Este cuadro de Zurbarán, "Defensa de Cádiz", ilustra perfectamente el objetivo y prioridad de nuestra asociación.

lunes, 11 de abril de 2011

Tocando el futuro: decálogo de la nueva economía

Por Galo Mateos Publicado en El Confidencial (11/04/2011) Ya no había insatisfacción, ni odio, ni miedo, ni cólera ni angustia: únicamente alegría y paz. Ya no había comedia, ni ilusiones ni mentiras: tan solo la verdad que nos contiene” (A. Comte-Sponville) Si tuviésemos que hacer justicia sobre estos agitados tiempos recientes, coincidiríamos en que víctimas y verdugos nos pusimos de acuerdo en el saqueo de cuantos valores espirituales y materiales custodiábamos. Capitaneados por una oligarquía política y financiera corrupta e insaciable, nos apostamos frente a un cajero inagotable, por el que manaba una prosperidad, convertida luego en Desolación, Deuda y Desconfianza. Nuestra nueva vida en 3-D. Tras una etapa de reconocimiento de los daños y de aterrizaje forzoso sobre la realidad, hemos ido desmontado las mentiras e identificando a los culpables ideológicos de la trama suicida en que intervenimos, unos por acción y, otros, por omisión. Y no nos caben dudas, necesitamos profundas reformas en todos los ámbitos. Ya nos hemos ocupado de lo político y ahora toca hacerlo de lo económico. Nuestro próximo post entrará de lleno en esas sensaciones 3-D, sobre aspectos de psicología individual y colectiva que nos ayuden a traducir la desolación, desconfianza y rebeldía ante la Deuda, en estrategias y sentimientos constructivos. Tarea que constituiría la tercera pata de nuestro armazón para el cambio, sentando las bases de un rearme moral imprescindible tanto a nuestro PIB, como al reparto de la carga tributaria y a la calidad de nuestra convivencia. Perseguimos una actitud, necesariamente más sincera, transparente y solidaria, que sustituya este conjunto de angustiosas urgencias electorales, victimismo y corrupción consentida, que caracteriza nuestra vida política, por un comportamiento maduro, leal y con visión a largo plazo. El modelo presente, basado en partidos profesionalizados que ejercen el monopolio del poder político, reduciendo todos los poderes del Estado a la voluntad de una élite partidista, tiene los días contados Pero bien conscientes de que la economía suele ser algo más que un estado de ánimo, y advertidos sobre la poco probable inmediatez de esa moralización social, hemos resumido hoy aquí, nuestro decálogo de actuaciones ideales para acceder a una situación económica mejor. Para ello, contamos hoy domingo con la valiosa aportación de Alberto Artero, como segundo ponente tras la acertada intervención de Juan Carlos Barba y Ramón Morata, ayer sábado. Pasaremos a mañana lunes, un resumen del consenso del foro ayer y hoy, de manera de facilitar la lectura. A todos ellos y a ustedes, queridos lectores, va dedicado mi agradecimiento. 1- Reforma de la ley electoral, para que sea realmente representativa. Replicar el modelo de circunscripciones anglosajón. Necesidad de vinculación entre lugar donde se vive, candidatura que se presenta (periodo mínimo de residencia). Listas abiertas. Eliminación privilegios asociados a la condición de político. Mejora salarial para desincentivar corrupción. 2- Reforma del modelo de estado, tanto en términos de tamaño como de competencias delegadas. Centralización para favorecer el mercado interior. Mecanismos de supervisión de competencia. Simplificación normativa. Modelo de financiación local y regional basado en ingresos ordinarios y “recurrentes”. 3- Prohibición a nivel constitucional del déficit público, en 4 años. Establecimiento mecanismos aceleración pagos de las Administraciones Públicas. Introducción copago sanitario y educativo así como medidas de eficiencia en gasto (recetas de dosis individuales frente a cajas de medicamentos). Primacía de la lucha contra el fraude como elemento impositivo recaudatorio. Reforma de las pensiones mediante adecuación entre contribución y prestación. 4- Reforma educativa, devolviendo la autoridad al profesor y al centro y primando los logros académicos en los primeros ciclos y haciendo especial hincapié en la mejora de la calidad en la enseñanza superior, nuestra principal carencia. 5- Reforma radical de la Justicia, con el fin de conseguir igualar los mejores plazos de resolución de los países de nuestro entorno. Despolitización. 6- Plan energético nacional, estable y vinculante para los partidos firmantes. 7- Eliminación de los convenios colectivos, sustituyéndolos por la negociación a nivel de empresa. Aumento de la movilidad geográfica y funcional. Eliminación de restricciones idiomáticas. 8- Reforma inmobiliaria y financiera. Liberalización del suelo y vinculación de la financiación hipotecaria a tipos a largo y no a Euribor más un diferencial. Limitación a la financiación mayorista. Prohibición SPVs. Límites de concentración riesgo sectorial crediticio. 9- Reforma de turismo. Especialización, valor añadido, reconversión (residencias) para poder competir con destinos más baratos que siempre los habrá. Aplicable a otros sectores de poco valor añadido que suponen una parte sustancial del PIB. 10- Fomento de la imagen España Estas son nuestras propuestas a debatir y tomaremos buena nota adicional de las suyas, para con toda libertad modificar, ampliar o suprimir en esta primera versión. Vayamos asumiendo que nuestro sistema político, fundado sobre la delegación y la representación, puede resultar radicalmente alterado, creándose un nuevo escenario en el que el ciudadano se convierta en el eje de la vida pública, participando en las decisiones y en la solución de los problemas, por medios electrónicos. El modelo presente, basado en partidos profesionalizados que ejercen el monopolio del poder político, reduciendo todos los poderes del Estado a la voluntad de una élite partidista, tiene los días contados. Su permanente falseamiento de la realidad estadística y social, haciéndonos creer que cuanto deciden es fruto de la voluntad social y no de sus interesadas manipulaciones o de su lucha por la pervivencia de las protectoras redes clientelares que alimentan, no puede seguir suplantando el poder de sociedad civil. Este nuevo paradigma político ha de dejar paso a una nueva forma de plantear nuestro modelo económico, atendiendo por igual a las reparaciones que requiere la estructura en curso, como a la comprensión y financiación, que merece la búsqueda del modelo alternativo, capaz de orientar nuestro talento colectivo hacia nuevas e inteligentes sinergias.

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