Por Alberto Artero
Publicado en Cotizalia (23/03/2011)
Deustche Bank acaba de publicar ToPPiX, su informe de estrategia trimestral sobre la bolsa alemana. De 140 páginas, es el análisis más exhaustivo que los distintos brokers internacionales publican de aquel país. Comprende datos macro, estimaciones de beneficio, valoraciones con base en distintas ratios e indicadores de momentum. De su estudio nace una selección de valores que es actualizada periódicamente. ToPPiX arranca siempre con un tema especial, que sirve para contextualizar el documento. En esta edición, y al calor de la caída sufrida por su mercado de acciones con motivo de la crisis nuclear japonesa, los autores han hecho un compendio de razones por las que creen que las acciones de Alemania siguen siendo una oportunidad. Y han encontrado hasta 16 motivos que servirían para explicar el milagro alemán. Quien quiera recibir el texto completo que me lo haga saber, vía correo electrónico (smccoy@cotizalia.com). Lo que yo les resumo hoy aquí es el contenido de las páginas 15 a 43, que desarrollan individualmente la docena y pico de argumentos.
Punto de partida. Pese a que el desastre afecta a sus compañías aseguradoras, al desarrollo del programa nuclear local, a sus firmas de bienes de lujo o a los fabricantes de automóviles, Alemania sigue siendo para el Economista Jefe de DB, "el mayor beneficiado a nivel mundial del proceso de globalización, gracias a su especialización productiva y su competitividad internacional". Tras repasar los posibles riesgos a los que se enfrenta el país, concluyen los autores que "la posición alemana sigue siendo fuerte, tanto desde un punto de vista estructural como coyuntural". Prevén 7.410 puntos de DAX a final de año, el 9% más desde los niveles actuales.
Argumentos. Los dividen en dos grandes categorías: 12 que se podrían considerar como sistémicos, imbricados en la estructura productiva y cultura empresarial alemana, y 4 de carácter circunstancial, resultado de su privilegiada posición actual en el entorno internacional. Nos centraremos en los primeros. Que los disfruten.
Alemania ofrece activos productivos, refugio como el oro u otras materias primas en momentos de duda sobre el valor del dinero fiduciario. La participación del sector industrial en su PIB se ha mantenido alta y estable a lo largo de los últimos quince años. Ha pasado del 23% en 1995 al 21,3% ahora. Supone un 65% del DAX frente al 26.8% del IBEX, el farolillo rojo de Europa (página 19).
Productividad basada en una mejora constante de sus costes laborales unitarios, gracias a la estrategia de los sindicatos de preservar empleo por encima de aumentar los salarios de sus representados. Aun así, sus CLUs son los terceros más elevados de Europa, sólo por detrás de Suiza y. España (página 20).
Mejora constante de competitividad que le ha llevado a situarse en el quinto lugar -de 139 naciones- del escalafón fijado por el World Economic Forum. En 2000 transitaba por el decimoquinto. Para dicha mejora ha jugado un papel esencial la innovación: 17.171 patentes registradas solo en 2010, diez veces más que España (1.725) (página 25).
Exposición al crecimiento mundial a través de la exportación, que ha pasado de suponer el 24% del PIB alemán en 1995 al 46% en la actualidad. Otros países europeos se han estancado. Sólo en 2010 sus ventas al exterior crecieron un 20%. Ha mantenido su cuota exportadora global alrededor del 9% pese al papel cada vez más relevante de los BRICs en el comercio internacional.
Lo que le lleva a disfrutar de un envidiable superávit comercial, el tercero del mundo solo por detrás de China y Japón. En total, 162.300 millones de dólares centrados en bienes de equipo, automóviles, software o productos agrícolas. En el extremo opuesto se encuentran Estados Unidos y España, con una posición deficitaria esta última de 72.000 millones en 2010 (página 28).
Cumple un papel clave la especialización productiva y la división del trabajo que lleva a subcontratar a terceros países todo aquello que se puede producir de modo más eficiente que en la propia Alemania. La proximidad a Europa del Este, con sus menores costes operativos, ha sido clave en este proceso.
Bajo endeudamiento de particulares y empresas que se ha mantenido a lo largo de la última década. Así, mientras los primeros han disminuido su apalancamiento en diez años del 73% al 63% del PIB, las corporaciones lo han aumentado del 56% al 66%. El total no cambia y se sitúa en el 129% del PIB. En España, han pasado respectivamente del 51% al 84% y del 54% al 122%, de modo tal que el acumulado se ha situado en el 206% frente al 105% de 1999 (página 31). Sumen deuda pública y bancaria y...
Fortaleza de la mediana y pequeña empresa de carácter familiar, caracterizada por estar posicionada en nichos de negocio que requieren alta especialización tecnológica y cercanía al cliente y por estar gestionadas con una visión a largo plazo (los analistas citan estudios empíricos sobre este particular). Al contrario que ocurre en otros países, la capitalización bursátil en relación con el PIB se limita al 40% frente al 100% de, por ejemplo, España.
Acumulación de líderes mundiales en sus respectivas áreas de negocio. Hay una compañía alemana en el Top-3 de 27 de los 51 sectores industriales identificados a nivel mundial. Por encima de Estados Unidos (21), China (19) o Japón (10). Allianz, Basf, Bayer, Daimler, E.On, Metro, Siemens. son buenos ejemplos de ello junto a un grupo importante de "campeones escondidos" que figuran en la página 34 del documento. Un predominio que se manifiesta también a nivel subsector, con 142 presencias de 232 posibles.
Implantación internacional de sus modelos de negocio, cuyo ejemplo más palmario es la industria automovilística. Alemania ha sido capaz de mantener desde 1998 la producción local en cinco millones de unidades. Sin embargo ha duplicado la cifra de ensamblamiento fuera de sus fronteras que, en el mismo periodo, ha saltado de tres a seis millones de coches. 2010 ha sido el primer año en el que la fabricación extranjera ha superado a la local (6,1 millones contra 5,6). Marca, barreras de entrada y adaptación al gusto local son las claves recogidas por los analistas de DB para justificar este éxito.
Estabilidad en el precio de la vivienda, condición indispensable para la estabilidad económica. Al no haber participado de las burbujas que se gestaron en otros estados europeos, ni los propietarios tienen la incertidumbre sobre el valor de sus activos ni la actividad de construcción está tan frenada como en aquellos. Otra cosa es la exposición de los balances de sus bancos a la deuda hipotecaria de otros países como, por ejemplo, España.
Mentalidad calvinista de vinculación entre esfuerzo y recompensa.
A estas doce razones añaden hasta cuatro factores coyunturales que son desarrollados a lo largo del documento. Uno, alto crecimiento de PIB previsto en 2011 en relación con sus socios comunitarios; dos, baja tasa de paro, en su menor nivel en 18 años, 7,4% (sobre esto escribiremos en breve); tres, confianza empresarial en máximos de 20 años; y, a nivel estrictamente bursátil, valoración en línea con el resto de Europa, de acuerdo con los estimados de DB, por debajo de 10 veces beneficios. ¿Voluntarismo de parte interesada o realidad? La fuerza de los datos invita a pensar lo segundo.
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