moneda, con distintas políticas económicas eran completamente previsibles. Ni el euro ni el Pacto de Estabilidad y Crecimiento están en la base de estos problemas. Pero no son suficientes para garantizar la convergencia. Por eso hay que vigilar las pérdidas de competitividad y los desequilibrios en las balanzas de pago, con estímulos y penalizaciones, para cumplir objetivos. Es imprescindible para mantener las ventajas del mercado interior y de la moneda. Se necesitan mecanismos de alerta para vigilar las divergencias de las economías de los distintos Estados de la Unión. En definitiva, concebimos una Unión Económica y Monetaria y hemos desarrollado solo una Unión Monetaria.


La tercera de las propuestas tiene que ver con la reforma, imprescindible, del sistema financiero si queremos evitar que ya, antes de salir de esta crisis, estemos incubando la siguiente, a cuyo rescate no podremos acudir. Nada sustancial ha cambiado en el comportamiento real de las entidades financieras, salvo para cortar créditos a la economía productiva. Sería deseable que la reforma se operara a nivel mundial a través del G-20, pero entretanto, y en todo caso, es imprescindible que la Unión tenga sus propias normas regulatorias comunes con sus mecanismos de control y vigilancia. Para hacer esto, Estados Unidos y la Unión Europea, a los que se ve como responsables del problema, tienen la obligación de acordar una reforma y proponerla para su consideración al G-20, como el embrión de la gobernanza económica y financiera que el mundo actual necesita.


Conectadas con estas medidas anticrisis, necesitamos reconstruir una economía social de mercado, sostenible y con un alto nivel de competitividad en la nueva realidad global. Hablar de un modelo que parece ser el nuestro como aspiración puede verse como una paradoja, aunque no lo sea, porque en lo que estamos es en una economía financiera de casino, más especulativa que real, y para colmo sin reglas que la hagan previsible.


La UE puede salir de la crisis, pero tiene que actuar ya, sin caer en la tentación de los que proponen volver a la "senda de la prosperidad perdida", porque esa senda ya sabemos a qué conduce. Hay que hacerlo para preservar nuestro modelo de cohesión social y nuestras aspiraciones de sostenibilidad medioambiental, enfrentando con decisión las reformas estructurales pendientes, desde la formación de capital humano hasta la demografía, pasando por la energía y otras. A ellas dedicaré el siguiente análisis.


Por hoy, baste recordar que este rincón de Eurasia, pequeño y superpoblado, que ha tenido mucho éxito en el pasado, no puede ni debe aceptar convertirse en rincón irrelevante o marginal en la nueva realidad global.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Si los políticos actuaran por razón de estado

Publicado en La Voz de Cádiz, 10 de septiembre de 2010
Por Juan Gualberto Pemán Medina, miembro consejero de La Voz

En estos días aparecen con profusión noticias sobre el proyectado pacto de Zapatero con el PNV para obtener el apoyo del partido nacionalista en la votación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011. No se trata de discutir el contenido de dichos Presupuestos, sino simplemente de cambiar el voto favorable del PNV, sin siquiera conocerlos, a cambio de nuevas y graves concesiones políticas a favor del autogobierno vasco, referéndum sobre los enclaves de Burgos y Cantabria en Euskadi, fraccionamiento de la Caja Única de la Seguridad Social, e incluso el resurgimiento del plan Ibarretxe. El pacto sería la mayor demostración por parte del presidente del Gobierno, en términos ya verdaderamente bochornoso, de que lo único que le importa es mantenerse en el poder «cueste lo que cueste», aunque para ello tenga que dar una vuelta más de tuerca a la desmembración del Estado español en que viene enfrascado desde el comienzo de sus mandatos.
Está claro que la política de Zapatero no obedece a ninguna razón de Estado, sino a sus propios intereses y los de su partido; en resumen, para mantenerse en el poder.
Pero esta falta de razón de Estado no es mal solamente del partido gobernante sino también de los demás partidos. Todos ellos, sin conocer su contenido, han manifestado ya su intención de votar en contra de la ley de Presupuestos (me pregunto para qué sirven las discusiones parlamentarias y tantos diputados como pagamos los españoles).
Por lo que al PP se refiere, entiendo que es ahora el momento de que Rajoy ofrezca a Zapatero una negociación sobre los PGE, ya que acuciado por las exigencias de la UE, el Gobierno viene obligado a elaborar unos Presupuestos que no se apartarán en gran medida de los que pudiera proponer el PP. El acuerdo entre ambos partidos, si lo desvinculamos de sus particulares intereses políticos, se antoja relativamente sencillo. En general todos están de acuerdo en la austeridad que debe presidir la elaboración de los nuevos presupuestos. En materia de ingresos hay poco que discutir, porque es irremediable la subida de los impuestos, sobre todo los indirectos, que son los de mayor efecto recaudatorio. Ninguno quiere decirlo porque saben que es impopular y resta votos, pero insisto en que son conscientes de que ello es inevitable. En materia de gasto es cuestión de que el PP insista en la necesidad de que el recorte incida en los gastos no productivos, tales como eliminación de los consabidos ministerios vacíos de contenido por causas de las transferencias a las Autonomías, así como de numerosos cargos públicos, o de tantas subvenciones inútiles a ONG que no tienen más objeto que ser un modo de vida para sus dirigentes, todo ello con lo que se malgastan los fondos públicos a favor del clientelismo. La oferta de negociación sobre los PGE debería venir acompañada de otros pactos, especialmente en materia laboral y educativa.
Seguramente en el partido de la oposición se piensa que ello sería echarle una mano al enemigo cuando está a punto de hundirse definitivamente. Pero no se trata de salvar o hundir al enemigo sino de salvar el país. En democracia no deben existir enemigos sino opositores o contrincantes y todos los partidos deberían tener como meta, no la victoria sobre otros, sino el bien de sus ciudadanos, en definitiva, lo que los mismos políticos llaman a menudo «actuar por razón de Estado». También se pensará en el partido de la oposición que si hay que tomar medidas impopulares, con su consiguiente coste de votos, que sea el partido gobernante quien las tome, que por otra parte es el gran responsable de la situación en que nos encontramos. Sin embargo, Rajoy se equivoca si es este su planteamiento. En todo caso debería dejar bien claro cuáles serían, a su entender, las líneas básicas de los nuevos Presupuestos y en base a ello ofrecer una negociación con el Gobierno para obtener la ayuda del PP en su aprobación parlamentaria. Este ofrecimiento, independientemente de que se haga previa y personalmente al presidente del Gobierno, por obvias razones de cortesía, deberá hacerse de forma pública exponiendo lo que se ofrece con precisión y claridad, para que los ciudadanos puedan entenderlo bien.
Si las negociaciones llegaran a buen fin, además de evitar nuevas dramáticas concesiones a los nacionalistas, y conseguir unos Presupuestos que sirvan de instrumento para salir de la actual crisis, el Partido Popular habría dado un ejemplo de anteponer los intereses de los españoles a los suyos propios y en el momento de las elecciones estos se lo pagarían con sus votos.
Si por el contrario las negociaciones no llegan a buen fin por la sinrazón del Gobierno, este no podrá escudarse como tantas veces lo hace en la falta de apoyo de la oposición y será el único responsable de las graves consecuencias que traerán nuevas concesiones a los nacionalistas. Pero habrá quedado patente la buena disposición del PP a sacrificarse por la gobernabilidad de este país.
Sabida es la pésima calificación que hacen los ciudadanos españoles de los políticos y no les faltan motivos para ello. La ausencia absoluta de siquiera un intento de acuerdo entre los dos grandes partidos nacionales, de cara a algo tan fundamental para el buen gobierno de la nación como son los Preupuestos Generales del Estado. No hace sino confirmar que nuestros políticos se mueven por razones egoístas.
¡Ay!, si los políticos actuaran por razón de Estado, cuántas cosas cambiarían.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Nace la era posoccidental, por Jean Daniel

Publicado en El País, 10 de septiembre de 2010

He propuesto que los intelectuales y los pensadores políticos consideren de ahora en adelante que estamos abordando una era posoccidental. Y esto por oposición a la era denominada "posmodernista", a menudo fiel al pensamiento de Heidegger. El posmodernismo reciente consiste en una resistencia, vigilante y recelosa, de todas las agresiones que se supone suscita el progreso de las tecnologías y las ciencias programáticas. Especialmente, a causa de la apología de la velocidad, contra los valores reflexivos del respeto, el silencio, la soledad, la lentitud, el escrúpulo y la discreción.

El posmodernismo, pese a la acritud con la que ha sido discutido, encontró primero su legitimidad en la fórmula expresada por Camus al final de su discurso de Suecia, durante la ceremonia de entrega del Premio Nobel. Camus estimaba que para su generación lo importante era conservar el mundo, más que reformarlo.

A partir de esta concepción, todas las variantes de pensamientos y comportamientos han sido concebidas apuntando hacia una especie de progresismo reaccionario, o de reacción reformista.

¿Cómo llegamos a eso? Como decía Michel Foucault, "el intelectual europeo -y yo añadiría occidental- siempre ha soñado con poder realizar la síntesis entre el sabio griego, el profeta judío y el legislador romano". El primero había aportado la Razón; el segundo, la visión del Mal; y el tercero, el Derecho. Y esto, hasta el tiempo en que se intentó otra síntesis -exitosa- entre la Luz de la aportación crística y las Luces del mensaje revolucionario. Ahora bien, como lamentaba Michel Foucault, en nuestra época, estas síntesis son imposibles de realizar e incluso de concebir. Foucault vislumbraba ya el otoño de Occidente.

Desde todas estas actitudes occidentales, las civilizaciones de los otros continentes no solo eran consideradas mágicas y dignas de una exploración maravillada, sino también contempladas con un irreprimible sentimiento de superioridad. Los viajeros que recorrieron China, la India, Bizancio y el Imperio Otomano dieron fe de lo contrario. El arte de vivir de aquellos países suscitó admiración y envidia. De hecho, fue solo hace dos siglos, es decir, desde el boom de su economía, su desarrollo y sus riquezas, cuando los occidentales se replegaron en un islote de arrogancia en el corazón de los océanos de civilizaciones diferentes, a veces a conquistar y a veces a evangelizar. El posmodernismo podía ser entonces un sueño de esteta ante la belleza de los peligros tecnológicos. Pero aún estábamos en la era occidental.

En este momento, Francia está sufriendo de lleno el final de esa era, con el derrumbamiento de su imperio y la llegada de hombres y mujeres a los que había colonizado y que, en razón de su número, pretenden vivir en comunidades, fieles a la cultura de su país de origen. En 1980, durante la campaña electoral de François Mitterrand a la presidencia de la República, un cartel que representaba un pueblecito al amparo de una iglesia católica cubrió todos los muros. Mitterrand era socialista y, en principio, anticlerical. Hoy, un cartel así no sería posible: sería juzgado agresivo y ofensivo para la fuerte minoría musulmana; cuando, entonces, los protestantes no pusieron objeción alguna.

La era posoccidental anuncia además la presencia de esos chinos, indios y brasileños que le están arrebatando lentamente a Occidente y, por tanto, a Estados Unidos antes que a nadie, la centralidad de una civilización que garantizaba su hegemonía intelectual. He aquí que ahora estadounidenses y europeos, que, juntos, representan menos del 20% de la población mundial, están a punto de verse privados de su superioridad material (si no militar) en nombre de valores que no son los suyos. Occidente descubre que sin el poder ya no encarna el ideal.

Jean Daniel es director de Le Nouvel Observateur. Traducción de José Luis Sánchez-Silva.

Sabiduría de una vida, de Naguib Mahfuz


Por Ignacio Moreno Aparicio.

“SABIDURIA DE UNA VIDA”,
NAGUIB MAHFUZ.
Las mejores frases seleccionadas de las obras del Premio Nobel.
Editorial, Aleya Serour. MAEVA Ediciones. 143 pág. 2008.

El escritor egipcio Naguib Mahfuz es el único autor de literatura árabe galardonado con el Premio Nobel. Su extensa obra, publicada en más de 30 países, abarca 35 novelas y 15 colecciones de relatos, así como, numerosos guiones de películas. A pesar de haber llegado a la cima del éxito fue una persona modesta y comprometida con los valores humanos.

Nacido en El Cairo en 1911, comenzó a escribir a una edad muy temprana, ya durante sus años de estudiante publicó varios artículos y relatos en los que hablaba especialmente de la vida en los populosos barrios de El Cairo. Tras licenciarse en filosofía en 1934, trabajó como funcionario en diversas organizaciones. Fue además Director de la Fundación de Apoyo al Cine y consejero cultural en el Ministerio de Cultura.

En la década de 1950, la publicación de su “Trilogía de El Cairo”, compuesta por “Entre dos palacios”, “Palacio del deseo” y “La Azucarera”, precipitó un reconocimiento mundial que se vería confirmado con “El callejón de los milagros”, “Miramar”, “Espejos”, “Las noches de las mil y una noches” y “Los hijos de nuestro barrio”, entre otros. En 1988 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en recompensa a una vida dedicada en cuerpo y alma a la literatura y a la defensa de los valores más humanistas. Falleció el 30 de agosto de 2006 a los 95 años.

Aleya Serour trabajó durante más de veinticinco años en AUC Press, de El Cairo, la editorial original de Naguib Mahfuz, y es la persona que mejor conoce su obra.

Contenido: La obra del Premio Nobel de Literatura Naguib Mahfuz está llena de palabras sabias. Ahora tenemos acceso a una amplia y profunda perspectiva de su filosofía adquirida a través de una vida llena de experiencias y dedicada a la creación literaria.
Naguib Mahfuz, con una carrera literaria que se extiende a lo largo de casi setenta años, es uno de los escritores de mayor prestigio en todo el mundo y puede ser considerado como el auténtico padre de la literatura árabe. Defensor de un islam abierto y tolerante, luchó durante toda su vida por conciliar la rica herencia de su cultura con la modernidad.
“Sabiduría de una vida” es un reflejo de la filosofía de Naguib Mahfuz y del gran amor que sentía por Egipto. En una colección única de citas extraídas de sus obras se nos ofrecen sus reflexiones acerca de temas tan diversos como la infancia y la juventud, el amor y el matrimonio, la guerra y la libertad, la muerte y el más allá, el alma y la inmortalidad, así como muchos otros asuntos que nos ocupan a lo largo de ese viaje que es la vida.”

jueves, 9 de septiembre de 2010

Del agnosticismo como condena

Pedro G. Cuartango

Publicado en El Mundo el Jueves, 9 de septiembre de 2010

He leído con sumo interés el anticipo de The Grand Design, el libro de Stephen Hawking. Dice literalmente que la materia ha surgido de la nada, lo que desde el punto de vista del racionalismo cartesiano resulta un absurdo. ¿Cómo algo puede surgir de la nada?

Hawking sostiene que había unas leyes preexistentes que determinaban el Big Bang original. Pero, ¿cómo pueden existir leyes en el absoluto vacío de la nada? Su afirmación contradice la lógica y toda la tradición del pensamiento racional desde Parménides, que contraponía como algo incompatible el ser y la nada.

Espero con ansiedad la publicación de su libro para ver si disipa mi impresión de que Hawking está haciendo una afirmación puramente mística al defender que la materia ha surgido de la nada. Sencillamente es imposible de creer.

Hawking concluye en su libro que no hay por qué recurrir a la hipótesis de Dios para explicar el origen del Universo. Su tesis es tan sostenible como la de Spinoza, que estaba convencido de que el mundo era una emanación de la sustancia divina.

Pensar que las cosas han surgido de la nada es tan lógico o tan absurdo como creer que el Universo es la creación de un ser superior llamado Dios. Y puestos a elegir entre la nada y la existencia de un Relojero Universal, me parece más sugerente la segunda opción.

Hawking fracasa en su intento de eliminar la hipótesis de Dios, al igual que San Anselmo o Santo Tomás no nos logran convencer racionalmente de que existe una causa primigenia de todas las cosas.

Dios, ser eterno e inmutable, es tan impensable como la nada porque ambos conceptos exceden los límites de lo humano. Tal vez sería mejor preguntarse si el mundo es producto del azar o de la necesidad o de la combinación de ambos factores.

Nadie ha logrado hasta ahora demostrar la existencia de Dios, pero tampoco su inexistencia. Ello implica que no hay incompatibilidad entre la ciencia y la religión y deja un amplio margen a las creencias personales.

Entre quienes creen en Dios porque tienen fe y quienes se proclaman ateos porque no necesitan una explicación trascendental de lo real, yo defiendo un agnosticismo que se fundamenta en la pura incertidumbre.

Creo que el hombre está condenado a no saber y a vivir su existencia con esa angustia del desconocimiento de su origen. Ése es nuestro verdadero pecado original. Yo tuve una infancia y adolescencia de fuertes vivencias religiosas y ahora siento un enorme vacío interior que me corroe.

Sin la posibilidad de agarrarme a unas convicciones firmes, me resta la conciencia del devastador paso del tiempo que todo lo consume. Dios guarda silencio en un mundo donde el dolor y el mal han apagado el tibio resplandor de la esperanza.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La renuncia de Pérez Reverte

Por Carlos Morillo

En el día de ayer conocíamos una importante noticia con respecto a los actos que se realizarán durante el 2012 en nuestra Ciudad: Arturo Pérez Reverte, escritor y académico, renunciaba a comisariar la principal exposición que se llevará a cabo en Cádiz para dicho año.


Como dice el autor de "El Asedio" en su carta dirigida a la Alcaldesa, hace ya más de un año que recibió la propuesta y veía que "todo ha ido con un retraso que hace temer prisas e improvisaciones que no beneficiarían el resultado final". También, en su carta (que se puede leer íntegra pinchando aquí) justifica su renuncia debido a la polémica suscitada entonces por su nombramiento o, más bien, por el dinero asignado a este trabajo (150 mil € más IVA), y a que "ahora vuelve a irritarme que, apenas iniciado el curso municipal gaditano, otro concejal de un partido local vuelva a utilizar el asunto como argumento político." En esta última justificación se refiere a la pregunta que realizó en el último Pleno el concejal de la oposición, Sebastián Terrada, IU, sobre el presupuesto destinado a dicha Exposición.


En resumen, se puede concluir ante la carta de renuncia del autor cartagenero que ya vamos tarde en la organización y que nosotros mismos nos ponemos piedras en el camino.


Por muchos años que llevemos hablando del Doce no quiere decir que ya llevemos mucho camino adelantado. Da la impresión que a medida que se acerca la emblemática fecha más nos queda por hacer. Desde las administraciones han decidido que el Bicentenario de la primera Constitución de España se relacione directamene con la finalización de infraestructuras, ya sea el tercer acceso a la Ciudad o la llegada de la línea de Alta Velocidad, y ambas obras parece que no van a estar para dicho año por mucho que nos digan lo contrario. Ya ésto deviene en una profunda decepción para los ciudadanos. Se ha perdido tiempo que ya es imposible recuperar. El comienzo de la carta de Reverte a la Alcaldesa es una muestra más: queda poco tiempo y no ve claro que pueda hacer un buen trabajo para la Exposición. ¿Y ahora, qué?


Preocupante es la falta de entendimiento entre los partidos y sus representantes en las administraciones. Cuando se conoció la propuesta realizada a Pérez Reverte le faltó tiempo a los políticos en la oposición para cuestionar la iniciativa de la Alcaldesa y poner en duda la capacidad del académico para llevar a buen puerto el trabajo. Es más, se hablaba de que diversas instituciones realizarían exposiciones sobre el Doce: Ayuntamiento de Cádiz por un lado y Consorcio del Bicentenario por otro, cuando lo lógico sería una Exposición principal y relevante y varias más pequeñas y con temática específica. ¿Falta de previsión? Más bien es que todavía no se tienen las cosas claras.


La ocurrido con Pérez Reverte traerá cola en nuestra Ciudad. El equipo de gobierno cargará las tintas sobre la oposición (PSOE-IU) pero el creador de "Alatriste" empieza contundente su carta, "Las fechas se han echado encima, al menos las que yo tenía previstas, y todo ha ido con un retraso que hace temer prisas e improvisaciones que no beneficiarían el resultado final." Una pena para Cádiz y el Doce la renuncia de un escritor de la talla del cartagenero, auténtico best seller de novelas en castellano y que, su última novela "El Asedio", ha dado a conocer de forma gratuita el Cádiz de 1812 a sus innumerables lectores en todo el mundo.
Otras opiniones sobre este tema:

lunes, 6 de septiembre de 2010

De profesión, político. Por Jaime Rocha

Asomarse a esta tribuna con un tema tan polémico puede molestar a quien se sienta aludido, pero si lo que se pretende es tratar la actualidad más próxima, es necesario no eludir temas ni opiniones, por duras y políticamente incorrectas que puedan resultar.
Me voy a referir a nuestra clase política, no a toda naturalmente, la generalización es mala e injusta siempre, pero, digamos que lo que voy a comentar es más bien consecuencia del sistema y por tanto son prácticamente todos los políticos en activo los que “sufren” sus efectos.
Dicen que nuestra democracia está consolidada, que treinta años de ejercicio democrático es un periodo suficiente y de hecho, históricamente, nuestra Constitución del 78 es, con mucho, la más longeva de nuestras Cartas Magnas.
Ha propiciado un periodo de progreso en todos los órdenes jamás conocido en nuestra historia moderna. El mundo se admiró de nuestra transición y admiró a sus autores, aquellos políticos de todo signo que, renunciando a legítimas aspiraciones, lo hicieron en beneficio de la causa común, en beneficio de un pueblo esperanzado y expectante.

Vivía yo en Praga en aquellos convulsos tiempos de su propia transición, cuando, no solo allí, sino también en Moscú y por otras capitales de la Europa de Este, tras la caída del muro de Berlín, se paseo una exitosa exposición itinerante sobre nuestra transición, a la que ponían voz, en conferencias repletas de políticos locales, algunos de nuestros protagonistas mas destacados, como Alfonso Guerra o el General Gutiérrez Mellado.
Veían, los europeos del Este, un ejemplo a seguir y se admiraban de que, tras la muerte de Franco, los españoles, con unos antecedentes inmediatos nada tranquilizadores, no nos hubiéramos liado otra vez a mamporros unos con otros.
Era de admirar que este “milagro” lo hubieran conseguido unos políticos con poca práctica política, pero sabiendo muy bien cuanto se jugaba el país en este empeño y la trascendencia de los acuerdos que se negociaban. El 25 de octubre de 1977, se firman los “Pactos de la Moncloa”, otro ejemplo de cordura y responsabilidad.
Si he citado estos importantes hechos, protagonizados por una clase política sin apenas experiencia pero con mucho sentido práctico, que nos gobernó hace treinta años, es solo para compararlo con la clase política actual.
El consensuado sistema electoral, posiblemente el único viable entonces, se ha demostrado imperfecto, además de inadecuado a la España de las autonomías, y necesitado de una urgente modernización. La peor consecuencia es, sin duda, entre otros malos frutos, el acceso a los puestos dirigentes de auténticos “profesionales de la política”, personas con nula o escasa formación académica, con nula o escasa experiencia profesional, es decir personas que sin mas mérito que saber medrar, se dedican a vivir de la política y a vivir muy bien y, no tienen reparo alguno en proclamar que, mientras buena parte del país lo pasa mal o muy mal, sus hijos acuden a centros de enseñanza privados, gastan cantidades escandalosas en redecorar despachos, tunear vehículos oficiales o viajes al extranjero sin sentido práctico, amen de colocar, bien colocados, a parientes muy próximos.
La llamada “sociedad civil” ha comprobado ya en demasiadas ocasiones el escaso valor de sus opiniones, incluso cuando por la defensa de una causa se han llegado a recoger tres millones de firmas. Nada, lo que se dice nada de nada. Bueno, dirán, pero cada cuatro años tenemos la oportunidad de elegir a quienes queremos que nos gobiernen. Otra falacia. Un partido puede resultar el más votado y que gobierne una coalición “postelectoral” de pequeños partidos de la más variada ideología, incluso hasta encarnizados oponentes antes de las elecciones, que se unen como por ensalmo solo “para que no gobierne el otro”.
Pero es que luego, sus formas de hacer política se basan en el “y tú más”. Por muy mal que estén haciendo las cosas, la respuesta a cualquier interpelación es que “los otros lo hicieron peor”. Nada de dar respuesta a las demandas de los ciudadanos, El objetivo es no bajarse del coche oficial.
En los denostados EEUU, cualquier cargo político de relevancia debe pasar un rigurosísimo control y aprobación parlamentaria. En ese mismo país, los senadores mantienen un contacto frecuente y muy próximo con sus electores a los que reciben y escuchan en sus demandas y pobre del político que no se mantiene fiel a su electorado,… ahí termina su carrera política.
Ahora, como ejercicio y derecho democrático, observemos a los políticos que nos representan. Veamos de cerca y con espíritu crítico si defienden lo que decían defender antes de las elecciones, si hacen lo que prometieron hacer y sobre todo si son para nosotros un ejemplo de honradez, trabajo, dedicación y solidaridad con las situaciones de los más necesitados. Veremos quien queda en pie para las próximas elecciones.

sábado, 4 de septiembre de 2010

El rincón de los libros

Por IGNACIO MORENO APARICIO.

“LAS PREGUNTAS DE LA VIDA”.
Autor: Fernando Savater.
Editorial Ariel, S.A. Barcelona 1999. 289 Pág. 5ª Edición.

Fernando Savater es Catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. Autor de más de 40 libros de ensayo, narrativa y teatro. Su “Etica para Amador” – ambas obras editadas por Ariel y destinadas a un público juvenil – han sido traducidas a una veintena de idiomas. Su última obra, también en Editorial Ariel – El valor de educar – ha seguido la suerte de las anteriores, con múltiples reediciones en España e Hispanoamérica y traducida también a varias lenguas.

Contenido: ¿Para que sirve la filosofía?, ¿Cuál debería ser su papel en la educación secundaria? Estamos acostumbrados a que la ciencia resuelva muchas de nuestras perplejidades y problemas, pero ciertas preguntas continúan abiertas porque no admiten ninguna solución definitiva. Nos acompañan toda nuestra existencia como seres humanos, repitiéndose de generación en generación; son las cuestiones acerca de la muerte, de la verdad, del universo, de la libertad, de la justicia, de la belleza, del tiempo...

La filosofía no pretende contestarlas de una vez por todas, sino que sigue enseñando a plantearlas de forma cada vez más rica y más significativa, mientras avanza respuestas tentativas para ayudarnos a convivir racionalmente con ellas. Porque es mejor mantener abiertas las grandes preguntas que contentarse apresuradamente con las pequeñas respuestas...
“Este libro quisiera ser una iniciación elemental a la reflexión filosófica, tanto para uso de quienes deben acercarse por primera vez al estudio de la filosofía en el bachillerato como de aquellos otros que – a cualquier edad - aspiran a conocer los fundamentos de esta tradición intelectual”. Editorial Ariel.

viernes, 3 de septiembre de 2010

CHANTAJE A ZAPATERO por Luis María Ansón

Articulo de Luis María Ansón publicado en el periódico El Mundo, ayer día 2 de septiembre de 2010, en su seccion habitual "Canela Fina".

HABLEMOS sin los eufemismos de Pepiño Blanco, sin los sofismas de Zapatero, sin las hipocresías monclovitas. La verdad, que nos hace libres, no se puede arrumbar en los desvanes de la política. O en el zaquizamí de la historia, como suele escribir Anson para evitar que este vocablo se suprima del Diccionario académico por falta de uso.
El Partido Nacionalista Vasco, con Urkullu a la cabeza, con Arzallus y su marioneta Ibarreche frotándose las manos, está sometiendo a Zapatero a un ignominioso chantaje. Fracasadas las negociaciones subterráneas de Rubalcaba, el presidente dadivoso ha tomado el timón de la nave cuestionada, dispuesto a conceder las mercedes que le aseguren la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Dará lo que le pidan. Rubalcabeará hasta la extenuación. Se esforzará por enmascarar las dádivas que está dispuesto a otorgar pero los nacionalistas vascos saben que pueden jugar fuerte frente a la debilidad zapatética.
Ortega y Gasset se lo dijo a Manuel Azaña, en aquel Parlamento republicano de la oratoria brillante, que presidió la vida española en los años 30 del siglo pasado hasta el fracaso estrepitoso de la II República, que no fue una forma de Estado sino una ideología revolucionaria, en camino acelerado hacia la fascinación intelectual de la época: el socialismo real, el comunismo.
El gran filósofo español, que desentrañó a Leibniz, le explicó a Azaña que sólo la secesión saciaría la voracidad de los nacionalistas catalanes y vascos. Sus palabras mantienen sagaz actualidad.
No querría ser injusto ni caer en la crítica sin matices. Desde 1978 todos los presidentes del Gobierno, salvo en caso de mayoría absoluta, han sido chantajeados por los nacionalistas vascos y catalanes.
Zapatero no es un caso único. Está padeciendo acentuadamente lo mismo que sufrieron sus antecesores. La Constitución sabia de 1978 escondía una espina entre tantas rosas. El Estadode las Autonomías debió quedar cerrado en dos a tres años sin que se pudieran hacer nuevas concesiones ni transferencias, pues lo contrario significaba el campo abierto para el chantaje y la frivolidad. Y así ha sido.
Zapatero ha demostrado ya que está dispuesto a vender la unidad de España por el plato de lentejas de los escaños catalanes. Ahora entregará a Urkullu lo que le pida para salvar el escollo presupuestario. Ya lo hizo el año pasado. A los ciudadanos nos cuesta un riñón la factura de los votos parlamentarios que, con el dinero de los impuestos, abona Zapatero.
Este año tal vez haya que conceder algo más que pasta gansa, que esos 480 millones de euros que reclama el PNV.
Nos lo ocultarán pero terminaremos descubriendo qué nuevas cuotas de autogobierno,
qué chalaneo con la caja única de la Seguridad Social, otorga la generosidad zapateresca. López sabe que puede ser la víctima propiciatoria que Zapatero sacrifique en el altar de las dádivas. Y levita como alma en pena.
Urkullu parece dispuesto a apretar la soga nacionalista hasta el último día. El presidente rehén irá cediendo para no terminar ahorcado. Aspira a continuar escuchando los trinos de Sonsoles en el palacio de la Moncloa.
Rajoy, como casi siempre, en su lugar de descanso, es decir, en Babia, cuando debería haber hecho ya cien declaraciones denunciando el atropello. Pero en ese juego estamos: una oposición torpe y un Gobierno débil para regocijo del secesionismo vasco y catalán.
Y que Benedicto XVI nos coja confesados cuando visite esta España desnortada y con el desgobierno que cabalga ya a galope tendido.

Luis María Anson es miembro de la Real Academia Española