Por Roberto Centeno
Publicado en Cotizalia (20/12/2010)
El Tesoro realizará mañana la última emisión de deuda del año en medio de un fuerte encarecimiento del coste de la misma. El montante total emisiones de 2010 ha superado los 210.000 millones de euros, de los cuales 140.000 millones corresponden a refinanciación y 70.000 a nuevas emisiones. A esta deuda colocada por canales normales, hay que añadir la correspondiente a canales anormales: el primero, la creciente morosidad en que incurre el Estado, unos 2.000 millones adicionales en 2010; y el segundo, el retraso deliberado en la devolución del IVA e IRPF, donde el Estado adeuda más de 6.000 millones a pymes y autónomos, un expolio disparatado que está haciendo quebrar a muchos de ellos.
Por lo que se refiere a las CCAA, los datos conocidos el viernes y correspondientes al tercer trimestre 2010, dan un crecimiento oficial en los últimos doce meses del 28,4%, equivalentes a 24.000 millones de euros, el record de todos los tiempos a pesar de su compromiso de estabilidad presupuestaria. En el mismo periodo, los Ayuntamientos han incrementado el endeudamiento en el 4,6%, equivalente a 2.000 millones, y las empresas públicas un 12,2%, o 6.500 millones. Y así las cosas, Zapatero continúa batiendo todas las marcas de mendacidad al asegurar que “el 99% de los gobiernos autonómicos y locales está cumpliendo con la reducción del déficit”. ¿En qué país estamos? Pero, además, hay dos problemas: el primero, que estas cifras oficiales son falsas, como afirma el Banco de España, que no cesa de exigir transparencia, como afirma Moody´s, la agencia más “amiga” de Zapatero, y como afirman todos los que se han ocupado del tema, excepto Elena Salgado; el segundo, que a la cifra real, cualesquiera que esta sea, hay que añadirle, como en el caso del Tesoro, la deuda financiada por canales anormales, ya que no se ha pagado a proveedores una cantidad estimada de 8.000 millones adicionales en 2010. Y todo esto no es emisión de deuda total, sino que se trata de deuda exclusivamente nueva.
En resumidas cuentas, ¿a cuánto ascienden las emisiones de deuda nueva en 2010? En el Tesoro, 78.000 millones (70.000 más 8.000); en las administraciones territoriales, 40.500 millones, cifra que sale de sumar 32.500 más otros 8.000 de mayor morosidad. Todo ello cifras oficiales. ¿Pero cuál es en realidad? ¿Un 20% más, un 30%? Solo Dios y tal vez Elena Salgado conocen la magnitud del agujero autonómico. Pero podemos estimar que el endeudamiento nuevo de las AATT en 2010 oscilará entre los 50.000 y los 60.000 millones y que el endeudamiento nuevo del sector público en 2010 será del orden de los 128.000 millones de euros, o el 12% del PIB, un auténtico dislate. Seguimos gastando casi el doble de lo que ingresamos. Y además, como el sistema financiero está técnicamente quebrado en una buena parte, el Estado ha tenido que avalar unos 90.000 millones en refinanciaciones de deuda de cajas de ahorro, el mismo camino de perdición seguido por Irlanda. En total, 218.000 millones entre mayor deuda y avales, el 21,8 % del PIB. ¿Pero es que se han vuelto locos?
Y la guinda del pastel, con España al borde del abismo, la cúpula del PP reunida en Zaragoza, con Gallardón a la cabeza, un megalómano que ha arruinado Madrid para varias generaciones, que acaba de construir el salón de plenos municipales mas fastuoso de Europa en su sede –palacio que parece diseñado por Albert Speer, el arquitecto de Hitler-, y que tiene la desvergüenza de pedir, flanqueado por Rajoy, más dinero para los ayuntamientos. ¿Y esta gente es la que va a sacar a España de la crisis?
Deuda 2011, posibilidades de colocación.
La deuda total más los avales a emitir en 2011 se estimaban en unos 320.000 millones de euros, de los cuales 95.000 son los avales que necesita el sector financiero para no quebrar y 15.000 el déficit eléctrico. Pero ahora resulta que, según el BdE “los vencimientos de las cajas son mucho más importantes de lo que se pensaba”. ¿Cuánto más importante? Los que exigen transparencia a los demás, unos reguladores incapaces de calcular correctamente algo tan simple como los vencimientos de deuda de los regulados, no dan la cifra. Y lo peor, ¿con qué derecho va a avalar el gobierno con nuestro dinero decenas de miles de millones –ya ha avalado 180.000 millones- que sabe con certeza que las cajas jamás podrán devolver? “No es que produzcan rechazo, es que están apestadas”, afirmaba el viernes el economista jefe de Intermoney. ¿Con qué derecho nos imponen el robo legal del FROB para cumplir con las exigencias de capital, que está siendo despilfarrado en pensiones de lujo, bonos patrióticos, salarios y Visas oro con el visto bueno del BdE?
Salgado dice que el Estado “sólo” necesitará colocar deuda nueva por 45.000 millones de euros. Y las administraciones territoriales, que ya no tienen ni para pagar la nómina, ¿cuánto necesitarán? Eso sí, a terceros no van a pagar ni al tato. ¿Qué posibilidades tiene España de colocar en el mercado deuda y avales por 320.000 o 340.000 millones de euros? Realmente ninguna, a no ser que San Juan Trichet cambie de opinión y decida comprarla masivamente. Desde noviembre, la escalada del coste de la deuda ha sido espectacular y será mayor en 2011, si es que alguien nos financia todavía. Pero fijémonos en la última subasta de obligaciones a 15 años: tipo de interés al 5,95% frente al 4,54% de la realizada a principios de octubre. Incremento del 31%. En las letras el caso es más sangrante ya que los tipos subieron un 45%.
Las implicaciones son enormes, no solo porque el sobrecoste de los pagos por intereses se comerán de largo el ahorro de la bajada de pensiones y del sueldo a los funcionarios, que también, sino porque, si tomamos el ejemplo de las obligaciones, quienes hayan suscrito este tipo de deuda en octubre, han experimentado una minusvalía del 24%. Ahora piensen en los millones de ahorradores que, deseando tener su dinero seguro, han invertido en renta fija, normalmente en productos estructurados o planes de pensiones, que pierden ya grandes cantidades, y en los próximos meses, conforme vayan subiendo los tipos de interés, perderán aún más. Y los jubilados, a quienes Zapatero descerrajó la caja de las pensiones, y los 60.000 millones tan a duras penas ahorrados los colocó en deuda española. Ignoro como está distribuido, pero si solo la mitad, 30.000 millones, fue colocada en obligaciones, el ahorro de los jubilados tiene ya una minusvalía cercana a los 7.000 millones. Y tienen que bajar las pensiones un 10% para empezar… y un 30% para seguir porque las cuentas ya no salen.
Ahora bien, si bancos y cajas españolas, que son las que han estado comprando deuda con el dinero de la barra libre del BCE, están perdiendo literalmente miles de millones en sus carteras por la subida de tipos, ¿van a seguir comprando deuda aunque San Juan Trichet les preste el dinero al 1%? Y si no lo hacen, se acabó la fiesta. Y así las cosas, la UE, inspirada por Merkel, acabó de remachar el clavo el jueves: “La UE aprueba que los poseedores de deuda paguen si un país quiebra”. “Ahora sí que estamos en una situación límite”, afirmarían varios grandes ejecutivos el viernes. En estas condiciones, y en mi modesta opinión, la colocación de la deuda 2011 es imposible, y si quebramos, que quebraremos, nos van a ayudar pero con durísimas condiciones, y dentro de ellas los tenedores de deuda van a perder hasta la camisa.
Y por último, el crecimiento
Ya lo expliqué también la semana pasada: el PIB medido por sus componentes, más allá de las mentiras del INE y el BdE, está cayendo al 4% a día de hoy. Las medidas de ajuste: más impuestos, menos salarios, menos pensiones, más paro, a lo que se añade subida del petróleo, de las materias primas, y subidas brutales de la luz y el gas, con familias y empresas perdiendo poder adquisitivo a chorros, empeorarán el consumo y la inversión en 2011. Pero si somos optimistas y pensamos que todo queda igual que hoy, estamos hablando de una caída real de la economía del 4%. Da lo mismo la cifra oficial que nos cuenten.
Una caída de este porte, en relación a los Presupuestos 2011 tiene efectos devastadores tanto directos, menores ingresos, como indirectos, mayores gastos en paro y en tipos de interés, en este caso por lo dicho antes. En conjunto, puede ser un descuadre de entre 20.000 y 30.000 millones de euros, con lo que Elena Salgado no necesitará emitir 45.000 millones de nueva deuda, sino entre 65.000 y 75.000, y luego súmenle CCAA, Ayuntamientos y empresas públicas, que también se verán afectados en sus cuentas por la caída del crecimiento. En resumen, o San Juan Trichet empieza a comprar masivamente deuda española, o esto se termina el año que viene… y no al final sino más bien en la primera mitad de ejercicio.
Dicho esto, les deseo lo mejor para estas Navidades, y que en 2011 luchen por cambiar la Ley Electoral e implantar la democracia, por el cambio del modelo autonómico y por enviar al paro a este Gobierno de incapaces antes de que nos arruinen.
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