(Publicado en La Voz de Cádiz, el 18 de febrero de 2011)
Ambos comenzaron a gobernar allá por 1981, uno en Egipto y los otros en Andalucía. Desde entonces en ambos sitios han ocurrido algunas cosas buenas y muchas más malas, y lo que es peor muchas buenas que debieron ocurrir no han tenido lugar. Obviamente hay una diferencia formal no desdeñable entre el régimen de Mubarak y el del PSOE en Andalucía: consiste en que aquí, cada cuatro años, se celebran elecciones libres en las que una creciente masa de estómagos agradecidos por subvenciones, colocaciones y otros subsidios garantizan con su voto la permanencia de este régimen democrático.
Fuera de esto no se atisban, por más que se mire, más indicios de democracia, pues tras cada elección, el guión prescribe otros cuatro años en los que el poder se ejerce de forma caprichosa, agradecido con los afines e implacable con los discrepantes, como Mubarak.
El PSOE de Andalucía, al igual que Mubarak, no crea una Comisión de investigación parlamentaria desde ni se sabe cuando. Aquí el régimen ya va por la segunda generación, o sea ha conseguido buscarle acomodo con éxito a la primera y continúa haciéndolo con sus hijos y parientes cercanos. Para ello ha tenido que inventarse una gigantesca tela de araña de agencias y organismos en los que enchufar a decenas de miles de amigos. A los que no se les ha podido encontrar algo digno, se les ha prejubilado siguiendo el cinematográfico criterio de 'tu a Boston y yo a California', o sea que si eres de Jaen te prejubilas por la cara en una empresa de Sevilla y si eres de Málaga te toca una de Huelva. Ahora nadie recuerda nada -yo na hecho- también la mala memoria es una característica común a cualquier régimen.
En el tema del dinero, hay una diferencia importante mientras que Mubarak se lo ha embolsado, aquí se ha despilfarrado. La Junta ha recibido, sólo desde el 2000, unos 43.000 millones de euros de la UE, o sea algo más del 10% del presupuesto de cada año, pero ese dinero aunque se ha gastado, no se ha invertido, se ha repartido pero no ha producido empleo, ni riqueza. A Hosni ya lo han echado, ¿seremos los andaluces capaces de terminar con este régimen en las elecciones de 2012?
Quillo, Rodrigo, no confundas el binomio izquierda-derecha con la casta. El PSOE-A y Mubarak es tanta casta como el PP ¿Tú crees que los andaluces van a terminar con el régimen de las élites extractivas? (Ja, ja)
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