Por Antonio Casado, publicado en El Confidencial (18/01/2011)
Apostaba ayer por una inmediata identificación y detención de los autores materiales de la agresión contra el consejero murciano de Cultura, Pedro Alberto Cruz, como una buena noticia para la ciudadanía pero tal vez incómoda para quienes vienen acusando al PSOE, por instigador, y a la Delegación del Gobierno, por “interesada dejación de funciones”.
En ello estamos. La detención de José David Baño Llorente, un joven extremista ya fichado por perturbación del orden público, viene al pelo para bajar el nivel de crispación y desmontar la disparatada relación de un acto salvaje, condenado por todas las fuerzas políticas y sindicales, con la supuesta desidia en las funciones policiales encomendadas a la Delegación del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Murcia.
En materia de agresividad verbal, no está la derecha en general y el PP en particular como para rasgarse las vestiduras después de estar pregonando tanto tiempo que España se rompe, se divide, se descristianiza, se arruina o se rinde ante ETA
A mi juicio, también es injusto endosar lo ocurrido al "clima de tensión" y la "campaña de acoso" promovidos por la izquierda en general y el PSOE en particular contra el Gobierno del señor Valcárcel. Sí, injusto, aunque, como escribí ayer, se puede entender como recurso dialéctico en la reyerta política que PSOE y PP vienen librando desde las elecciones generales de 2004. Lo que no es disculpable de ninguna manera es vincular la agresión al supuesto incumplimiento de obligaciones del Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno, como han hecho los dirigentes del PP.
Eso es, insisto, una falta de respeto institucional. Lo malo es que llueve sobre mojado. No es la primera vez que se formulan irresponsables acusaciones de este tipo. Por ejemplo, la secreta colaboración del Gobierno de Zapatero con una banda terrorista por razones políticas, la creación de pruebas falsas en el juicio por los atentados del 11-M, la instrumentalización gubernamental de documentos judiciales o la incorregible afición de determinado ministro a espiar las conversaciones y los movimientos de los adversarios políticos del PSOE.
En cuanto a la creación de climas que favorecen la intolerancia y el desprecio al adversario, con un alarmante nivel de agresividad verbal, no le sienta bien el victimismo a la parte derecha del espectro. Sin ir más lejos, véanse la delicadeza de algunos foreros a la hora de disentir del columnista. O esos montajes firmados por un grupo de extrema derecha que pasean por internet la imagen de Zapatero detenido por la Guardia Civil o expuesto a finos análisis: "A los 67 años se va a jubilar tu puta madre". En una cadena de radio se ha llegado a decir que la ex vicepresidenta Fernández de la Vega robaba para comprarse vestidos, que la policía fabrica pruebas falsas o que Rubalcaba fue el cerebro del 11-M. El periódico más pertinaz en las tesis conspirativas editorializó el 22 de enero de 2007: "Jueces, fiscales y policías han mentido descaradamente. Y esa ha sido el arma más siniestra del 11-M: la mentira". En el debate sobre el aborto, una columnista llegó a escribir que el Gobierno Zapatero había descubierto que era más barato asesinar niños que traerlos al mundo.
En materia de agresividad verbal, no está la derecha en general y el PP en particular como para rasgarse las vestiduras después de estar pregonando tanto tiempo que España se rompe, se divide, se descristianiza, se arruina o se rinde ante ETA. Nada de eso ha ocurrido hasta ahora pero, de un tiempo a esta parte, las palabras vienen con olor a azufre. ¿Por las dos partes? Tal vez. Por una de ellas, con toda seguridad.
¿Por las dos partes? SI, por las dos partes. ¿Quien más? Pues eso ya es mas complicado, habria que oirse y lerse todas las declaraciones de todos los politicos de ambos partidos. Si tengo que apostar, apostaría por el empate. Claro que cada uno lo verá del color que quiera. A todo esto la crispacion sigue subiendo y realimentámdose por unos y por otros. ¿Son concientes nuesros políticos a donde nos puede llevar esto? Pues a Murcia o, más grave a Tucson (USA), no somos tan distintos.
ResponderEliminar¿Es injusto? Tanto como que el ahora indignado señor Casado, tardara un minuto en acusar de la matanza de Tucson al Tea Party diciendo en su columna de El Confidencial el pasado día 11:
ResponderEliminar"La lógica nos lleva a vincular lo ocurrido en el aparcamiento de un supermercado de Tucson, el hecho, con las consignas políticas aireadas por el Tea Party, el dicho"
Joder, con que facilidad se ven las cosas de otra manera cuando te tocan de tu lado don Antonio... Un poco más de integridad. Lo que está mal está mal venga de donde venga.